SINOPSIS:
Dharani Taylor, una chica de diecisiete años, aguarda su condena como prisionera juvenil en el Arca cuando descubre que varios reclusos serán enviados a la Tierra.
Llamada la "Princesa de la Anarquía", llegará a la Tierra para convertirse...
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Unos veloces brazos sujetaron a Dharani cuando se tambaleó, impidiendo que terminase tirada en el suelo por culpa de su evidente inestabilidad. Sin embargo, ella los apartó con rapidez.
―No me toques. No si estoy infectada y tú no ―Le dio una mala mirada al moreno que, en escasos segundos, reflejó su disgusto por la palabra "infectada".
Su rostro irradió preocupación, una que acalló para no iniciar una escena con su novia, quien acomodando su cabello, fingía que nada ocurría. Pero estaba mal ser así con él. Habían pasado por tanto que ahora no hacía falta esforzarse para entrever en sus acciones lo que en verdad ocurría; Dharani estaba asustada.
―Estás infectada ―murmuró repentinamente Clarke, con una expresión de espanto.
La castaña vagó su mirada por esa reacción tan espeluznada que su co-líder realizó, y en respuesta le frunció el ceño considerablemente.
―Igual que tú ―acusó―, así que si quieres hacerme sentir discriminada, no tienes mucho por donde hablar.
Clarke ignoró aquella nota defensiva y negó con su cabeza, desconcertada.
―Es que no puede ser.
―Soy humana, Clarke, me resfrío ―esclareció―. Y si piensas que esta es la primera vez que me sangra la nariz, estás equivocada. Así que... ―Aplaudiendo enérgicamente, prosiguió―: ¿En qué ayudaré yo?
Ante las últimas palabras, Bellamy fue capaz de reaccionar de su estupor y avanzó unos pasos hacia el frente. Negó con la cabeza.
―No puedes estar enferma ―Viendo a Clarke, reclamó―: ¿No habías dicho que estaba bien?
―Sí.
―¿Y qué cambió?
―Que ya no estoy tan bien como segundos atrás ―Tomó la palabra Dharani, sintiendo por un segundo que él se colocaba en el papel de tutor en medio de una consulta médica. Aterrada por la simple suposición, farfulló―: Clarke te había dicho que te avisaría si cambiaba "mi condición". Pues, ya cambió.
Pero el moreno se negaba a razonar. Recordaba como minutos atrás Dharani estaba de maravilla, y fuera de la contractura muscular que tenía por haber dormido en un suelo, todo estaría bien.
Sin embargo, antes de que la joven pudiese llegar siquiera al segundo nivel de la nave, su estado había empeorado.
Entonces, realizó memoria. Recordó como lo primero que había visto de ella fue lo ligeramente irritados que estaban los contornos de sus párpados al despertar, pero él lo había ignorado al creer que se debía a la mala noche y falta de sueño. Ahora que volvía a verla, el color rojizo le hacía sentido.
Dharani estaba enferma. Quien menos creyó que tendría problemas de salud, los tenía ahora. ¿Y de quien era culpa?
