24- Loco por Ti.

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Él lograba destruir mi orgullo, mi ego y mi cubierta de titanio. Lo hacía con algo tan estúpido como cantar mi canción favorita, la que se supone que nadie conoce y mantuve en secreto desde que la escuché por primera vez en la radio de Spotify. ¿Cómo había acabado metida en esto? ¿Cómo hace él para que una canción cantada al oído, que trata de una relación disfuncional, logre hacer que mi respiración falle? Era ridícula. Le había dicho tantas cosas anoche, que juro que eran ciertas, pero todo se fue al diablo, y no me arrepiento de nada, y menos ahora, jugando con su cabello mientras él dormía. Es lamentable mi autocontrol cuando se trata de él.

Troy nos mataría a ambos. Le había prometido que mi corazón no se detendría otra vez. Pero aquí estaba, batallando para que siguiera un ritmo estable. Pero no puedo evitarlo cuando dijo, y cito, porque sus palabras se habían grabado con fuego en mi cabeza, estaba tan terriblemente enamorado de mí que sentía que se quemaba por dentro. Después de todo yo seguía siendo una adolescente, y yo también me había enamorado terriblemente de él. Y aunque me sentía culpable porque mi dignidad se había ido al rincón de la calefacción y se negaba a siquiera a mirarme, yo había pasado la noche con Kyllian en un sofá. Y no me quería mover, por miedo a despertarlo, pero mis dedos entre los rizos de su negro cabello no parecía molestarle para nada. Mantenía una relación amor-odio con la presión en mi pecho cuando estaba cerca de él.

Anoche, después del concierto privado, solo nos desplomamos sobre el sofá como rocas por el cansancio. Aunque no lo demostrara, Kyllian estaba luchando para mantenerse en pie y no era tan mala persona como para dejarlo débil y con frío en el sofá por su cuenta. También era que no me creía capaz de caminar de vuelta a la esquina, tenía fiebre y sentía que moriría, otra vez, si no me acostaba en ese mismo momento. La cabeza me daba vueltas y no creía que fuera por ese beso.

Él se aferraba a mí. Tal vez fue algo inconsciente de sus sueños, había hablado dormido toda la noche, pero no le entendí que decía, también tuve que despertarlo a veces cuando tenía una pesadilla. Cuando despertó, tampoco me dejó ir tan fácil. No se veía tan mal como ayer, pero no se veía bien al cien por ciento.

—Buenos días —dijo con voz ronca, que hizo que mi pobre corazoncito latiera más rápido de lo que pensaba que sería bueno para su salud.

—Buen día —le respondí, todavía jugando con su cabello.

—Buenos días —apreté los labios y escondí mi rostro en la almohada al oír la pícara voz de Giovanna —¡Troy te lo dije! ¡Gané la apuesta!

¿Qué? ¿Hicieron una apuesta? Eso era caer muy bajo. Levante la cabeza solo para ver su sonrisa de suficiencia y sus manos sosteniendo dos tazas humeantes.

—Debes estar bromeando —dijo Troy bajando la escalera ¿Por qué estas cosas me pasan a mí? —. Nunca debí darle ese whisky.

—Te lo dije —le respondió Giovanna —. Adoro los finales felices.

—Ahora yo necesito ese whisky —dije con el rostro de nuevo en la almohada.

Escuché a Kyllian reír y lo golpeé con la almohada en el abdomen. Me levanté sin mirar a nadie en particular y tomé la taza de la mano de Giovanna.

—Tarde o temprano iba a pasar, nena —dijo Giovanna —. Solo hay dos cosas que no se pueden disimular: estar borracho y estar enamorado, Y él estaba ambos anoche —se encogió de hombros —. Hasta un ciego se da cuenta de que ambos babean por el otro.

—No digas estupideces —dije en un murmuro. Ella rió como maniaca y le extendió la taza a Kyllian.

—Pelean todo el tiempo, eso no lo pienso negar, pero esa es su retorcida manera de demostrar que se quieren —concluyó Gio a un lado de Troy —. Pero a pesar de sus numerosas diferencias, están locos el uno por el otro, y por eso sus frecuentes discusiones que la mayoría son porque están preocupados por el otro y tratan de cuidarse. Pero, por amor a dios, háganlo de otra manera, es frustrante escucharlos discutir todo el tiempo.

AteneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora