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—Lo siento— Se disculpó Kyungsoo mientras una sonrisa adornaba su rostro.

Chanyeol, negó levemente con la cabeza y sonriendo le pidió al bajito que esperara por él un momento en la sala, sin esperar una respuesta el alfa salió rápidamente de la habitación.

Los minutos pasaban y Chanyeol aún no hacia aparición, así que Kyungsoo se tomó la libertad de curiosear. Inspeccionó, como por onceava vez, el lugar dándose cuenta de que seguía igual. Suspiró rendido y muy hambriento mientras se dejaba caer en el espacioso sofá en medio de la sala, cerró los ojos en un intento por ignorar los constantes gruñidos de su estómago.

Aún con los ojos cerrados un aroma terroso llegó a su nariz y la fragancia de pino parecía inundar el lugar haciendo que Kyungsoo se sintiera en medio de un bosque.

Tierra mojada, hojas secas, corteza de pino, flores silvestres, el cielo nublado, el viento frío, pequeñas gotas formando la llovizna que cae antes de la tormenta y desde la cornisa el aullido lastimero de un lobo.

Su respiración se agitó de un momento a otro y los constantes aullidos del lobo provocaron que se desesperará. Su corazón palpitaba desbocado y el sudor comenzaba a perlar su frente, desde el claro en donde se encontraba podía ver perfectamente al enorme lobo negro aullando hacia el bosque y sosteniéndose sobre sus fuertes patas, sin miedo a caer.

Con el último aullido Kyungsoo sintió su corazón punzar e inmediatamente una horrible necesidad de llegar hacia el lobo lo invadió y verlo alejarse de la cornisa provocó que gritos inundarán sus oídos.

Había alguien más en el bosque, un pequeño chico de piel pálida estaba a metros de él con la ropa cubierta de sangre y pequeñas cortaduras adornando su piel. Gritos desesperados salían de su boca mientras lágrimas rodaban por sus mejillas, el chico gritaba hacia la cornisa pidiendo al lobo que esperara por el pero no fue escuchado y con horror Kyungsoo vio a aquel chico desplomarse en la tierra gritando un nombre desconocido.

Su nariz pico y el sofocante olor a canela se hizo presente en sus fosas nasales, llevo el dorso de su brazo a la altura de su cara y limpio bruscamente su nariz. Abrió de golpe los ojos y sintió sus mejillas húmedas, llevo sus dedos a ellas y se dio cuenta de que estaba llorando; aún desconcertado por el reciente suceso miró a su alrededor y suspiró aliviado al encontrarse de nuevo en la sala de los Park.

—Cruel y estúpido, mil veces estúpido lobo— Siseo con molestia mientras limpiaba bruscamente las lágrimas de su rostro.

Palmeó un poco sus mejillas y sorbió por su nariz intentando recomponerse al escuchar pasos provenientes del pasillo. La señora Park entró a la habitación cargando dos bebidas y una bandeja con la mitad de un pastel, detrás de ella venía Chanyeol con dos platos repletos de comida. Kyungsoo los observó atentamente mientras colocaban todo sobre la pequeña mesa de centro.

—Come todo lo que quieras Kyungsoo y si aún no estás satisfecho manda a Chanyeol por más comida— Le hablo la señora Park al terminar de colocar las cosas.

Kyungsoo sonrió y agradeció en silencio mientras ella les daba una última mirada y salía sonriendo de la habitación.

—¿Estas bien?— Interrogó Chanyeol, ya que al entrar a la sala pudo sentir que el bajito desprendía un leve aroma a tristeza mezclado con enojo.

Al ver el rostro confundido de Kyungsoo, Chanyeol, tocó su nariz con la punta de su dedo.

—Puedo olerte.

—Solo fue....f-fue un mal sueño.— Hablo bajo Kyungsoo mientras tomaba uno de los platos que Chanyeol había traído.

—¿Te quedaste dormido mientras me fui?— Pregunto, imitando las acciones del pequeño.

Al verlo asentir Chanyeol se sorprendió pues no se había tardado ni diez minutos, luego de que rieran por el gruñido del estómago de Kyungsoo había salido prácticamente corriendo a la terraza a buscarle algo de comida. Ordenó a los meseros preparar dos platos con un poco de todo lo que estaban sirviendo y en un descuido su madre se había pegado a el llevando dos bebidas y la mitad del pastel que se serviría como postre.

El pequeño estornudo de Kyungsoo lo saco de sus pensamientos y al posar su vista en él vio como el pequeño usaba el dorso de su brazo para limpiar su nariz.

—¿Hay algo aquí que lleve canela?— Pregunto Kyungsoo luego de haber estornudando ya que por alguna razón sentía el olor de la canela danzar fuertemente a su alrededor.

Chanyeol hizo memoría intentando recordar si algo de lo que comían llevaba canela...será la carne, la ensalada o...

—¡El pastel!— Grito, haciendo a Kyungsoo brincar de la sorpresa.

Dejando de lado su plato, Kyungsoo, se inclinó sobre la mesa y alejo lo más que pudo el pastel sintiendo el aire limpio entrar a sus pulmones.

—Odio la canela.— Espetó mientras tomaba su plato y llevaba un trozo de carne a su boca.

Chanyeol sonrió satisfecho al ver la satisfacción en la cara del pequeño e imitandoló atacó el trozo de carne en su plato. Comieron hasta hartarse y  luego de unos minutos dejaron los platos ya vacíos sobre la mesita.

Kyungsoo se hundió en el sofá sobando su estómago, estaba feliz ahora que había comido y el extraño sueño de antes había quedado en el olvido. Cerró los ojos un instante y sonrió ante la sensación de sentirse lleno.

—Kyungsoo-ah seamos amigos.— Hablo repentinamente Chanyeol mientras se  recostaba sobre uno de los cojines.

Kyungsoo abrió sus ojos y luego de pensarlo un segundo noto que la pared frente a él estaba vacía. Giro su rostro y vio directo hacia los ojos de Chanyeol, algo dentro de el le grito que era mala idea, que debía alejarse del alfa lo más pronto posible pero aún así...

—Esta bien Chanyeol, seamos amigos.

Un chillido de victoria se dejó escuchar desde el pasillo y Chanyeol apretó con fuerza sus ojos al sentir el olor de su madre esparcirse por todos lados.


















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Se viene lo intenso :0
❤️

Estúpido Alfa 🍃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora