Capítulo treinta y uno: ❝Dos corazones en un mismo ataúd❞.

9.2K 564 292
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Dharani se sobresaltó luego de escuchar aquel siniestro sonido de golpes dentro de la habitación sacudiéndole fibras que, hasta entonces, ni sabía que poseía en el alma, e instintivamente dejó las lágrimas caer.

Lágrimas que no consiguió retener porque no podía hacer nada por él, y lágrimas que, Octavia al percibir, le indicó a un joven para que la auxiliara.

―Oye, tú, despiértala. Está teniendo una pesadilla y eso hará que le suba fiebre de nuevo ―La señaló, y con una prisa casi sorprendente, el chico de aspecto voluntarioso se hincó a un lado de la líder y la sacudió.

Colocaba énfasis en su tarea porque quería ser de utilidad, pero la castaña tenía un sueño bastante pesado, tal vez porque siempre dormía menos de la cuenta y cuando su cuerpo encontraba la oportunidad, no la desaprovechaba.

―Despierta. Por favor, despierta ―La meneó y, al cabo de unos momentos, Dharani se sobresaltó justo como en su sueño.

Brincó en el suelo donde se había quedado dormida horas atrás, y al ver un rostro que no reconocía, abrió sus ojos de par en par e intentó apartarse. Temía que la lastimaran, y una expresión de inquietud le indicó al habitante lo aturdida que estaba.

Levantando sus manos en señal de paz, paralizó su respiración igual que ella y le dejó saber que no pretendía hacerle daño.

―Te-tenías un mal sueño ―explicó, recordando el espectáculo que la adolescente había entregado horas atrás con un arco Terrestre y buen tino. Honestamente, no deseaba ser un nuevo blanco.

Dharani no tenía intenciones de lastimarlo, al contrario, se tomó unos segundos para orientarse.

Suelo. Nave. Gente enferma; Estaba en la Tierra y en medio de una situación de emergencia. También se había quedado dormida ―no por voluntad― justo cuando su gente más la necesitaba.

―Gracias ―musitó, descubriendo lo débil y rasposa que se oía su voz.

Una dificultad para tragar saliva se presentó en su garganta cuando, al notar la adolorida zona, recordó que estaba enferma. Realizando una mueca, pretendió sonreírle al chico y luego se colocó de pie.

«¡El suelo se mueve! ¡El suelo se mueve, gente!».

Un fuerte tambaleo sacudió inmediatamente a la líder, y al ver que nadie más se veía afectado por ese terremoto interno, descubrió que aquel malestar que sentía iba más allá de un simple dolor de garganta.

―Ah, no puedes levantarte ―El joven intentó detenerla una vez que la vio incorporarse, tratando de que lo escuchara pese a su voz nerviosa, pero en respuesta sólo recibió una sonrisa de cortesía.

―Sí puedo hacerlo. Mírame ―Se exhibió ya de pie antes de mirarlo con ternura―. Gracias por ayudarme, pero...

―No te levantes ―intercedió Octavia, quien ahora era la "enfermera jefe". La había amonestado con una voz mandataria que habría intimidado a cualquiera de no ser porque Dharani no se intimidaba con nada.

¹𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 𝐨𝐟 𝐀𝐧𝐚𝐫𝐜𝐡𝐲 ↠𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐦𝐲 𝐁𝐥𝐚𝐤𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora