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Narra Jimin

MoonBin volvió a su lugar, algunos alumnos que faltaban fueron llegando al salón, Jin entró y me dio un abrazo, se nota a que había estado llorando. Todos se pusieron a hablar mientras se iban sentando, Jungkook entró segundos después y se sento a mi lado, no dudo un segundo en recostarse en mi hombro y esconder su cara en mi cuello, lo abrace y comenzó a llorar, todos comprendieron la situación y continuaron con lo que hacían en silencio. Yeeun acompaño el llanto de Jungkook ya que también eran muy amigos. Nunca lo había visto así, lloraba desconsoladamente, Jin se acercó a calmarlo pero él se negaba a soltarme.

- Señor Kim por favor acompañe al señor Jeon afuera - dijo la profesora al entrar al salón.

- Vamos Jungkook - Jin lo sincho arrastrándome con él.

- Jungkooki yo no puedo ir, ve y toma un poco de aire - acaricie su mejilla y se levantó furioso con Jin detrás de él.

Sabía que en este momento necesitaba contención y no había nada en el mundo que yo quisiera más que estar con él. Intenté acomodarme un poco en el asiento con gran dificultad, Yeeun también salió del salon acompañada de Seung Hee. Se habló algo en clase pero no querían angustiar a los alumnos así que sin más la profesora comenzó a hablar de los continentes y no se que más.

Al paso de diez minutos empecé a preocuparme de que Jungkook y Jin no volvieran así que le pedí a la profesora para ir al baño y acepto amablemente. Me levante y camine por el pasillo lo más rápido que pude, salí al patio y allí estaba él llorando. Pude escuchar que hablaba con Jin - él me tenía a mí - le decía - por qué lo hizo podía decirme lo que sea, yo siempre estuve para él - y lloraba aún más. Me detuve en la mitad del patio y Jin pudo darse cuenta de mi presencia.

- Jimin! - Jungkook corrió hacia mi - que haces? -

- Estaba preocupado y pedí para ir al baño ¿estas bien? - lo vi parado frente a mi.

Se veía tan indefenso, me miró serio y tomó mi rostro, planto sus labios sobre los míos, me beso con dulzura y amor, bueno al menos así lo sentí yo.

- Jungkook por favor - grito Jin desde atrás.

- Jin ven, acércate - le dijo Jungkook cuando se separo de mi.

Me quedé observando unos segundo lo hermoso que era mi novio, su piel perfecta, sus ojos cristalizados por el llanto, su cabello, sus manos, sus labios...

- Que haces Jungkook? Me voy a caer - tomo mis muletas y se las dio a Jin.

- Vamos - me cargo en sus brazos.

- Jungkook bajame, no quiero ir por favor, quiero quedarme contigo, Jungkook -

Lloriquie hasta que llegamos al salón, que vergüenza, se paro frente a la puerta conmigo a upa y le pidió a la profesora si le daba permiso de entrar la cual asintió y él me bajo cerca de mi silla. Me senté y Jungkook a mi lado.

- Nunca vas a dejar de avergonzarme? - le susurre a Jungkook.

- Acostúmbrate - me dijo serio y lo mire - ahora somos novios - sonrió.


[♥️]

Imagínense pasar de ser el chico timido que nada más hablaba con su hermano a ser aquel que todos miran con respeto y recelo. Los chicos me saludaban como si yo fuera una estrella de Hollywood y las chicas me miraban de forma irónica por que no podían creer que estuviera saliendo con Jungkook. Me sentía extraño, no me gustaba tener toda esa atención, me hacía estar incómodo en todos los lugares a los que iba y encima mis muletas no ayudaban mucho.

Jungkook por su parte no dejaba de mirar el piso, ya ni siquiera me dedicaba una de esas lindas y frías miradas, lo entiendo, esta sufriendo, pero me angustia por que no se como calmar su dolor.

- Me llevaras a tu casa hoy? - le pregunte a modo de distracción.

- Si, claro - respondió cabizbajo y somnoliento.

Ya pasaron tres semanas de la muerte de su amigo y parece no poder superarlo aún, fue algo terrible para todos y temo que él haga algo así, incluso Seung Hee estaba más preocupada por él que de costumbre y me a encargado que lo cuide mucho por que según ella Jungkook me hace caso.

- Pensé que tal vez ahora que ya no uso tanto las muletas podíamos hacer algo divertido - bese el lóbulo de su oreja insinuandole algo sucio pero a él no pareció importarle, ni siquiera me respondió - ¿Quieres dejarme? - bufé fastidiado - ¿Quieres que me aleje y te deje solo? -

- Por qué dices eso? - me miro con ojos de cachorro asustado - Tu estas dejándome? - poco le costó volver a su mirada fría y aterradora.

- No - reí ante lo intimidante que era - solo quería llamar tu atención -

Bufo molesto y volvió a sus pensamientos, así fue el resto del día escolar. Camino a su casa fue igual, sin hablar, y una vez allí, solo entró y se acostó en su cama, sin molestarse por mi precencia.

- Bien me iré a mi casa ya que nadie quiere que este aquí - grite al viento sosteniendo fuerte mis muletas para no llorar.

- Puedes dejar de gritar y venir aquí por favor? - hablo calmado parado en la puerta del cuarto - estaba tendiendo la cama - me acerque a paso lento - eres tan dramático aveces - beso mi mejilla y me alzó para llevarme más rápido a la cama dejando las muletas abandonadas en la puerta.

Reí por la velocidad de sus movimientos, aveces no parecía humano y pensar que solo en una noche soñé mil cosas con él. Una vida entera diría yo, tal y como quisiera que fuera, pero la realidad era otra.
Él era cariñoso?, si, ¿me trataba bien?, de maravilla, pero sentía que algo me faltaba y mientras mi cuello era brutalme succionado por su labios, yo no podía dejar de pensar en la incomodidad dentro de mi.

- Cuanto durará esto? - pregunte de la nada.

- Hasta que te quede una marca - dijo sonriendo.

- No me refiero a eso, tonto - hice una mueca burlona - me refiero a lo nuestro, a lo que sea que tengamos ahora - susurre jugando con el cuello de su camisa.

- Vas a empezar con esto otra vez? ¿No se supone que era lo que querías? Que estuviéramos juntos. Ni siquiera llevamos un mes de novios y tu ya estas pensando cuando se va a terminar - se levantó bastante molesto y se fue de la habitación.

Me quedé en la cama, llorando como siempre, ¿es que Jimin nunca vas a cambiar?, ya madura. Que fastidio, quiero morir, ya no quiero estar aquí, no me gusta, no es lo que yo quiero, pero los demás no pueden ser como yo quiero ¿o si?.

La Apuesta - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora