- Estoy llegando –Le dije a Jenny mientras conducía hacia el aeropuerto.
- De acuerdo –Me dijo contenta, casi llorando.
Muchas cosas se me pasaron por la cabeza en ese momento, ese ‘A millas de distancia’ estaba por ser destruido; porque tan solo en veinte minutos conocería a mi mejor amiga, la vería en persona, la abrazaría y lloraría de felicidad, porque es una de las pocas personas que me importan demasiado, y con demasiado me refiero a completamente .Lloraría, ya lo estaba comenzando a hacer, estaba tan nerviosa… sentía que mi estómago era un gran y gigantesco nudo, sentía emoción, nervios, ansiedad, alegría, felicidad; sentía que estaba a punto de cumplir una de mis mayores metas, me sentía libre y feliz, me sentía demasiado feliz como para que algo arruinara mi día.
Habían pocos días en los que yo tenía una actitud optimista, positiva y buena… pero últimamente las cosas estaban saliendo bien, no sabía por qué salían así, solamente lo hacían .Muchas veces sentía una depresión gigantesca y quería escapar de todo y de todos; sentía que la muerte era la paz…es que yo deseaba estar muerta ¡Joder! Si lo deseaba, deseaba cerrar los ojos para no abrirlos más, deseaba despertar en un mundo paralelo donde no existiese ningún tipo de mal, deseaba tener una madre que realmente me comprenda y que se preocupe por mi, deseaba no ser una estúpida víctima del bullying… deseaba volar.
Estacione el auto y rápidamente saqué mi guitarra de su estuche, me la coloqué en el hombro y luego tomé mi teléfono; ni siquiera recuerdo si le había puesto alarma al auto, solamente sé que empecé a correr con la guitarra hacia adentro del aeropuerto .Unas puertas se abrieron al ingresar al lugar, y yo solamente empecé a correr para buscar a una pelirroja con cinco maletas de animal print.
*
Empecé a desesperarme por no encontrar a Jenny, ¿Tan difícil era encontrarla? No, no podía perder la oportunidad de conocer a la persona que más me importa en este mundo, no lo iba a permitir… y por primera vez en años me iba a empeñar en encontrarla; saqué mi teléfono y marqué su número, escucha el piteo que hacía el aparato y luego de unos quince segundos contestó.
- ¡¿Dónde estás?! –Pregunté alarmada.
- ¡También iba a preguntarte eso! –Me dijo ella desde la otra línea.
- Jo.der, estoy desesperada –Admití –No tengo idea de donde encontrarte –Ella suspiró.
- Tranquilízate, solo por curiosidad… ¿De qué color tienes tu cabello ahora? –Preguntó.
- Azul, ¿Por qué? –Contesté, pero en ese instante me había quedado sin saldo en el teléfono.
Me estaba por decir algo importante y justo ahora tenía que quedarme sin saldo, era algo desalentador para mí… pero no dejaría de buscarla.
Para mi suerte me llego un mensaje, miré en la patanlla y decía ‘Date vuelta’ ¿Era enserio? ¿Se supone que tenía que obedecer al texto?
- Jo.der –Susurré y lentamente me di vuelta.
Mis ojos se abrieron como platos al ver que a tan solo a unos diez metros, tenía a una pelirroja que lloraba de la emoción .Las lágrimas empezaron a mojar mis mejillas, y lentamente tomé la guitarra, y empecé a caminar hacia ella tocando.
‘hey there Delilah, don’t you worry about the distance .I’m right there if you get lonely, give this song another listen…close your eyes .Listen to my voice it’s my disguise, I’m by your side.
Oh it’s what you do to me, oh it’s what you do to me, oh it’s what you do to me, oh it’s what you do to me, what you do to me’
A medida que me acercaba hacia ella, cantaba un fragmento de la canción .La gente nos miraba extrañada, pero eso no me importaba en este momento, porque estaba cumpliendo una de mis mayores metas; al tenerla a tan solo un cincuenta centímetros dejé de cantar, coloqué la guitarra en solo dios sabe donde y luego me acerqué hacia ella para abrazarla.
Ella solo se limitaba a llorar como una niña de prescolar, mientras yo la abrazaba y lloraba mojando su sueter, esto era fantástico .Me apretó más hacia ella y yo solamente seguí llorando, Jenny era como una especie de debilidad para mí, y ahora que la conocía en persona estaba más que feliz.
- No puedo creerlo –Susurró ella secando sus lágrimas.
- Ni yo, al fin te conozco –Sonreí emocionada -¿Cuáles son tus maletas? –Pregunté cambiando de tema.
- Esas –Apuntó a cinco maletas blancas con líneas negras y un pequeño bolso de mano con la misma estampa .Sonreí.
- Ayúdame a llevarlas –Le dije y cada una tomó unas maletas.
*
- No sé que decir –Dijo ella observándome mientras conducía hacia casa.
- Ni yo, esto es raro –Solté una carcajada y ella se unió.
- Lo es –Admitió –Por cierto, te extrañé –Sonrió colocándose sus Ray Bans.
- Tu cabello… -Cambié de tema.
- ¿Qué tiene? –Preguntó alarmada.
- Es perfecto, el rojo te sienta bien –Le dije.
- ¡Y a ti todos los colores! –Bromeó.
- Ja, ja, ja –Dije sarcásticamente.
- ¡Es enserio! –Se defendió –Por cierto… Nueva York es hermosa –Dijo asombrada por el paisaje.
- La gran manzana –Dije observando como pasábamos por South Ozone Park.
- ¡Lo es! –Sonrió.
- Esta semana te llevaré por los mejores lugares –Le conté –Conocerás lo hermoso de la ciudad, y como vivo en Manhattan, casi todo lo turístico está cerca –Ella gritó emocionada.
- Es tu cumpleaños Ori, haremos lo que tú quieras –Me abrazó.
- No, mi cumpleaños es el lunes –La miré –Hasta entonces te daré algunos lujos –Sonreí.
- ¿Cómo qué? –Preguntó emocionada.
- Quiero que vengas conmigo a un evento que organiza Vogue –Le dije.
Ella empezó a saltar en su asiento y me abrazó nuevamente.
- ¡Claro que iré! –Dijo sonriente, me gustaba verla feliz.
- Me alegra oír eso Colo –Le dije riendo.
Teníamos una hora y dos minutos para charlar, ya que el viaje de vuelta a casa era bastante largo, por lo que aprovechamos y nos pusimos al tanto de todas las cosas; ella me contó que recientemente había cortado con su novio y que lo estaba ‘Superando’, pero era más que obvio que le dolía hablar de ese tema .Charlamos casi todo el viaje, no faltaban sus inoportunos comentarios sobre Julian y sus exageradas risotas acompañadas de un ‘Te lo dije’ al contarle sobre nuestros besos.