Estúpido Alfa 🍃

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Dulce, pero no empalagosa, cálida, pero no sofocante, hermosa, pero no duradera. Así era como Kyungsoo describía la primavera, por alguna extraña razón era su estación favorita y esperaba paciente por ella cada año.

Amaba llenar sus pulmones con el aire de primavera mientras reposaba en el césped del parque dejándose cubrir lentamente por los pétalos sueltos de las flores, admirando el atardecer o durmiendo sin ninguna preocupación.

Por esta razón, ver a ese chico tirado en el pasto le dió cierta envidia pues él no podía darse ese lujo, no por ahora, no mientras está en uno de los eventos sorpresa de su madre pues siente que pierde cierta libertad cuando asiste a ellos, como si lo vigilarán esperando el momento justo para reprenderlo.

Dejando escapar un pequeño suspiro apartó su vista del chico y la poso en los brillantes colores del cielo que, poco a poco, se desvanecían; respiro profundo y se deleitó con el aroma que más amaba provocando que una leve sonrisa adornará su rostro, haciéndolo lucir lindo. Dió una última vista al árbol de cerezo captando como un pequeño pétalo descendía, flotando con calma, dando pequeños giros y por fin aterrizando en la frente de aquel chico.

Kyungsoo dejo escapar una leve sonrisa recordando lo bien que se sentían los pétalos, cayendo sobre él despreocupadamente y dió media vuelta entrando de nuevo a la casa desbordando, a su manera, alegría.
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La puerta corrediza había sido abierta indicando que alguien había salido al patio y los pasos que logró escuchar segundos después reafirmaron su teoría.

Así que Chanyeol cerro sus ojos intentando dar una indirecta de que no quería ser molestado y relajo sus músculos, respirando profundo dando la sensación, a quien lo viera, de que dormía plácidamente. Los pequeños pétalos de cerezo caían sobre él incomodandolo un poco pues la primavera y todo lo que tenga que ver con ella nunca le gustó.

Tener que soportar el aroma dulce todo el día y toda la noche le molestaba además de los pétalos sueltos enredándose en su ropa y cabello sin mencionar el calor comenzando a inundarlo todo, sin llegar a ser sofocante pero que igual hacia que sudara.

Simplemente para él la primavera era una estación molesta, la más molesta del año.

Los pasos se detuvieron, para su suerte aún lejos de él, aún así su oído seguía atento a la persona que se encontraba a su espalda. No pudo captar ningún aroma así que dedujo que debía ser un beta, ya había lidiado con ellos y eran más molestos que los omegas.

Aguardo paciente esperando que el beta se acercara hacia él lo " despertara" de su sueño, se presentará y comenzará con las típicas excusas de como había llegado hacia él y al final el típico ligue. De solo imaginarlo su ceño se frunció en disgusto y su cerebro comenzó a trabajar en una forma delicada para rechazar lo que viniera.

Pero un detalle importante, nunca nadie llegó.

Sus oídos captaron pasos otra vez pero estos se alejaban y el sonido de la puerta siendo cerrada de nuevo lo hizo desconcertarse, se incorporó de golpe girando en dirección a la puerta buscando a quien sea que hubiese salido pero nada.

Su ceño se frunció de nuevo pero esta vez era por confusión, estaba realmente desconcertado, anonadado.

—Como es posible..— Gruño el alfa, su ego había sido lastimado con ese simple hecho. El siempre llamaba la atención, estuviera donde estuviera, fuera quien fuera, siempre era notado y buscado hasta hacerlo sentir sofocado pero ahora está extraña persona lo había visto, a él y a su humano, por unos segundos y luego se había ido, así sin más.

Era inaudito.

Chanyeol fue capaz de sentir los reclamos e inconformidad de su lobo pero no fue exactamente eso lo que lo motivo a entrar de nuevo a la casa a buscar al desconocido que lo había ignorado.

Dando pasos largos atravesó el patio sacudiendo su ropa, observando su reflejo en el cristal de la puerta. Entró con prisa atravesando la cocina y la entrada en menos de un segundo, ubicándose en el marco que daba pasó a la espaciosa sala llamando la atención de los jóvenes y algunos adultos.

Respiro profundo y entró por completo al lugar uniéndose animado a la conversación sonriendo amplio haciendo suspirar a los omegas presentes e hinchando de orgullo el pecho de su padre.

Se colocó cerca de su hermana, observando cuidadosamente a todos en la habitación,  buscando discretamente a su persona.

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