-Estás enamorado de Nami.
Aquello fue como un jarro de agua fría sobre Zoro. ¿Él? ¿Enamorado? ¿De aquella bruja? Por supuesto que no. Estaba claro que no era así. No podía serlo. Pero... si no era posible... ¿por qué se lo había dicho?
-Y no soy la única que lo piensa.- Le dijo Robin antes de que él pudiera decir nada al respecto.- Sanji-kun también.- Sonrió.
-¿Cómo?- acertó a decir, confuso y desorientado.
-Lleva meses intentando que te des cuenta, siempre tratando de hacerte reaccionar, pero nunca ha sido capaz, ya que al parecer, hay que llevarte al límite para lograrlo, cosa que no podía hacer dada tu fuerza. Sin embargo, desde la infección, él vio su oportunidad de "atacarte" sin que hubiera heridos.- Toda aquella información saturaba el cerebro de Zoro, quien era incapaz de proferir el más mínimo ruido.- Así que cuando desembarcamos en la isla, hablamos y decidimos ayudarnos mutuamente, trazando un plan, el cual ha funcionado a la perfección.
-¿A qué te refieres?
Robin suspiró. Estaba claro que así no lograría que Zoro entendiera sus sentimientos, así que optó por una forma más directa.
-Anoche diste un puñetazo al Sunny que retumbó por toda la isla, ¿cierto?
-Sí...- respondió avergonzado. Creía que nadie se había enterado, aunque bien pensado, era ridículo.
-Y apenas una hora antes reventaste un vaso con la mano.
-¿Dónde quieres ir a parar?- Preguntó aún más avergonzado.
-¿Qué ocurrió en cada momento para que reaccionaras así?
-Bueno... lo del vaso fue por culpa de ese cocinero pervertido. Estaba presionando a Nami para hacer algo que estaba claro que no quería, y me molestó... Y lo del puñetazo...
-¿Y bien?
-Da igual, es una tontería.
-No creo que lo sea cuando has reaccionado así.- Sonrió mirándolo a los ojos.- ¿Qué pasó?
-Vi a Nami y a Sanji besándose en la playa.- Recordar aquello le escoció y dolió más que cualquier otra cosa.
-Te diré que no se estaban besando. Te lo pareció, porque Sanji te vio en el barco y se dio cuenta de que les habías visto, e hizo que lo pareciera, pero no llegó a besarla.
Zoro notó cómo el alivio le inundaba, y no pudo reprimir una sonrisa.
-¿Ves? A eso me refiero. Estás sonriendo, espadachín-kun y se te ve aliviado y feliz, y todo ello porque te has enterado de que Nami no siente nada por Sanji-san. Estás enamorado de ella.
De repente, todo tuvo sentido en su cabeza. Todo lo que había pasado, todo lo que había sentido, el miedo a no ser lo suficientemente fuerte... Todo se reducía a ella. Robin tenía razón. La quería.
Pero la felicidad duró poco. De repente, la tristeza asomó.
-Da igual.- Se limitó a decir.- Puede que yo la quiera, pero ella a mí no, es imposible que sienta algo así por mí.
-Eso no es cierto Zoro-kun, también siente algo por ti, por eso yo también hablé con Sanji. Él necesitaba ayuda para que tú te dieras cuenta, y yo para que ella lo hiciera.
-Pues gracias por el intento, pero sólo ha servido a medias... Preferiría no haberme dado cuenta.
Robin nunca había visto así a Zoro, y no pudo evitar darle un abrazo.
-No lo entiendes...- le susurró al oído mientras le abrazaba.- Nami puede ocultar todo lo que siente y piensa sobre cualquier tema... menos sobre ti.- Robin notó cómo el cuerpo del espadachín se tensaba bajo sus brazos.- Cuando se trata de ti, no puede ocultar sus reacciones.
Al escuchar eso, Zoro se separó ligeramente, sin romper el abrazo, para mirarla a los ojos. ¿Había oído bien? ¿Le gustaba a Nami?
Y de repente, pasó. Nami apareció justo en ese momento, y sin darles tiempo siquiera a explicarse, desapareció en el interior del Sunny.
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Cambios en el Thousand Sunny [One Piece]
Fanfiction-Cómo debería empezar... -¿Qué tal por el principio?- siseó molesto. -Supongo que es una buena idea.- Sonrió Robin.- Aún no te has dado cuenta, pero... Estás enamorado de Nami. Tras ser separados hace dos años, todos los Mugiwara saben que d...