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Narra Jimin

Jungkook me compro helado para disculparse por gritarme, ahora me encontraba sentado en su sillón comiendolo y leyendo el libro que me regalo Bin. No podía concentrarme en la lectura ya que la mirada de Jungkook me traía loco, yo quería lanzarme encima de él y besarle como un loco pero no me dejaba ni siquiera respirar.

- Jimin si no dejas la cabeza quieta no puedo -

- Lo siento - sonreí, no podía estar mas enamorado de ese chico.

Después de media hora cerró el cuaderno y lo dejó en la mesa junto con el lápiz.

- Puedo verlo? - me pare para agarrar el cuaderno.

- No hasta que lo termine -

Jungkook me tomo de la mano y me hizo caer en su regazo, me sente sobre él y lo abrace por el cuello. Él me miró fijo estudiando cada una de mis facciones.

- Me vas a besar? - pregunté ansioso.

- Eso es lo que quieres? - metió sus manos bajo mi camiseta haciéndome estremecer.

- Quiero que me hagas el amor - confesé y me acerque para besarlo pero él me detuvo.

- Quítate no te haré el amor - se levantó y me dejo solo en la sala.

Se dirigió a la habitación y demoro allí un rato, yo me dispuse a juntar mis cosas, no permitiría que volviera a jugar conmigo. Quien se cree? Si él cree que puede hacer lo que quiera conmigo esta muy equivocado.

- A donde vas? - a quien engaño estoy perdido.

Me quedé ahí parado sin decir nada, él estaba frente a mi con la camisa desprendida mostrándome sus asombrosos abdominales, se acercó con un pequeño frasco rosado y empezó a susurrar cosas en mi oído, yo no podía dejar de oler su delicioso aroma y tentarme con la idea de tocar su pecho.

- Jimin? - tomo mi rostro para que le prestar atención - ya te dije que tu y..
- Lo interrumpí.

- Ya se no somos nada - dije apartando la mirada.

- Bien, entonces lo haremos a mi manera por que yo no hago el amor -

Me hizo caminar hasta el sillón y me tiro sobre el - ponte de espaldas - me dijo fuerte.

- Que? - voltee a mirarlo.

- En cuatro Jimin, ponte en cuatro patas como perrito - hacia muecas como si estuviera diciendo lo más normal del mundo.

- Está bien - dije en un hilo de voz, su tono me dolía, siempre era tan agresivo.

Se acercó a mí luego de que me puse en esa posición y rozó su miembro, cubierto por el pantalón pero ya despierto, por mi trasero acariciando mis muslos y mi entrepierna con su mano libre. No pude evitar gemir suave y a él parecía gustarle eso. Desprendió mi pantalón y lo bajo junto con el bóxer, abrió el pequeño frasco y vertió el líquido en sus dedos, sin previo aviso metió un dedo en mi entrada y grite por el dolor. Comenzó a moverlo provocandome una gran exitacion, luego fueron dos y tres, no dejaba de moverlos y yo acompañaba moviendo mi cadera. Lo único que podía escucharse en la gran habitación eran mis gemidos ahogados por el respaldo del sillón, dios esto era increíble, se sentía tan bien, no quería que para nunca, la primera vez que estuvimos juntos no lo había disfrutado tanto como ahora y no es que no lo haya echo, es que me concentre tanto en amarlo que no me di cuenta lo bueno que era el sexo.

- Jimin - susurro en mi oído - necesito que respires profundo -

Asentí sin mirarlo, sabía que ahora se venía lo peor. Apreté y mordí fuerte el respaldo cuando sentí su miembro entrar, dolía como la misma mierda. Espero unos segundos y cuando levante mi cabeza supo que estaba listo así que empezó a moverse. Dolía, dolía, dolía, dolía menos, dios mío Jungkook era lo mejor que me había pasado en la vida.

- Aa - gemi sintiendo su mano en mi miembro.

- Jimin están tan apretado dios - gimió.

El sonido de nuestras pieles en contacto se mezclaba armoniosamente con nuestros gemidos. A parte de masturbarme, besaba el lóbulo de mi oreja con énfasis y exitacion, se sentía delicioso y él parecía otra persona, le gustaba, lo disfrutaba y por un momento me gustó creer que me amaba pero sabía que no era cierto.

- Jungkook me vengo - logre decir en un hilo de respiración.

- Aguanta bebé - susurro en mi oído.

- Aa Jungkooki ya... - y me vine en su mano, segundos después él se vino dentro de mi.

Se tiro sobre el sillón con la respiración agitada y su cuerpo todo sudado, terminó de quitarse el pantalón y se quedó ahí tendido. Yo aún permanecía en esa posición con ambas manos apoyadas en el respaldo y mi cabeza entre ellas con la vista posada en él. No puede evitar sonreír al verlo todo sudado y cansado, se veia hermoso. Me miró con apenas una sonrisa en el rostro, acaricio mi espalda y cerró lo ojos.

- Ahora podríamos ir a la cama y dormir una siesta -

- Ahora tengo que ir a mi casa - dije suavesito incorporandome lentamente.

Su mano se deslizó desde mi espalda hasta mi trasero, él río fuerte y me pellizco en esa zona.

- Oye eso duele - me sente a su lado.

- Pobrecito al bebesito le duele la pompa - se burlo para luego besarme, este chico es tan raro.

Me reí, esta faceta suya era muy divertida, él en realidad era adorable y tierno, no entiendo por qué siempre tiene que mostrarse duro y frío, y menos entiendo por qué no puede amarme si ahora era feliz conmigo.

- Te puedo contar algo? - asintió aún sonriendo - el día de la fiesta que me emborrache y me trajiste a tu casa, tuve un sueño tan real -

- Cuéntame - dijo curioso acomodándose y abrazando mi cintura.

- Soñé que tu y yo éramos novios, luego nos dejábamos por culpa de tu padre y te ibas a Seoul, pero luego volviste y yo me fui a la universidad, pero tuviste un accidente y cuando despertaste me dijiste que serias padre pero yo te amo igual así que nos quedamos juntos - mire su expresión - Jungkook? - él se había dormido en mi pecho.

No había escuchado nada de lo que le dije, por un lado mejor, de seguro pensaría que estaba loco.

La Apuesta - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora