SINOPSIS:
Dharani Taylor, una chica de diecisiete años, aguarda su condena como prisionera juvenil en el Arca cuando descubre que varios reclusos serán enviados a la Tierra.
Llamada la "Princesa de la Anarquía", llegará a la Tierra para convertirse...
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Flashback.
Dharani se sujetó la barriga cuando un dolor punzante la agredió, y con la vista borrosa por algunas lágrimas rebeldes consiguió distinguir cómo John estaba tirado en el suelo unos metros más allá. Apenas y le pudo ver la cara, puesto que los pies de tres guardias lo cubrían en tanto lo golpeaban.
Aturdida, la adolescente no podía concebir cómo es que habían terminado en esa situación cuando momentos atrás todo parecía tan perfecto entre los dos, pero aquellos eran los azares que la montaña rusa de la prisión en el Arca tenía como riesgos.
Le escuchó gritar su nombre en un momento. Sí, estaba segura de que se trataba de un "ayúdame, por favor", aun cuando su llamado de auxilio estuviese amortiguado por los embistes de los guardias y la sangre en su boca.
―¡Dharani! ¡Dharani! ―suplicaba el ojiceleste, sonando torpe. Provocaba mayor risa entre los hombres.
―Así es, imbécil. ¿No eres tan valiente ahora? ―se burló uno de los agresores antes de darle una fuerte patada en el vientre que hizo rebotar al chico en el suelo―. ¿Ya no te parece divertido incendiar el cuartel de oficiales, o sí?
No, a Murphy ya no le parecía divertido, tal vez porque jamás lo pareció.
Forzosamente, Dharani golpeó débilmente al guardia que la retenía en el otro extremo de la habitación para evitar que intercediese en la riña, pero sin remordimiento éste se lo devolvió en su estómago, reacomodándole las tripas de un viaje.
Le dolía como el infierno, pero su dolor no estaba ni cerca de compararse al de su novio.
―Ya... déjenlo. ¡Déjenlo en paz! ―chilló desesperada, con varias lágrimas en el rostro para comprobar que era así, no obstante, su aniñada demanda terminó por alentarlos a seguir.
Escuchó una risa ronca emerger del cabecilla ―más conocido como el que más disfrutaba―, y viéndola con cierta burla, pateó al adolescente en el rostro.
―Pregúntale ―Apuntó a su novio con menosprecio―. Pregúntale si ahora le parece divertido incendiar el cuartel de oficiales. Seguro que no... pero tú cómo vas a saber, pirómana.
Dharani se estremeció al oírlo hablar así, pero no tanto como la forma en que se le enervó la sangre. Sabía que ellos estaban ahí por un ajuste de cuentas personal con John, dado que había incendiado el cuartel que había apresado a su padre una vez que su madre falleció.
Pero no lo entendían. Él había hecho eso por miedo, rencor y dolor, especialmente lo último. Por la madre que se había perdido en la bebida luego de la muerte de su esposo, culpándolo porque había sido flotado luego de que enfermó.
