Capítulo diecisiete: ❝Guardianes❞.

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El sol iluminaba el bosque como si intentase anunciar un buen día por venir, aunque nadie en ese pequeño grupo creyese que eso era cierto. Y bueno, tenían sus razones.

Pese a que la oscuridad se había ido, y con ella los tenebrosos escenarios de un bosque adornado en calaveras como mensaje de "Aléjense", los ánimos de los adolescentes barrían el suelo.

La desesperanza, volviéndose la peor enemiga de Bellamy Blake y su nerviosismo, trabajaba sin cesar para menoscabar cada intento de encontrar a Octavia con vida. Y el grupo de búsqueda ―compuesto por ocho personas― caminaba a paso cargado, con sus rostros decaídos, acoplados unos a otros como a Dharani le gustaba, y a paso sigiloso como Blake había exigido.

―¿Algún avance de tu lado? ―preguntó la castaña en voz baja producto de un dolor de cabeza a Finn, el rastreador alfa del grupo.

«Porque sí, desde que decidí meterme en este viaje con el Señor Caminante, ahora él me asignó un nuevo trabajo como su "Rastreadora asistente". ¡Gracias, Caminante! Ahora me siento como un sabueso, tan solo falta que alguien me dé el cinturón de Octavia para olfatearlo».

―No tenga nada ―comunicó―. ¿Qué hay de ti?

Inmediatamente ella le entregó una mala mirada, haciéndose rápidamente una experta en hacerlo. Eso y que su desmejorado rostro por pasar dos noches en vela la ayudaba mucho en parecer enojada.

―¿Lo dices en serio? ―espetó―. Soy en verdad un asco en rastrear gente. Es que... ni siquiera puedo ver los desniveles del suelo con los que me tuerzo el tobillo cada cinco pasos, y podré ver algún rastro que nos sirva. En serio, ¿Por qué me designaste como rastreadora?

―Porque necesitaba ayuda.

―Sí, grandiosa ayuda recibes de mí. Felicitaciones por esa idea, genio ―escupió con sarcasmo de sí misma, rodándole los ojos.

Y antes de que Finn le pudiese contestar, Bellamy interfirió.

―Debiste hacerme caso, Dharani. Te dije que volvieses al campamento y cuidases de él mientras Clarke y yo no estábamos.

La nombrada esbozó una hipócrita sonrisa en cuanto lo escuchó, aunque eso no le importó a Bellamy dado que ni siquiera la vio.

Por su parte, él se mantenía muy concentrado en buscar algo entre los árboles o en la tierra que sirviese como señal.

¿El problema? No encontrarlo le ponía de muy mal humor.

―De acuerdo, lo diré yo ―anunció Finn―. Perdimos el rastro.

―Pues sigue buscando ―presionó frustrado el líder.

Y tras eso, por el rabillo del ojo Jasper observó a su amiga, tal como si la estuviese animando a incidir en el mal humor de Bellamy.

¹𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 𝐨𝐟 𝐀𝐧𝐚𝐫𝐜𝐡𝐲 ↠𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐦𝐲 𝐁𝐥𝐚𝐤𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora