Kissed by the sun ━ Jaime Lannister [2]

♕CAPITULO 16 | LEONOR♕

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SETH LANZÓ UNA ESTOCADA EN EL CENTRO DEL SACO DE ARENA  y se movió inquieto a su alrededor, sabía perfectamente que ese simple saco de arena para entrenar colgado en un poste no era suficiente para él, mi hijo, fuerte y veloz, ansiaba clavar la espada en carne y hueso para sentir que hacía lo que había estado destinado a hacer desde que nació. 

Me crucé de brazos y suspiré observándolo por el balcón; nuestra vida en Desembarco se había vuelto feroz y agresiva, para mí suerte Seth se había adaptado bastante fácil a su entorno, sin embargo temía que los celos de su "primo" Joffrey lo alcanzaran y quisieran hacerle daño. 

---Mi lady --- uno de los guardias de Jaime se acercó a mí extendiendo un papel doblado en dos 

---¿Qué es esto? 

Pero el soldado no dijo nada, hizo una reverencia y se giró para irse por donde había llegado, me hice a un lado y abrí el papel para leer su contenido "Por favor, véame en los calabozos vacíos justo al risco E.D" 

Junté mis cejas confundida ¿quien osaba a pedirme acudir a un lugar tan lúgubre como ese? Aun así, mi instinto me llamó a ir, sea lo que sea parecía ser importante, quien quiera que haya escrito eso debía estar muy nervioso porque su letra parecía temblorosa; observé a mi hijo una ultima vez, ya secando el sudor de su frente, hablando sobre algo con un soldado de su padre y sonriendo sobre el comentario que ambos habían hecho, giré sobre mis talones y me dirigí rápidamente hacia los calabozos. 

Alanna estaba con Myrcella, Sansa y Arya junto a la septa en los jardines, Jaime procuró vigilarlas de lejos así que esperaba fiarme de su palabra, aunque últimamente dudaba un poco más que antes. 

Al entrar, tomé una pequeña antorcha y comencé a bajar los escalones, doblé por el pasillo vacío donde no habían guardias ni encarcelados, comencé a caminar con precaución, sintiendo la daga en mi tobillo en alerta en caso de que alguien quisiese hacerme algún tipo de daño. 

---¿Hola? --- susurré sorprendiéndome de lo debil de mi voz. 

---Mi lady 

La voz salió como de ultra tumba, asustada y con el corazón en la mano, me giré enfocando lo poco que podía con la antorcha encontrandome con el rostro que menos esperé ver de todos.

---Por los siete --- exclamé --- ¿Enar? 

---Espero no haberla asustado --- sus ojos violetas me hicieron sentir incomoda, aun con la tenue luz de la antorcha, los suyos brillaban con luz propia --- pero tenía que verla, verla en secreto. 

---¿Qué haces aquí? ¿Como es que nadie me dijo que...?

---Nadie debe saber que estoy aquí, o tal vez comenzarán a preguntar cosas y en el peor de los casos, la reina querrá mi cabeza --- sonrió de lado y pensé que bromeaba, pero su cambio de expresión seria me aturdió por completo --- como sea, he venido porque su hermana así me lo ha pedido.