SINOPSIS:
Dharani Taylor, una chica de diecisiete años, aguarda su condena como prisionera juvenil en el Arca cuando descubre que varios reclusos serán enviados a la Tierra.
Llamada la "Princesa de la Anarquía", llegará a la Tierra para convertirse...
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Las luces de las velas era lo único que quedaba alumbrando la tienda que pertenecía a Bellamy Blake, quien se encontraba recostado en su cama desde que Dharani había pedido ayuda a los chicos del campamento para cargarlo hasta ahí y dejarlo descansar.
Octavia se había ido minutos atrás luego de haber pasado preocupada toda la tarde allí, más Dharani había escogido quedarse con la excusa de revisarlo cuando despertase.
Aquello era lo más cercano que los chicos tenían a esas típicas películas de los filmes antiguos en los que las personas hospitalizadas siempre tenían a su ser querido esperando ser quien los recibiría al despertar.
Parecía una escena cliché, pero no.
Dharani estaba sumergida en sus propios pensamientos, sintiendo aquel remordimiento que se alimentaba de su pecho cada que recordaba sus palabras horas atrás.
Podía querer negarlo, pero no, era imposible. Se había transformado en lo que no quería. Se había transformado en Thelonious Jaha y todos los antiguos cancilleres que le antecedían.
Por milésima vez desde que estaba sentada a un lado de la cama de Bellamy soltó un profundo suspiro, y perdió su mirada en el baile que su sombra hacía en la tela de la tienda.
Eso hasta que escuchó un quejido.
Bellamy se movía un tanto desconcertado, y ella rápidamente se colocó de pie para tomar asiento a su lado, en la cama.
―Hey, hola ―saludó con voz suave una vez que él captó su presencia.
Intentó sonreírle, pero ni eso le salía.
Los ojos de Bellamy se concentraron inmediatamente en los de ella, y pese a agradarle despertar de esa forma, su confusión ganó por sobre su gusto y frunció su ceño, confundido.
―¿Qué me pasó? ―emitió con voz ronca, incluso pastosa. Tuvo que carraspear su garganta para eliminar la molestia―. ¿Q-que sucedió?
Dharani se colocó de pie y buscó una de las fundas de plástico en las que conservaban el agua para acercarse a él.
―Demasiadas cosas ―murmuró, apenas sonriéndole―. Te desmayaste... bueno, te pegaron en la cabeza y quedaste inconsciente.
Bellamy frunció el ceño, atento a todos los recuerdos que venían a él, pero todo eso lo apartó cuando la chica le sonrió.
Destensando su entrecejo, sintió como la mano de Dharani se extendía por su nuca, erizándole la piel, y levantando su cabeza lo más cuidadosa posible.
Si alguien no la conociese, dirían que ese gesto era propio de una chica dulce, pero él sabía que no era así. No obstante, comenzaba a agradarle "esa Dharani".
El tapón del recipiente estaba fuera, y ahora la boquilla de éste se dirigía a sus labios, y el moreno los abrió para dejar entrar el agua.
Dharani emitió una expresión de alivio cuando lo vio bien y retiró el recipiente para cerrarlo y volver a sentarse a su lado.
