Camino a la redención

Traumas.

Los Odinson decidieron unirse a los entrenamientos de los guerreros en Asgard.

Ambos entraron a un enorme lugar, el tronador amaba ir allí en su adolescencia mientras Loki no le interesaba las batallas si no aprender sobre magia y literatura así que detestaba mucho ese sitio donde solían humillarlo por no ser suficientemente fuerte.

Ellos debían estudiar sobre los nueve reinos e historia, el hechicero ayudaba haciendo hologramas de las guerras solo para que Thor entendiera mejor. En cambio, él sabía todo sobre las leyes o la ciencia. Era considerado un genio, pese a eso fue humillado tantas veces y ahora estaba de pie en ese mismo luchar ¡Parecía surrealista e ironico!

Había cambiado totalmente, con el entrenamiento exhaustivo de los chitauris ¡Podía luchar frente a cualquiera y ganar!

Se mostraba contento de poder mostrar sus habilidades a todos aquellos que un día se burlaron de su persona.

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Cuando entraron al gran salón los hombres los miraron con odio, parecían querer asesinar a Loki con su mirada y se mostraban serios e incómodos por su presencia.

De inmediato se pusieron a la defensiva —Thor ¿Qué hace ese traidor aquí? ¡No es bienvenido!

El tronador le resguardó —Es nuestro aliado.

—Ya saben guerreros si quieren proteger a Asgard, solo yo puedo ayudarlos — Añadió el hechicero muy tranquilo.

—No confiamos en ti

—Thor ¡Diles!- dijo el hechicero.

—Mi hermano no nos va a traicionar ¡Es sincero! ¡Puedo sentirlo! Lo que dijo mi padre es verdad, él aun es un príncipe y como tal ¡Deben respetarlo!

El tronador siguió explicando— No teman por el peligro, yo puedo detener la magia de Loki y se sobre sus emociones ¡Así que él se queda! ¡Va a ser de mucha ayuda en nuestra lucha!

—No necesitas contar los detalles a ellos no les importa –Reprocho Loki

—¿En que nos va a ayudar un renegado?- grito uno de los hombres.

—Es un mentiroso

—No confiamos en un traidor.

—¿Conocen al enemigo? ¿Saben a qué viene? ¿Conocen sus armas o su ejército?—Les pregunto Loki

Todos se quedaron en silencio.

—Bueno tengo razones personales para destruir y hacer pedazos a nuestros enemigos, los matare con mis propias manos, pero no puedo ganarle solo. Necesito un ejército y ustedes necesitan de mi porque ellos van a venir por el tesseract y nadie de aquí está preparado para pelear. — les enfrento.

—Pensamos que eran tus aliados

El príncipe caído grito —Aliados es una palabra demasiado apacible, se puede decir que yo era su general con un muy pequeño y patético mini ejército. ¡Los destruiré por dominarme! ¡Cuando los tenga en mis manos sufrirán por lo que esos malditos me han hecho!

—Hermano, basta

—¡Cállate Thor! Déjame sentir lo que quiera, el odio es lo que me da fuerza; por eso eres débil ¿Como vas a ser rey si eres tan afectivo? Esta guerra no se trata de comprensión, si no de sangre que se va a derramar por la defensa de Asgard ¿Crees que era como antes y con mis palabras se arreglaba todo? Ellos son despiadados, no se detendrán hasta subyugar y tener el poder.- Expreso el hechicero sabiendo muy bien de lo que eran capaces esas criaturas malignas.