- Give me a Little time to me, we’ll burn this out –Otro beso estampó mi mejilla –We’ll play hide and seek, to turn this around –Le siguió otro en mi naríz –All I want… -Hizo una pequeña pausa y me miró a los ojos –is the taste that your lips allow –Sonrió y me dio un beso corto en los labios.
- My my, my my oh…give me love –completé el estribillo de la canción y nos besamos nuevamente.
Esta vez fue un beso, beso .Uno de los buenos, de esos que solamente Julian sabe dar .Y quiero convencerme de que solamente a mí me los da, pero es algo tonto ya que hubieron otras chicas antes de mí; pero igual, me gusta convencerme de que solamente yo soy ‘la chica especial’.
- Puedo seguir cantando, si quieres –murmuró contra mis labios, que hermosa sensación.
Me separé un poco para ver su hermoso rostro, podía pasarme horas observándolo.
- ¿Qué sucede? ¿Tengo algo? –Se tocó el rostro algo paranoico, lo cual me pareció gracioso y sonreí.
- No .Eres precioso Juli, estaba observándote mejor –Me regaló una cálida sonrisa.
- Ya lo sé –Sonrió aún más.
- ¡Qué engreído! –Lo golpeé suavemente en el hombro y él se abalanzó sobre mí .Ambos caímos de los bancos al césped riendo.
Él se encontraba sobre mí, apoyando su peso sobre ambos codos para no hacerme daño; pero la cosa era que no creía que Julian pesara tanto como para lastimarme.
- Estaba bromeando, no soy lindo, soy tonto, tú eres preciosa –Me besó nuevamente.
- No soy preciosa, soy tonta, tú eres infinitamente hermoso –Besé su nariz.
- ¿Infinitamente hermoso no es lo mismo que preciosa? –Arqueó una ceja.
- No, infinitamente hermoso es mejor, serán nuestras palabras ¿De acuerdo? –El asintió.
- De acuerdo infinitamente hermosa –Otro beso casto en mis labios.
- Señor infinitamente hermoso, ¿Podría darme sus ojos? –Pregunté inocentemente y Julian soltó una carcajada.
- ¿Qué? –Se acostó a mi lado aun riendo.
- Sus ojos, señor infinitamente hermoso –Insistí.
- ¿Para qué quieres mis ojos, Ori? –Me observó con esa sonrisa tirando de la comisura de sus labios.
- Los quiero, son muy lindos .Significaría mucho para mí –Llevé una mano a mi pecho bromeando.
- Bueno…los chicos normales correrían ahora mismo, pero…
- ¡Julian! –Lo regañé .El volvió a reír.
- Solo bromeo –Me tomó de la mano –Cuando muera, puedes tomarlos.
En ese momento solo Julian le vio lo gracioso al chiste .Algo en mi interior se agitó, ¿Cuándo Julian muera? ¿Era en serio? Esa idea me pareció horrorosa, no quería ni imaginármelo a Julian sin vida, no me lo permitía.
- Ori, solo era una broma –Me tomó del rostro con ambas manos.
- Julian… -Se me humedecieron los ojos.
- No, no, no .No llores Ori–Con ambos pulgares limpió mis lágrimas –Soy un idiota, solo estaba bromeando, lo siento mucho.
Me sentí mal, muy mal .Lo abracé con todas mis fuerzas, mis lágrimas comenzaron a mojar su hombro, ¿Por qué me ponía así? Estaba asustada de ese pensamiento .Julian muerto…Dios, se me hacía insoportable, no quería volver a pensar en eso nunca más.
- No vuelvas a decir eso nunca, por favor .Te necesito aquí conmigo, no me puedo imaginar sin ti –Sé que eso movió algo en su interior, él sabía que eran palabras fuertes para mí .Después de todo había sido yo la que pidió ir despacio.
- No me iré a ninguna parte, tranquila –Besó mi frente aún desconcertado por mi actitud.
- Te quiero Juli, muchísimo –No sé cómo pasé a estar sobre él, pero eso me facilitó más las cosas.
Comencé a besarlo, despacio, con una parsimonia increíble .Mis labios sobre los suyos se movían a un bonito compás y poco a poco nuestras lenguas también lo hicieron .Sentía una de sus manos subir y bajar por mi espalda mientras la otra me tomaba de la nuca para hacer más profundo e intenso el beso, mis manos vagaban por su cabello y descendían por su cuello para ascender nuevamente y así seguir con nuestro pequeño juego .Si algún maestro nos encontrara así, justo en esta posición, haciendo lo que estamos haciendo…oh, vendría a detención unas cinco semanas, y eso no ayudaría mucho a mi expediente, claro .Pero siendo completamente sincera, eso no me importaba ahora.
Una vez que dejamos de besarnos él tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos, levantó nuestras manos para que ambos las viéramos.
- ¿Ves esto? Siempre juntos, Ori -Me observó directo a los ojos .Dicen que los ojos son la ventana del alma, suena muy a cliché, es como uno de esos piropos que usaban nuestros abuelos en aquella época; pero por primera vez desde que oí esa frase podía verle el sentido, sus ojos, esos hermosos ojos cafes que tenía .Era precioso, una persona preciosa, <<Infinitamente hermoso>> Me recordé en mi mente.
- Siempre juntos, Julian –Asentí sonriendo.
