30

10.1K 984 48
                                    

Narra Jimin

YoonGi entró a la habitación quejándose y diciendo no se que cosa, papá entró después algo molesto con mi hermano por haber echo un escándalo. Pregunte que había pasado pero ninguno de los dos me quiso decir nada, me dijeron que yo no debía preocuparme por nada y que todo estaba bien. Obviamente no les creo nada así que le pregunte a Yuqui, mi enfermera, si ella sabía algo.

- Pues no puedo decirte mucho - me dijo mientras masajeaba mis piernas - pero Mini me dijo que tu hermano discutió con él chico que viene a diario -

- Que chico? - pregunte curioso.

- Pues no se Jimin, es un chico alto muy apuesto - sonrió.

- Mmm pues no se quien será - sabía que era Jungkook, debía ser él ¿quien más se va a pelear con Yoon Gi? si todos han venido a verme ya.

Me quedé toda la noche pensando en esa persona que venía a diario, me extraño que no entrará a verme y que nadie me dijera que venía.

Ya era medio día y mi padre se fue a buscar algo de comer y un refresco que le pedí especialmente, tenía ganas de tomar algo rico, la comida del hospital me tenía aburrido. Me puse a revisar mi celular y tenía un montón de mensajes en Facebook de algunos compañeros y otros en WhatsApp de mis amigos. Era gracioso como algunos de los que se burlaron de mi ahora estaban preocupados. Teclee para contestarle a Taehyung un chiste que me había enviado pero una llamada interrumpió mi escritura.

- Hola - conteste - Hola, si no responde voy a cortar -

- No cortes... Por favor -

- Jungkook? Eres tu? - mis manos empezaron a sudar y mi respiración se entrecorto, sabía que era él.

- Hola Jimin -

- Kooki al fin, por que nos has venido a verme? - estaba bastante molesto por eso.

- Yo si he ido, pero ni Yoon Gi ni tu papá me han dejado verte, quiero saber como estas, estoy desesperado Jimin - él empezó a llorar.

- No llores, estoy bien - reí de tanta emoción que sentía.

- Seguro? -

- Si estoy bien lo juro - suspire - mm, te propongo algo -

- Lo que sea, dime -

- Ven después de las diez y pasa la noche conmigo aquí - mi corazón empezó a latir con rapidez y emoción.

- Pero y tu papá? Como vamos a hacer? -

- Mm me quedo solo de noche, convencí a mi papá que duermo toda la noche y de que no es necesario que él se quedé, yo estoy bien -

- Esta bien iré, ¿pero como voy a pasar sin que me vea? -

- De eso me encargo yo, no te preocupes, te veo luego -

- Confío en ti, nos vemos -

- Jungkook? -

- Si? -

- Te amo -

-... También.. Yo -

Corte la llamada y cuando me mire en la pantalla del teléfono me di cuenta que parecía cualquier cosa, despeinado, ojeroso y encima tenia terrible marca en la nariz, entre en crisis, no podía verme así.

Le pedí a mi papá que me ayudara con el baño, me puse un pillama de seda que me habían regalado pero que nunca usaba, utilice como excusa el bueno humor para arreglarme y que nadie sospechara. Me maquille un poco y arregle mi cabello, quería verme lindo para él y que no se llevara un susto horrible al encontrarse conmigo. Estaba tan nervioso que hasta papá se dio cuenta de que algo me pasaba y eso que él no se fija mucho, llegué a contestar que tenía ansiedad de mover las piernas, dios no me castigues por mentir.

Ya eran las nueve y media de la noche y mi padre no se marchaba, quería que se fuera ya, le insistí como tres veces en que se fuera, que yo estaba bien, pero nada. Me pregunto si me acomodaba para dormir y le dije que no, que me quedaría un rato viendo videos. Halla cuando el universo quiso se levantó y tomó su abrigo.

- Bueno hijo ¿seguro que estas bien? -

- Si papá, ve tranquilo, te quiero mucho -

- Yo también, te veo por la mañana - beso mi mejilla y se fue.

Al fin se había ido, que hombre.

- Hola Jimini - dijo Yuqui entrando a la habitación - él chico apuesto lleva un rato esperando, realmente es muy simpático e interesante ¿tiene novia? - si yo maldita estúpida.

- Mmm no no tiene - sonreí - pero es un maldito cretino, no te fíes -

- Mm bueno, iré a decirle que pase -

- Por favor Yuqui - tome su mano - no digas nada ¿si? Y no dejes que entre nadie, gracias por todo - ella asintió con una sonrisa y se fue.

Ok, ya era el momento, él va a entrar por esa puerta y te va a besar y a abrazar y... Dios mio me muero en este instante, Jimin respira todo esta bien, solo es Jungkook, el mismo idiota de siempre que hace unas hora te dijo que te ama, si solo es él, ayuda.
Mis manos empezaron a sudar, mi corazón latía a mil por hora, ¿que le digo? ¿Que hago? Necesito ayuda.

- Hola - entro en la habitación y tranco la puerta.

Se veía tan hermoso, llevaba unos jeans negros ajustados y un buzo con capucha también negro.

- H-hola - sonreí y sentí mis cachetes arder.

Al oír mis voz soltó su mochila en algún lugar de la habitación y corrió hacia mí, estampó literalmente sus labios contra los míos y no pude evitar reírme por qué su reacción fue extremadamente graciosa. Repartió besos por toda mi cara y me abrazo fuerte como si no me viera hace años, parecía que él que estaba frente a mí no era Jungkook, al menos no era el que yo conocí.

- Mira tu naricita - hizo un puchero super tierno.

- Se nota? - toque mi nariz intentando cubrir la cicatriz.

- Si mi amor, pero tiene cascarita se te irá pronto - sonrió.

Me sonroje al escucharlo decir "mi amor", era raro salido de su boca, es decir, es Jungkook.

- Muévete un poco así me acuesto contigo - me dijo moviendo sus manos para que me corriera.

- No puedo Kooki - baje la mirada.

- Por qué no? -

- No siento nada de la cintura para abajo - me puse algo tenso y nervioso.

- Oh ya veo - me acaricio y se volvió a sentar a mi lado.

- Si me ayudas puedo hacerte lugar - intente animar el ambiente, no me gusta que la gente sienta lastima por mi.

- Esta bien ¿que hago? - pregunto curioso.

- Solo mueveme tonto - ríe y él lo hizo también.

Me acomodo de costado, le costó un poco pero lo logramos, él se acostó frente a mí y me beso. Charlamos un largo rato discutiendo si él me amaba o no, yo le decía que uno no elige cuando enamorarse y él insiste en que se enamoro de mí ahora, no antes, que él me ama cuando él quiere y ya. En fin no tenía sentido nada de lo que hablábamos pero nos estábamos entendiendo al fin. Era tarde ya cuando nos quedamos dormidos.

La Apuesta - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora