Camino a la redención

En tu piel

"Lo siento, no siempre es suficiente, quizás porque se utiliza muchas veces, como arma, como excusa. Pero cuando lo sentimos y lo utilizamos como es debido, cuando lo pensamos... cuando nuestras acciones dicen más que las palabras... cuando lo hacemos bien, lo siento es perfecto. Cuando lo hacemos bien, lo siento nos redime."

Loki se hundía en esa soledad angustiante como si a nadie le importará o no fuese suficientemente interesante si bien no era así, ya que él siempre se alejaba de las personas por qué no confiaba en nadie, ni en nada a veces creía que era demasiado inteligente para una conversación común y corriente sobre cosas triviales simplemente le aburría la gente de Asgard.

No permitía que nadie conociera lo que realmente era, ya que de esa manera podían destruirlo o traicionarlo.

Comprendía porque el desinterés de los demás, él nunca fue parte de Asgard. No era como ellos, no pertenecía a los que solucionan todo con golpes, estaba fuera de lugar en ese mundo, sobraba ciertamente no eran tan necesario.

No era como su hermano, pero eso no importaba porque cada uno tiene sus propios dones y talentos. En su juventud no entendía que todos poseen diferentes habilidades que los hacen únicos.

No obstante ser ignorado deliberadamente y despreciado de muchas formas le forjo a tener un carácter juguetón, travieso hasta llegar a ser malvado y destructivo. ¡Para ser tomado en cuenta!

Fue malo por sufrimiento, una manera de llamar la atención. Si no era respetado al menos que fuera temido y odiado, puesto que el odio es una forma subconsciente de recordar a alguien, así nunca iba ser olvidado y de esa forma sería importante.

Loki se encontraba distraído leyendo un libro, en momentos extrañando Midgard o lo que era tener alguien que le prestará una mínima atención. Estaba allí en el comedor revolviendo su comida con amargura y miraba de reojo a Thor, quien residía riendo con sus amigos ¡Cosa que hizo al azabache sentirse enojado o triste y desplazado! - "Ese tonto"

Se quedó pensando lo que dijo Fandral pero viendo al tronador a lo lejos tan feliz , quizás todo eso era mentira a lo mejor Thor nunca lo necesitó, ni siquiera parecía interesarle lo que su hermano menor sintiera. -Él dice que le importa y ahí está con ellos como siempre.

Quería ir y recuperar al guerrero, era tan fácil para él, ya que era el amo de las palabras.

Thor no le hablaba si bien era porque se lo impedía, si tan solo pudiera acercarse si bien tenía su orgullo que lo inducía a negarse.

Suspiro, no podía con esa situación ¡Se estaba torturando a él mismo! ¡Se dañaba pensando todos los días en el asunto! No era el momento de estar enfado, pero era rencoroso y Thor de alguna manera había roto su corazón.

Necesitaba el apoyo, ya no conseguía estar lejos por más tiempo

Thor también lo miraba de reojo con esas ganas de ir y arreglar todo ese asunto tan triste y doloroso.

Evitaba ver a Loki por que le causaba sufrimiento quería estar con él.

Volver a lo que un día fue, a lo que un día perdió. A esa química que había entre ellos, esos pleitos sin sentido que eran divertidos. Solo extrañaba al que jugaba, corría y le enseñaba sobre el universo, al que con una sonrisa alegraba su mundo gris.

Porque sabía que tenía a alguien allí después de las peleas había risas, alguien que hablaba con sarcasmos para bromear y burlarse, le hacía feliz. Era su hermano no un extraño más, no un gigante de hielo, no su enemigo; era su familia.

Loki se levantó para irse de ese lugar, no quería ver a Thor, sentía que este lo había abandonado.

Cuando de repente sintió algo profundo como una espada en su corazón, una presión en su pecho muy fuerte y empezó a temblar, se puso pálido, cayó de rodillas al suelo pesadamente haciendo un ruido estruendoso que se escuchó por doquier.