- ¿Tú por qué lo hiciste? –Preguntó mirándome.
- También sufría bullying, era horrible –Ahogué lágrimas que querían salir.
- A mi me dejaban encerrada en los baños, supongo que a las chicas les molesta que sea como soy –Confesó Mariel algo apenada –Llegaron al extremo de darme la paliza de mi vida, y yo llegué al extremo de dañarme –Miró hacia la nada.
- Me hacían lo mismo –Le conté –Me humillaban frente a todos y luego en el baño me pegaban, yo nunca hice nada para defenderme –Me culpe.
- Son chicas fuertes –Nos abrazó Nicolas.
- Tú también amigo –Le dijo Mariel soltando lágrimas.
- ¿Se conocen hace mucho? –Pregunté.
- Hace tres semanas nos hicimos amigos aquí, ella es mi única amiga –Nicolas abrazó a Mariel riendo.
- Cuéntenme sobre este lugar –Les propuse.
- Bueno, es un lugar lindo –Dijo Mariel –Podemos leer libros, escuchar música, charlar, dibujar, y al final del día tenemos la ‘charla sentimental’ –Hizo comillas con los dedos.
- ¿La charla sentimental? –Pregunté confundida.
- Madison, que es la encargada del grupo –Señaló a los demás chicos –Nos pide que contemos los problemas que tuvimos en la semana, las cosas buenas que nos sucedieron, nuestras depresiones, nuestros progresos y todo lo relacionado con nuestros problemas.
- Lo único malo es que no te dejan entrar con nada dañino –Exclamó Nicolas.
- Lo sé, me obligó a sacarme los cordones –Le dije observando mis zapatillas.
- A nosotros también –Dijeron ellos y me percaté de que tampoco traían cordones.
*
- ¡Hola muchachos! –Escuché la voz de Madison.
- ¡Hola Madison! –Todos la saludaron, todos menos yo.
- Disculpen el retraso, ¿Comenzamos? –Preguntó al grupo.
Todos asintieron y luego pasamos a sentarnos en una ronda, una ronda en la que Madison estaba en el medio y hacía preguntas con respecto a nuestras vidas.
- ¿Qué me dices tú Annie? –Preguntó Madison a la castaña que traía una remera de Ac/Dc.
- Bueno, mi conflicto fue que esta semana estuve peleando mucho con mamá –Contó –Y eso es algo que me deprime bastante, por lo que empecé a encerrarme de nuevo –Madison solamente la miró atenta.
- ¿Y tus progresos? –Preguntó.
- Volví a practicar gimnasia artística –Sonrió .Entendí que Annie era una chica con sociofobia, o sea que tenía miedo a la gente.
- ¡Annie! –Madison se levantó de su asiento para abrazarla –Eso es increíble, no lo dejes por favor –Annie asintió .En ese momento todos empezaron a aplaudir, ahí comprendí que después de que alguien contaba sus ‘progresos y conflictos’ teníamos que aplaudir.
- ¿Nicolas? –Le dijo Madison, dando a entender que quería que cuente sus progresos y sus conflictos.
- Bueno, mi conflicto esta semana fue que tuve depresiones nuevamente, y consideré hacerlo… -Miró al suelo –Y mi progreso fue que papá acepto que yo era gay, y pasamos más tiempo juntos –Sonrió.
- Te felicito –Madison lo abrazó –Eres un chico fuerte Nico –Le dijo.
Todos empezamos a aplaudir.
Y así Madison siguió preguntando a todos, esto me ayudó a conocer como estaba compuesto el grupo .Éramos cinco chicas (Ingrid, Mariel, Kristen, Lola y yo) y cinco chicos (Peter, Maxi, Nico, Eliseo y Joaquin) .Ingrid, Mariel y yo sufríamos lo mismo, es decir, que nos cortábamos; Kristen era bulímica y Lola era bipolar y depresiva; de los chicos, Peter y Joaquin tenían cortes, Eliseo era antisocial, Nicolas suicida y Maxi era depresivo.
- Pensé que no vendrías –Me dijo Madison al notar mi presencia.
- Dijiste que con esto terminarían las estúpidas sesiones –Otra vez volvía a mi actitud de pe.rra
- ¿Quieres presentarte? –Madison ignoró mi comentario.
- Soy Oriana Fulop, el lunes cumplo diecisiete y nada… -Sentí que Nicolas me tomó de la mano –Mi conflicto es que me acomplejo siempre, no puedo permanecer ni dos días sin dañarme… soy débil –Dije.
- No eres una chica débil Ori -Dijo Ingrid.
- Yo creo que eres genial –Dijo Maxi sonriendo.
- Gracias chicos, son asombrosos –Les dije a ambos.
- Bueno chicos, recibamos con un aplauso a nuestra nueva integrante de la familia –Dijo Madison.
Todos empezaron a aplaudir, me sentía cómoda… realmente cómoda; nunca creí que encontraría la comodidad en un grupo con diez chicos de mi edad que tenían los mismos problemas que yo .Todos eran asombrosos, cada uno con distinta personalidad y carácter, pero a la hora de escuchar y aconsejar todos eran iguales; esta era mi nueva familia, y cada vez empezaba a preguntarme más seguido ¿Por qué no había venido antes?