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Narra Jimin

Golpee la puerta tres veces y espere...

- Jimin? - dijo Jungkook algo dormido - que haces aquí? -

- Por que no fuiste a la fiesta? - le pregunte molestó.

- Por qué no tenía ganas - respondió recostado en la puerta - tengo sueño ¿te puedes ir ya? -

- Estas con alguien verdad? - solloze.

- No - respondió desinteresado.

- No me mientas Jungkook!!! - grite.

- Quieres entrar y comprobarlo? - grito.

Lo empuje hacia adentro y camine super molesto hasta la habitación, revise el baño, también la cocina y no había nadie ahí. Jungkook me miraba enfadado, en la oscuridad podía ver el brillo de sus ojos, incluso podía divisar su mandíbula tensa y sus brazos cruzados.

- Lo siento - dije sin mirarlo.

- A que viniste? - su tono de voz se volvió ronco y bajo - por que no dejas de fastidiarme y te vas de una vez -

- Por que eres tan malo? - continúe gritando.

- Por qué eres tan molesto? - contraataco.

- Yo no soy molesto - dije ofendido - yo ni siquiera te hablo, eres tu él que me habla siempre -

- Yo no aparecí en tu casa a las tres de la mañana borracho - se formó un silencio incómodo, las lágrimas no paraban de salir de mis ojos - ya vete a tu casa Jimin - dijo para luego ir a su habitación.

Camine hasta el sillón rendido y me recosté en el, me hice un bollito y tape mis oídos con mis manos, cerré los ojos fuertes y desee que todo esto fuera un mal sueño y no la realidad, un sueño en donde Jungkook me odiaba y me decía cosas horribles pero al despertar él me seguiría amando como siempre.
Jungkook volvió a la sala y continuo gritando pero yo no lo escuchaba bien o no quería escucharlo. De pronto me tomó por los codos y me levanto con fuerza.

- Sueltame me lastimas - grite si sacar mis manos de mis oídos.

- Ya deja de llorar Jimin, te dije que te fueras!! - me sacudió.

- No quiero irme Jungkook déjame -
llore y empece a moverme para poder safarme pero él es más fuerte que yo.

- YA!!! - grito - quédate quieto por dios, ya basta -

Él se detuvo sosteniendo mis brazos apartandolos de mi cabeza y en un instante me abrazo, me escondí en su cuello y me aferre a su cintura, él acariciaba mi cabello con dulzura mientras yo sentía su calor y su corazón latir con fuerza. Me separe después de unos minutos y la poca luz que entraba por la ventana me dejó ver sus lágrimas vagando por sus mejillas.

- Por qué lloras? - susurre mientras nos mirábamos.

- No estoy llorando - afirmó.

Me tomo de la mano y me llevo a la habitación - apestas a alcohol ¿que tomaste? - me dijo quitándome la chaqueta.

- Solo tome cerveza - me queje.

No se en que momento me quito toda la ropa dejándome solo con el bóxer, me llevo al baño y me metió a la ducha caliente, se quedó conmigo hasta que más o menos volví en sí y me di cuenta que él me estaba mirando desnudo. Terminé de bañarme y salí con solo una toalla cubriendo mis partes, sobre la cama había un bóxer, un pantalón deportivo y una remera. Me puse todo lo que me había dejado y gatie hasta las almohadas para dormir, sentía un sueño terrible.

- Oye, oye, oye, nadie te dijo que te quedarías - me dijo entrando con una taza en las manos.

- No puedo salir así a la calle, aparte es tarde - me senté haciendo puchero.

- Yo te voy a llevar a tu casa luego de que te tomes el café, toma anda  - me tendió la taza.

- Por favor Jungkooki déjame quedarme por favoooooooooor - supliqué juntando mis manos y haciendo un enorme puchero.

- No -

- Por favoooooooooor -

- Tomate el café por favor - insistió - eres un bebé llorón - sonrió.

Agarre la taza y él se acostó a mi lado, prendió la tele y puso caricaturas. Todo quedo en silencio, sólo se escuchaba el sonido de la tele, y mis sorbos de café. Le tendí la taza cuando termine y espere a que me dejara quedarme, cosa que obviamente hizo por que soy adorable.
Me acurruque a su lado y lo abrace, él seguía boca arriba sin moverse.

- Ni pienses que vas a dormir así - intento soltarse.

- Si lo haré - sonreí.

- No - se sacudió un poco para zafarse - mmmm muevete -

- No - reí fuerte y lo aparte más.

- Agh - suspiro - eres insoportable -

Después de un rato de forsejear, reír y pelear, desistió pasando su brazo por mi cuello y nos dormimos abrazados. Era tan cómodo y calentito, tal y como lo había soñado.

Al despertar me sorprendieron sus enormes ojos oscuros observándome de cerca, casi que podía sentir su respiración mezclándose con la mía.

- Eres un bebé llorón - susurro en mi labios.

Sonreí y todo mi cuerpo se erizo, él me abrazaba por la cintura, me tenía acorralado, en un principio pensé que aún estaba soñado pero mis manos sintiendo su corazón latir con fuerza me hicieron dar cuenta que todo esto era real.
Roce sus labios esperando un beso pero no obtuve nada, él solo cerró los ojos y se dejó llevar. Al ver que no me detuvo continúe el beso pero con más énfasis, saboree esos labios que tanto deseaba, él metió su mano derecha bajo mi camiseta y gemi ante su tacto. El beso se hizo más intenso, su lengua se introdujo en mi boca y me hizo sentir en las nubes, lo amaba tanto. Pronto se subió encima de mi y el roce se volvió exitante, tendría sexo con él, lo haría. Mi cuerpo irradiaba felicidad y mi corazón bailaba de alegría en mi pecho, pero de pronto se detuvo.

- Jimin yo no puedo - me dijo mirándome a los ojos.

- Por qué no? - lo acerque a mi y lo bese.

- Por qué yo no siento lo mismo que tú y no quiero herirte - suspiro - yo no puedo corresponderte -

Por un momento creí que moriría pero respire profundo y continúe, quería hacerlo y lo haría, no me importaba nada.

- Solo hazlo -

Me beso una y otra y otra vez, mis labios, mi cuello, mi pecho, todo mi cuerpo, él dentro de mí y yo debajo de él, sus gemidos eran música para mis oídos, sus besos el remedio a todos mis males, sus manos la pluma más suave que mi piel pudo haber sentido y sus ojos lujuriosos, el espejo que me permito ver todo dentro de él.

- Jimin? - me llamo y me levante de su pecho para mirarlo - entiendes que tu y yo no estaremos juntos? -

- Lo sé lo entiendo, no tienes que decírmelo a cada rato - volví a descansar en su pecho.

- No es nada malo contigo - continuo - es solo que no me gusta eso de las relaciones, no me gusta depender de alguien y que alguien tenga que depender de mi, soy un alma libre -

- Aja como digas - culmine.

Tiempo después me llevo a casa.

La Apuesta - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora