Mentiras

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Los días fueron pasando, y el Sunny estaba prácticamente arreglado, sólo faltaba la zona del huerto, donde Nami trabajaba incesantemente día y noche, sin permitir que nadie entrara allí.

La tripulación cada día estaba más preocupada por ella. Se saltaba comidas, se pasaba noches en vela... El único contacto que tenía con ellos era o cuando coincidían en la cocina o cuando se pasaba por la sala del timón para corregir el rumbo. Sin embargo, nadie se atrevía a saltarse su restricción, por lo que Sanji cambió la norma de las comidas, y decidió que se esperaría media hora para ver si aparecía la navegante. En caso de que no fuera así, todos podrían empezar a comer.

Era de noche, y tan sólo habían pasado 10 minutos de la nueva norma del cocinero, pero Luffy no hacía más que lloriquear pidiendo comida y babear sobre la mesa.

-Esto es ridículo- Dijo Zoro levantándose de la mesa.

-Espera, ¿dónde te crees que vas marimo?

-A buscar a Nami, lleva sin comer más de un día.

-Te va a echar la bronca- murmuró Chopper.

-Bah, estoy acostumbrado, en ese sentido soy el idóneo para ir a buscarla.

-Sí, en eso tiene razón.- Asintieron todos.

-Pero Zoro, una cosa...- dijo Luffy poniéndose serio por un instante.- Tráela rápido... ¡Tengo mucho hambre!

Zoro cerró la puerta de la cocina mientras el cocinero golpeaba a su capitán y le gritaba sobre modales y prioridades mientras todos reían ante la escena.

-Uff, hace un frío horrible, ni con el abrigo y los guantes estoy a gusto...-murmuraba Zoro mientras un escalofrío recorría su espalda.

Llegó a los mandarinos, y tal como esperaba, se encontró allí a Nami, muerta del frío, mientras seguía tomando mediciones y leyendo libros.

-¿Nami?

-¿Q...qué q...quieres?- tartamudeó Nami por el frío.

-Para empezar que no te congeles- bromeó Zoro haciendo que Nami le echara una mirada fulminante.- Vale, vale, qué irascible estás, chica... Vamos dentro, te estamos esperando para cenar.

-No tengo hambre.-dijo en voz baja.

-Eso es imposible, ¿Cuánto llevas sin comer? ¿Un día? Si incluso has adelgazado.

-¿Qué eres, mi padre? Sé cuidarme sola.

-No estoy de acuerdo con eso, y si tengo que hacer de padre, lo haré, así que vamos, a cenar y a dormir, necesitas descansar.

-No me pienso mover de aquí, estoy bien.

-Tienes dos opciones, o venir conmigo ya o que te lleve a la fuerza.

-No serás capaz... ¡Zoro! ¡Bájame ahora mismo!- Chilló golpeándole la espalda con los puños mientras él avanzaba hacia el interior del barco.- ¡He dicho que me bajes!

-De eso nada, ya que te niegas a razonar como una persona adulta, lo haré a la fuerza.

-¡BÁJAME!- Chilló Nami mientras que con uno de sus puños acertaba justo en la herida del hombro derecho, haciendo que Zoro profiriera un grito de dolor y callera de rodillas en el suelo, a escasos metros de la cocina. Todos, alertados por el escándalo, salieron corriendo hacia allí, mientras Zoro soltaba delicadamente a Nami, quien se tapaba la boca con ambas manos a la vez que sus ojos se abrían impactados, viendo cómo la sangre emergía a borbotones a través de la camiseta.

-¿Nami? ¿Zoro? ¿Estáis bi...?- El capitán, seguido por los demás, no acabó la frase.- Zoro, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado aquí?- Preguntó muy serio mirando a Nami mientras todos guardaban silencio.

-Yo...

-Chopper, cura a Zoro, los demás, a la cocina, y Nami, ven conmigo.

-Sí capitán...- Murmuró Robin mientras todos obedecían preocupados. Era difícil ver así a Luffy.

-No ha sido nada Luffy.- Dijo Zoro incorporándose lentamente.- Me la cargué en el hombro y se me ha abierto la herida, nada más... Lo siento doctor, no te hice caso.-Dijo mirando a Chopper que permanecía callado.

-Está bien...- Cedió Luffy finalmente.- Chopper, cura a Zoro y cuando esté listo avísame, ¿de acuerdo? Los demás, vamos a cenar.


-Y con esto ya está.- Dijo Chopper dando el último punto a la herida de Zoro.- Tienes que tener más cuidado, recuerda lo que hablamos... Hasta ahora no has tenido infección, pero ahora que se te ha vuelto a abrir la herida...volvemos a empezar.- Zoro se limitó a asentir.

-Gracias, Chopper... ya puedes decirle a Luffy que entre, lleva en la puerta desde que hemos entrado, no creo ni que haya cenado... pero recuerda, no le puedes decir nada.

Chopper asintió y se dirigió a la puerta, dejando que Luffy entrara y dejándolos solos.

-Voy a ser claro y directo- arrancó Luffy sin dar tiempo a Zoro de decir nada.- No sé qué os traéis vosotros tres, pero sé cuándo se me oculta información. Si no me lo queréis contar, adelante, pero como segundo al mando toda la responsabilidad caerá sobre ti. Si les pasa algo a Nami o a Chopper, te irás de la banda en el acto, aunque estemos en mitad del mar, ¿de acuerdo?- Zoro se limitó a asentir, tragando saliva y avergonzado de que su capitán le estuviera diciendo aquello.- Te lo voy a preguntar sólo una vez, ¿hay algo que me quieras contar?

-No.-Respondió finalmente con un nudo en la garganta. Odiaba mentir a Luffy, pero la situación lo requería.

-Está bien.- Dijo levantándose.-Bajo tu responsabilidad.

Cambios en el Thousand Sunny [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora