- ¿Por qué sonríes? –Preguntaron ambas amigas al unísono.
- Tú primero –Contestaron juntas nuevamente riendo.
- Me ha costado tanto conseguirlas… pero al fin las encontré –Jenny sacó dos boletos.
- ¡Son para Vampire Weekend! –Tomó ambos boletos y los observó de cerca, sin dudarlo tomó su cámara Polaroid y les tomó una fotografía.
- Es algo épico, lo sé –Sonrió Jenny.
- ¿Cómo las has conseguido? Tenía entendido que se habían agotado en menos de una hora –Tomó asiento sin quitar la vista de los boletos.
- Tengo contactos –Apartó los mechones de sus hombros riendo.
- ¿Con qué has sobornado a Pablo? –Arqueó una ceja.
- Un espejo gigante –Bromeó Jenny. Oriana se hecho a reír.
- Ha sido un día fenomenal –Suspiró con una magnífica sonrisa en el rostro, estaba más que feliz.
- Oh… ¿Por qué esa sonrisa enamorada? ¿Ha pasado algo con Julian? –Jenny sonrió pícaramente.
- Unos besos y nada más –Intentó no darle tanta importancia al tema.
- Vamos, ¿Unos besos y nada más? Estás de broma Ori, al menos dime que te dijo que te quería –Se cruzó de brazos.
- No fue necesario, es decir, no es como si fuéramos novios o algo así –Caminó hasta la cocina por una botella de agua.
- ¿Entonces son unos jo.didos amigos con derecho? –Jenny la persiguió.
- No lo sé Colo, no le demos tanta importancia .Es algo idiota –Sacó la botella de agua y se volvió a alejar de la cocina.
- Como sea –Murmuró Jenny –Preparate Ori, te daré el mejor cumpleaños de tu vida –Advirtió con una sonrisa divertida.
- No hace falta…-Dijo sentándose en el amplio sofá de la sala de estar.
- Insisto .Para mí si hace falta, y tengo a todo el equipo ‘Ori’ para darte el mejor cumpleaños de tu vida –Se sentó a su lado.
- ¿Equipo ‘Ori’? –Arqueó una ceja.
- Oh .Los miembros del equipo insistieron en que no revelara sus nombres, lo siento –Bromeó.
- Ya, vamos a elegir la ropa para el concierto –Tomó su mochila y ambas subieron a su habitación.
Comenzaron a sacar sus viejas camisetas de Vampire Weekend y unas zapatillas gastadas, buscaron pintura para tela y pinceles de distintos tamaños .Hace años había dejado olvidadas sus viejas converse blancas, ya era hora de darle una utilidad.
Colocaron todos los materiales en el suelo alfombrado de la habitación de Oriana, colocaron algo de Two Door Cinema Club y comenzaron a dar riendas a su imaginación .El plan era desteñir la pintura de las zapatillas y luego salpicarlas con más pinturas, por suerte habían conseguido pintura de colores fluorescentes para que quedaran mejor , y como si fuera poco Oriana tenía ese pequeño aparato para incrustar tachas y remaches a las prendas de ropa –regalo de la mujer que confeccionó las prendas para la campaña de Vogue –.
Optaron por almorzar normalmente con Grace, George y el resto del personal de limpieza .Grace le entregó una pequeña caja perfectamente decorada a Oriana, le había dicho que su madre le envió el obsequio desde muy lejos y que la extrañaba.
- ‘Puras mentiras’ –Pensó Oriana.
Un brazalete de oro sólido incrustado con piedras preciosas y dijes con diferentes figuras pasó a adornar su muñeca .Como le jodía esa actitud de Catherine, creyendo que con cosas materiales compraría la felicidad de su hija, ¿y es que tanto le costaba llamarla o enviarle un mensaje? No cabía dudas de lo poco que le importaba a su propia madre, pero eso no le arruinaría el día; por primera vez en su vida no dejaría que nada arruinara este día, ni siquiera su egoísta madre.
