Kissed by the sun ━ Jaime Lannister [2]

♕CAPITULO 29 Leonor♕

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Siempre me gustaron las puestas de sol, el color anaranjado hacia que mi pelo rojizo brillara con más intensidad. Pero más que eso, me gustaba ver como el sol se escondia al fondo del río trayendo consigo la noche, la oscuridad, el miedo.

Estar sentada en el mismo tronco en el que una vez juré no decir nada sobre el romance de Lyanna con Rhaegar, varios años después, con mas secretos, me hacía sentir confundida.

—Sabía que estarías aquí

Jaime avanzó lento hasta donde estaba sentada, su aspecto maduro y varonil hizo que mis entrañas se retorcieran, normalmente me contendria de sonreír como una tonta, pero en ese momento no podía. Y al cabo de un segundo la sonrisa se evaporó cuando él me devolvió la misma sonrisa, haciendome sentie miserable.

Jaime tampoco sabía la verdad, y por muchos años yo habia tenido miedo de confesarle un secreto tan grande, porque antes no confiaba en él, porque a través del tiempo, él se lo ganó.

—Hay algo que tienes que saber

Frunció levemente sus cejas y se sentó a mi lado en el tronco.

—Es sobre Snow ¿No es asi?

Le devolví la mirada con curiosidad.

—¿Como...?

—Has estado melancólica, le has mirado frecuentemente con preocupacion y cuando estabamos en la cena él te preguntó sí continuarían su charla

Lo contemplé nerviosa, y luego desvíe mi vista hacia el frente, concentrando mi atencion para hablar.

—Yo sé algo que podría cambiar el rumbo de todo esto, Jaime — murmuré — Un secreto que Ned Stark se llevó a la tumba, uno con el que he tenido que cargar todo este tiempo.

—Me asustas, Leonor

Tragué saliva y enfoqué mis ojos en él.

—John Snow no es hijo de Ned Star, John no es un bastardo, Jaime, su nombre nisiquiera es Snow. Jon es el fruto del amor de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark — Jaime separó sus labios dejandose consumir por la incredulidad, hasta incluso sonrió — Su verdadero nombre es Aegon Targaryen, hijo legitimo de ambos.

Cerró la boca y la seriedad formó parte de su expresión en menos de un segundo, se levanto y caminó a la orilla del río pasandose la mano buena por el cabello corto, demostrando frustracion con sus propios sentimientos.

Jaime siempre ha tenido problemas al expresar sus emociones, esta vez no tenia porque ser una escepcion.

—¿Hace cuanto lo... Sabes?