Kissed by the sun ━ Jaime Lannister [2]

♕CAPITULO 25| LEONOR♕

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Jaime no dijo nada, ni cuando no pude contenerme a abrazarlo, ni cuando lo llevé a la segunda planta mientras calentaba agua para meterlo en una bañera; Jaime simplemente me miraba mientras yo me mordía la lengua para evitar seguir llorando al verlo así, pero quería escucharlo, sentir que no había perdido a todo el hombre, que tal vez solo había sido un poco. 

Pero no decía nada, se quedó de pie detrás de mí mientras yo y la mujer entrabamos los baldes de agua caliente y lo echábamos en la vieja tinaja, al irse ella, me dirigí hacia Jaime y lo jalé tal cual uno hace con un niño cerca de la tina, él me miraba paciente y en calma, con ojos cansados, perturbados y tristes, mientras yo, por mi parte deslicé mis dedos por su brazo derecho, deteniéndome cerca de su muñón, su mano atrapó la mía antes de que pudiese tocarlo y me miró a la defensiva. 

Nos miramos desafiantes por varios segundos, hasta que al parecer, dándose por vencido bajó su mano y me dejó quitarle la venda que colgaba de su cuello para sostener el muñón. Quería preguntarle si le dolía, pero tenía miedo de su respuesta ¿Como no iba a doler? 

---¿Te meterás ahí conmigo? 

Su pregunta me sacó de balance, me tensé, pero no por la pregunta en sí, sino por su humor, que a pesar de las desgracias aún seguía ahí, subí la mirada hasta encontrarme con una divertida en la suya, sonreí avergonzada y temerosa y tras repetírmelo diez mil veces en mi mente, me mordí el labio nerviosa. 

---¿Si eso quieres?

---Es lo que más quiero ahora --- espetó sin mas. 

Asentí y sin decirle nada más, lo ayudé a quitarse las ropas viejas y sucias, mientras lo hacía, Jaime habló de su cautiverio, mencionó que cuando lo capturó Locke y lo llevó con Bolton después de cortarle la mano, le dieron un baño y comida, pero que todo había sido una mierda. 

Retrocedí un paso y toqué mi camiseta, sobre el botón unico que la sostenía. Jaime me observó en quietud y con detenimiento mientras la camiseta caía al suelo, quité mis botas y descalza ante él me giré, haciendo mi cabello hacia un lado. 

---Creo que necesito ayuda con el corsé --- murmuré con la voz en un hilo. 

Ahí adentro no hacía frío, sin embargo mi cuerpo se sentía entumido y nervioso ante la sola idea de tener los dedos de Jaime sobre mi cuerpo, una sensación que no tenía desde hace bastante y una que había añorado tanto que ni yo misma había sido capaz de darme cuenta. 

Sus dedos helados al hacer contacto con  mi piel me hicieron dar un brinco pequeño, Jaime se detuvo con la yema de sus dedos, soltó las demás amarras y cuando el corsé cayó al suelo, me giré, lo único que traía encima era el camisón que venía abajo del corsé y Jaime apuntó su mano izquierda en medio de mi pecho, haciendo contacto con la yema de sus dedos y mirándome seriamente.