¿Alguna vez tuvieron que adaptarse a cosas que odiaban?
Bueno, yo me estoy adaptando .Y realmente lo odio, pero me estoy adaptando.
Me adapto a la distancia, y eso duele ¿Saben? Duele mucho.
Y ahora estoy aquí, en la sala de estar, rodeada de libros de Química y apuntes rayados con fluorescente.
El verano realmente apesta.
Y la distancia.
Y mi vida, y todo lo que puedan imaginarse.
¿Saben qué es lo único bueno? La música.
Demonios, como amo la música.
Mi depresión en serio se lo agradece.
Actualmente estoy cambiando de Fleet Foxes a Ellie Goulding. Y en serio, esto sonará engreído, y tienen todo el derecho a querer golpearme con un palo…pero amo mi gusto musical. Me considero una persona con un muy buen gusto musical.
Eso amo de mí. Lo único.
Siento mi teléfono vibrar.
Comienzo a desesperarme y a buscar el aparato entre muchos apuntes y marcadores y hojas sueltas, hasta que finalmente lo encuentro y siento la molesta urgencia de chequear quién me está hablando, ya que estoy sola.
Bueno, no estoy sola, estoy con Luciano… pero el está durmiendo arriba.
Desbloqueo mi teléfono y abro el mensaje:
Sav (19:36): Cielo, camino a Standford .Te amamos mucho.
Joder, ¿Era necesario? Ahora mismo están en un avión directo hacia California.
Y me doy cuenta de por qué el hecho de despedirse a través de un mensaje.
Ellos saben que mañana tengo mi examen. Ellos saben que odio las despedidas, y no lo sé, lo aprecio muchísimo.
(19:37): Gracias Savie, los amo también .Ya los extraño, saludos a Jared!
<Acéptalo, sola es mejor>
Decido ignorar eso, pero muy dentro de mí sé que es verdad. Me duele saber que se fueron casi todos, que solo me quedan Pablo y Luciano, que… Dios, no lo sé.
Soy egoísta.
No puedo evitar que se vayan y hagan su vida lejos de mí, eso es algo inevitable. Yo no puedo impedirles marcharse, porque sé lo importante que es la Uni para muchos de ellos.
Dios, esto duele.
Yo ni siquiera me gradué aún, ni siquiera estuve viendo alguna jodida Universidad.
Y no quiero ir a un lugar en donde tenga que soportar la humillación y el maltrato de gente que no conozco.
No sufrí seis años para eso.
Y no sé por qué, pero en ese momento recuerdo que hace como un mes que no voy a las sesiones con Madison. Decidí dejar de ir porque todo ese ambiente me recuerda a Nicolas, porque yo simplemente no podría soportar estar en ese lugar sin la ayuda de un cuchillo hundido muy fuertemente en mi cuello.
