Estúpido Alfa 🍃

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El campo verde se extendía sobre la explanada que en cierto punto parecía fundirse con el cielo azul completamente despejado mientras la brisa corría fresca moviendo las verdes plantas a su paso. WenYan reposaba plácidamente bajo la sombra de un árbol dejándose absorber por la calma del bello lugar que le recibía ofreciendole paz y seguridad.

Su cabeza transitaba con bellos pensamientos mientras llenaba sus memorias con la gloriosa imagen del lobo moviéndose libre sobre la explanada, sus firmes patas le ayudaban a avanzar seguro dejando su brillante pelaje negro danzar con el viento y dejando así un largo trecho entre ambos. Esta parte despejada y hermosa pertenecía a la firme montaña que custodiaba el bosque, y con el a Hyehwa Dong, era un lugar que su gente aun no llegaba a conocer debido a la gran distancia y que el tedioso camino que permitía subir se hallaba conformado por rocas enormes e imposibles de escalar, a menos claro que seas el alfa del bosque.

—Yo aún...no sé su nombre.— WenYan pensó en voz alta mientras dejaba a su barbilla reposar sobre su mano.

El alfa se encontraba de pie cerca del risco, observando cautelosamente hacia abajo, sus orejas claramente se movían rápidas en dirección a cualquier pequeño sonido. Incluso cuando WenYan suspiraba fuerte. Se encontraba atento a todo lo que le rodeaba mientras sus músculos tensos le erguían en lo alto. Sus pulmones se llenaron de aire y pronto un poderoso aullido estalló por todo el lugar, las aves salieron despavoridas de los árboles cercanos y el cielo se llenó con su vuelo presuroso creando una bella imagen.

—Mi nombre es Amarock, dios de la luna, dios de las bestias.— WenYan se sobresalto ligeramente al escuchar la cálida voz inundar sus pensamientos y a lo lejos enfoco su vista sobre el lobo que le observaba, tranquilo desde su sitio.

—¿Cómo es que p-puedes....puedes comunicarte de esta forma?

—Lo dije antes, soy un dios.

—No, no puede ser...

—Mi madre fue una diosa muy poderosa que se enamoró de un humano, hace ya mucho tiempo de ello. Ambos se unieron cuando madre bajo a la tierra y se despojó así misma de su divinidad, gran parte de su fuerza se perdió pero su sangre seguía pura y cuando pudo concebir su primer hijo este nació siendo ya un dios.— Amarock giro por completo su cuerpo para, a pesar de la distancia, poder observar mejor a su humano. —Madre estaba feliz, padre también lo estaba. Eran una familia feliz y entonces, justo una noche tres años después, madre concibió su segundo hijo. Otro dios. Madre crío a ambos hermanos por igual, la familia no podía ir mejor pero a medida que los niños crecían ciertas habilidades crecían junto a ellos. El pueblo donde padre había llevado a su familia comenzó a notar las habilidades de los hermanos y entonces les llamaron brujos. Condenaron a madre a morir quemada por supuestamente vender el alma de sus hijos a una entidad oscura. Ella intento explicarles pero sus mentes apenas conocían los misterios del mundo y nadie escucho.

—Es h-horrible...— WenYan apenas pronunció debido al nudo que se le había formado en la garganta.

—Estoy de acuerdo.

—¿Hace cuánto que ocurrió todo eso?

—Dos milenios atrás.

WenYan se sintió algo perdido y desconcertado, fue entonces que pregunto: —¿Cuántos años tienes?—

—Los suficientes, aunque déjame decirte que soy el hijo menor.

—¿Porque decides contarme esto, porque?

—He percibido curiosidad en ti y simplemente estoy saciandola. ¿Es un problema que lo haga? ¿Hice mal?

—T-toda tu historia es abrumadora, increíble. Hijo de una diosa y un humano y hermano de un dios. Es d-demasiado.