Domingo por la mañana.
Un leve cosquilleo en mi cuello capta toda mi atención haciendo que despierte de un agradable sueño sin pesadillas .Con mucha parsimonia abro lentamente mis párpados y me encuentro con unos hermosos ojos celestes que me miran con ternura y una pizca de diversión.
- Buen día –Murmura en su tono angelical de voz.
- Buenos días Juli, precioso –Contesto somnolienta.
- ¿Has dormido bien? –Me pregunta .Quedo anonadada ante su interés, ¿Por qué debe ser tan perfecto? ¿Por qué es tan bueno conmigo?
- Muy bien, ¿Y tú? –Contesto casi fascinada ante la persona que tengo en frente mío.
- Siempre lo hago cuando estoy contigo, y dado el hecho de que estoy durmiendo contigo desde que somos novios, ósea siempre –Arqueo una ceja ante su ‘trabalenguas’ y le sonrío.
- ¿Tu mamá no se molesta porque pasas tiempo conmigo? –Pregunto.
Julian se queda en silencio un momento, como si estuviera evaluando su respuesta, joder, lo único que me falta es que la mamá de Julian me odie por tener a su hijo tiempo completo.
- Me ha mencionado algo de ‘¿Por qué ella no viene a casa?’ o ‘¿Dormirás esta noche en casa de Oriana, Julian? Realmente no me importa lo que ella opine, quiero estar contigo –Rodeó mi cintura con ambos brazos y besó mi frente.
- No me gustaría meterte en problemas con tu mamá –Murmuré.
- No lo haces Ori, casi tengo dieciocho años, ella no controla lo que hago o no –Acarició mi mejilla con su pulgar.
- ¿Qué haremos hoy? –Pregunto.
Era claramente un domingo, y los domingos suelen ser tan depresivos que tengo ganas de quedarme en cama todo el día y escuchar a Iron Maiden, y luego pasar a algo de The Strokes.
- No lo sé, hoy viene Yol de visita, quizá almorcemos en familia y… -Se calla por unos segundos y puedo ver su incomodidad.
- Tienes que ir, viene tu hermana desde España para verlos, yo creo que llamaré a Nico y…no lo sé, probablemente vayamos de compras por la 5ta, o por ‘What Comes Around Goes Around’ –Julian asintió.
- Bien, ¿Podrás sobrevivir sin mí? –Me observó con esa mirada profunda, dios, es hermoso.
- Creo que podré hacerlo –Lo besé suavemente.
Luego de unos diez minutos ya me encontraba secando mi cabello después de tomar una ducha mañanera, y luego de tanto rebuscar ropa en mi armario decidí colocarme unos blue jeans, vans, y una camisa rosa pálida en estilo vintage.
Tomé mi teléfono y marqué el número de Nico.
- ¿Hola, Ori? –Dijo cuando contestó.
- Hola Nico, ¿Quieres salir hoy?
- No me digas, ¿Compras? –Soltó una pequeña risa.
- Exactamente, pensé que podríamos ir a buscar unos bonitos gorros de esos que tanto te gustan, y ropa, obvio –Le dije.
- ¿Y el sexy entrerriano? –No pude evitar reír ante su comentario.
- Está preparándome el desayuno.