- ¿Hablas en serio? –Mis ojos se abrieron como platos y Julian sonrió.
- Muy en serio –Me tomó de la nuca y estampó un beso en mis labios.
- No juegues Julian, por favor –Me separé lentamente con los ojos cerrados, nuestras frentes estaban juntas y compartíamos nuestras respiraciones.
- No juego, terminé definitivamente con Sabrina –Se separó un poco para observarme a los ojos.
- ¿Y cómo lo tomó? –Pregunté nerviosa, realmente no quería que nadie saliera lastimado en esto, ni siquiera Sabrina.
- Me gritó mucho –Sonrió débilmente.
- ¿Lo has hecho por mi, no? –Me alejé de él.
- Por nosotros, yo no podía seguir engañándome de esa manera –Me tomó de las manos.
- ¿De qué manera? –Julian sonrió y me apretó suavemente el dorso de mi mano derecha.
- Te quiero Ori, y realmente quiero algo contigo –Sentí un escalofrío recorrer toda mi columna vertebral, sentí como las manos me comenzaban a temblar y me separé de Julian.
- No lo digas…-Le di la espalda.
- ¿Qué sucede? –Me obligó a voltear y verlo a los ojos.
- Julian…estamos bien así como estamos, no quiero que nos apresuremos –La expresión en el rostro de Julian cambió repentinamente.
- ¿Tienes miedo de que no de resultado? –Se acercó un poco.
- Algo, yo…no soy experta en relaciones –Las piernas y las manos me temblaban, sentía un escalofrío por mi columna vertebral y una leve punzada en la nuca.
- Yo tampoco lo soy –Llevo una mano hasta mi mejilla y con el pulgar la acaricio suavemente.
- Solo intentemos ir despacio, ¿sí? -Tomé su mano.
- De acuerdo, sin presiones –Me sonrió.
*
- Ya has festejado todo lo que querías, ahora levántate y ve al colegio –Oí una voz antes de sentir que las sábanas se apartaban de mi cuerpo.
Me levanté de mala gana y caminé a paso lento y cansado hacia el baño, me duché y luego cepillé mis dientes, salí envuelta en una toalla y luego sequé mi cabello. Revolví un poco mi cabello, aún se mantenía corto y me agradaba despeinarlo; salí de mi habitación y bajé las escaleras hasta llegar a la cocina para desayunar .Jenny sonreía y revolvía un poco el café de su taza
- Buenos días –Saludé y luego me senté en la mesa.
- Buenos días –Jenny se veía radiante y feliz.
- ¿Puedo preguntar a qué se debe esa sonrisa? –Lancé una mirada pícara.
- Tu amigo –Sonrió aún más.
- Buenos días –Saludó Grace y luego se acercó a besar nuestras frentes -¿Cómo pasaron anoche? –Preguntó y se sentó a nuestro lado.
- Muy bien, debes preguntárselo mejor a Jenny –Bromeé.
- ¿Bebidas? –Arqueó una ceja.
- Un poco –Respondí.
- Sinceridad muchachas, sinceridad –Pidió.
- Bastante –Respondimos al unísono riendo.
- ¿Hubieron peleas o algo de descontrol? –Preguntó con temor.
- ¡La fiesta fue un descontrol! –Jenny levantaba los brazos en forma de festejo.
- De acuerdo, terminen de desayunar –Dijo Grace y luego fue a hablar con una de las muchachas de limpieza.