Estúpido Alfa 🍃

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Kyungsoo negaba euforicamente mientras observaba por la venta a los diversos alumnos esparcidos por el patio principal.

—Te juro que se sintió tan bien tenerlo cerca, era como si cada célula de mi ser implorara por su toque...— Baekhyun hablo, recostado sobre la camilla de la enfermería.

—¿Por eso tenías que mostrar tu cuello? Porque vamos, Chanyeol simplemente te saludo y te pusiste en plan...mmm...- Kyungsoo intento buscar una palabra adecuada para aclarar su punto, y aunque tenía una en mente no se atrevía a decirla.

—Vamos dilo...- Baekhyun dijo al ver la expresión en su mejor amigo.

—Olvídalo.— Kyungsoo volvió su atención a las personas tras la ventana y escuchando el sonido de las sábanas predijo que Baekhyun se había levantado.

—Me comporte como todo un Omega, sumiso, delicado, con ganas nucleares de ser marcado por un alfa...— La molestia era evidente en las palabras del Omega y está se acrecentó aún más cuando Kyungsoo no le encaro.- Vamos Kyungsoo dilo, me comporte como toda una perra.

El pequeño azabache cerró con fuerza los ojos al escuchar el estruendoso golpe de la puerta siendo azotada. Giro solo para verificar que Baekhyun se había ido y suspiró sonoramente cuando se dio cuenta de que era el único en la habitación, camino pensativo por todo el lugar mientras los rayos del sol impactaban contra la cerámica blanca, dándole un brillo un tanto molesto.

El aire movió las cortinas y pequeños pétalos de cerezo entraron por la ventana, la puerta fue abierta de nuevo y Kyungsoo intento reprimir la sonrisa en su rostro al ver a Baekhyun entrar.

—Lo lamento.— Fue lo primero que el Omega soltó y Kyungsoo corrió hasta el para abrazarlo.

Se mantuvieron así por unos segundos y luego se separaron haciendo su saludo secreto de manos. Sonrieron por lo infantiles que eran pues desde que tenían cinco años hacían su amorfo y complejo choque de manos.

—¡Amigos antes que niños!— Gritaron al unísono, recitando el pequeño pacto que habían hecho al cumplir los ocho, edad a la que Baekhyun tuvo su primer flechazo e ignoro por una semana completa a Kyungsoo.

Tomados de la mano salieron de la enfermería caminando entre charlas hacia las bancas de uno de los patios. Colocaron su cosas sobre la mesa y cada quien sacó su respectivo almuerzo, dejandolo a la vista del otro para que tomara lo que quisiese.

Kyungsoo estaba tomando su refresco de arroz con piña cuando Baekhyun golpeó la mesa con ambas manos.

—¡Tengo tanto que decirte!— Hablo emocionado mientras aplaudía y sonreía como loco.

—Podrías controlarte, los demás nos observan...— Kyungsoo hablo bajo mientras lamía de sus labios la dulce bebida.

—No me importa...— Baekhyun realizó un ademán con su mano restándole importancia.- Verás dodito...— Palmeando la mano de su amigo inicio.-...mi mamá me contó que el día que casi me muero, Sehun llego a dejar el plato con galletitas que la señora Oh siempre envía a casa.

Kyungsoo asintió algo confundido.

—Resulta que Sehun llego justo en el momento en que mi lobo comenzó a decir las cosas raras que te conté.— Llevando un bocado de arroz a su boca Baekhyun espero a que su amigo uniera todas las piezas del rompecabezas, pero al ver que se quedó observándolo estático, suspiró frustrado y continuó.- Creo que Sehun es mi alfa.

Kyungsoo se atragantó con el pedazo de carne que estaba masticando y vio con incredulidad a su mejor amigo.

—Porque piensas eso..— Pregunto, mientras buscaba en su mochila la pequeña botella de agua que siempre cargaba.

Baekhyun rodó los ojos y dejó los palillos sobre la mesa para poder explicarle mejor a Kyungsoo la descabellada hipótesis que había creado.

—El último día de mi celo, mientras tú estabas quien sabe dónde y yo estaba sufriendo al borde de la muerte, Sehun llego a casa y en ese preciso momento mi lobo comenzó a decir cosas sobre nuestro alfa...— Antes de que Kyungsoo dijera algo Baek lo interrumpió. —Ademaaaaás recuerda que me sentía más tranquilo abrazando la camiseta que le robe.

Kyungsoo asintió de nuevo intentando comprender lo que su amigo le decía entonces una curiosidad punzo dentro de su ser.

—¿Y el escritorio que?— Pregunto, esperando espectante la respuesta.

—Le di unas cuantas clases particulares de historia durante el verano....y en algunas ocasiones se quedaba dormido mientras yo hablaba como cacatúa.— Con las mejillas un poco rojas Baekhyun desvió la mirada y carraspeo intentando aclarar su garganta pues había revelado un pequeño secreto vergonzoso.

Amaba su escritorio por el simple hecho de qué en algún momento, Sehun, rozo su piel contra la pulida madera.

—Cuando dices que le diste clases de historia...— Kyungsoo tomó un poco de las verduras en salsa dulce del plato de Baekhyun-...te refieres a que le pediste a Junmyeon que robara las tareas que su padre asigna, cierto.

Baekhyun asintió mientras hacía un puchero al escuchar la risa de Kyungsoo

—No te burles, Junmyeon fue cruel conmigo cuando reclamo su pago.— Acercándose un poco y bajando el volumen de su voz Baekhyun continúo. —Su cuarto es un desastre y a pesar de lo pulcro que se ve, es más desordenado que yo. Limpiar su cuarto es una tortura.

Baekhyun fingió escalofríos mientras Kyungsoo se partió en risa al imaginarlo como la criada de su presidente de aula.

La hora de descanso paso rápido y en menos de lo que esperaban se encontraban de nuevo recibiendo clases, en esta ocasión caracteres e idioma chino. El profesor Xiao estaba frente a la clase explicando la diferencia entre dos caracteres que para Kyungsoo se veían iguales cuando Chanyeol apareció dando leves golpes en la puerta del salón. El profesor Xiao se acercó a él y segundos después ambos entraron tomando sus respectivos lugares.

Kyungsoo giró para poder ver a Baekhyun, quien se encontraba con las piernas fuertemente cruzadas mientras mordía su labio inferior. Poniendo los ojos en blanco el pequeño azabache se tomó el tiempo de inspeccionar a los omegas de su salón, concluyendo que solo los más cercanos a Chanyeol se encontraban en el mismo estado que Baekhyun.

—¿Que demonios estás haciendoles?— Murmuró mientras observaba a Chanyeol limpiar el sudor de su frente intentando copiar los caracteres escritos en el pizarrón.

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