Podrías haberlo hecho

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La cara de Marc fue de no entender lo que acababa de escuchar. Alex se colocó delante de mí por si la reacción de su hermano no fuese buena.

- Alex, no te entiendo. ¿Qué pasa con Bells?

- Ella no puede tener hijos. Isel es la solución.

- Joder Alex. Te dije que me hicieses tío con ella cuando estabais juntos. No ahora que tienes mujer.

- ¿Tú me has escuchado?

- Sí. Y no le veo la lógica. Hay clínicas de fertilidad.

- Marc, quiero que nuestro primer hijo sea engendrado con amor. No te pido que lo entiendas, solo que lo respetes.

- Y yo respeto a Bells, pero entiende que me queje o que diga esto. Sabes que no es normal.

- Lo sé Marc. Gracias por no hacer un número de todo esto.

- De nada Bells. Y tú –dijo dirigiéndose a mí-, tenemos que hablar.

Asentí levemente y subiendo las escaleras llegamos a la habitación que me habían asignado.

- ¿Por qué has dicho que sí?

- No iba a aceptar, pero el problema de tu cuñada me conmovió. Quiere un hijo de tu hermano y bueno, Alex me lo pidió y acepté.

- No lo entiendo. ¿Por qué no adoptar?

- Quieren un hijo de Alex.

- ¿Y las clínicas de fertilidad?

- ¿Dónde queda el amor?

- Mi hermano y las estupideces. Isel vete y no tengas ese bebé. Sabes que no lo volverás a ver salvo que salga por la televisión.

- Eso ya lo pensé Marc. Y me dolerá, pero también me duele dejar a Mireia sin hijos.

- ¿Pero que hay de amor en que tú tengas el bebé?

- Alex y yo nos vamos a acostar hasta que me quede embarazada.

- ¡¿Qué?! –Marc se mostraba incrédulo-. Te acuestas con tu ex pareja. Estoy rodeado de idiotas.

- Deja de ser tan infantil Marc.

- ¿Infantil? Si solo haces esto por Mireia, ¿podríamos tener sexo ahora?

- Podríamos, pero como le dije a tu hermano, prefiero a su mujer.

- ¿Te has hecho lesbiana?

- Se dice bisexual. Y ya lo era, imbécil.

- Entonces sé mi novia y podríamos hacer tríos. ¡Ah! Y podrías ver a tu hijo/sobrino.

- ¿Te has vuelto loco? No voy a ser tu novia.

Marc se limitó a sonreír. Esa sonrisa marca Márquez que tan ida me dejaba. Yo dejé de ser yo en ese momento y, cuando me di cuenta y reaccioné, ya era demasiado tarde.

- ¿Te ha gustado?

- Mmm…

- Descansa pequeña. Que luego tenemos que contar lo de nuestra relación.

- ¡¿Qué?! ¡NO! No somos nada.

- Venga. Que me he puesto el condón para que no hubiese problema con Alex. ¿Qué te cuesta ser mi novia? Te ha gustado y yo podría hacerlo todos los días.

- ¡Vístete! Vamos a contarle todo a Alex y Mireia.

- Como quieras.

Nos vestimos lo más rápido que pudimos, bueno, solo yo y bajamos hasta el jardín donde estaba la pareja tumbada en una hamaca. Nos invitaron a acompañarlos y, como solo había una hamaca, acabamos de igual forma que ellos en la misma.

- ¿Ves? A Alex no parece importarle que estemos así de juntos –me susurró Marc al oído.

- Deja de decirme estas cosas y dile a tu hermano qué hemos hecho.

Marc empezó a contar lo que, minutos antes, había pasado en “mi habitación”. Alex parecía tenso por como apretaba los puños. Su mujer intentó calmarle, pero cuando Marc mencionó lo de ser pareja y que así podría ver crecer a mi hijo, Alex estalló.

- ¡¿ESTÁS ESCUCHANDO LO QUE ESTÁS DICIENDO?! ¡MI HIJO SOLO TENDRÁ UNA MADRE! ¡ME NIEGO A ACEPTAR UNA RELACIÓN ENTRE VOSOTROS! ¡VALE QUE OS HAYÁIS ACOSTADO, PERO NADA MÁS A PARTE DE ESO! ¡NO!

- Alex, tienen derecho a hacer lo que quieran e Isel tiene derecho a ver a su hijo crecer. Quieras o no, nuestro hijo tendrá siempre dos madres y si su otra madre es su tía, nos tendrá a todos.

- ¡Qué no! El niño empezará a preguntar por qué se parece más a su tía y no a su madre. ¿Qué le diremos?

- La verdad. Está en todo su derecho a saber su historia.

- No los defiendas Mireia.

Esta conversación empezaba a enfadarme. Hablaban de mí como si yo no estuviese, como si yo no tuviese ni voz ni voto en el tema y eso que se trata de mi vida.

- Yo… -todos se giraron a verme-. Habláis como si yo no estuviera. También tengo que opinar.

- Pero tú no vas a decir lo que quieres. Siempre haces lo correcto pequeña.

- Es que es lo que hay que hacer Marc. Lo correcto.

- ¡Alex cállate! Isel debería hacer lo que siente.

Y vuelta a lo mismo. La pelea entre hermanos. Se peleaban por mí y yo ni siquiera sabía si quería estar con Marc. A ver, es guapo, gracioso, amable… pero ¿buen novio? De eso ya no estaba segura.

- Isel ven. Van a tardar un rato en dejar de discutir –me dijo Bells sacándome de mis pensamientos.

Pasó una hora entre gritos de Alex a Marc y viceversa. Nosotras estábamos en el salón tomando algo tan tranquilas, cuando los hermanos aparecieron en nuestro campo visual.

- Pequeña, vamos a tener un pequeño sobrino dentro de ti muy pronto.

- Espera, ¿sobrino? Tú y yo no somos nada, ni creo que vayamos a serlo. Quiero tener el bebé y luego ya veré lo que hago.

- Vamos pequeña…

- Amigos Marc. Amigos.

- ¿Con derechos?

- Puede ser.

Marc besó mis labios y se sentó a mi lado bajo la atenta mirada de Alex, el cual fue a sentarse al lado de su mujer.

- Siento haberme comportado así. Es solo que, no había pensado en vosotros, solo en mí.

- No pasa nada hermano. Ahora todos vamos a ser una familia.

- Que te he dicho que no quiero nada contigo por el momento. ¿Te lo escribo para que lo entiendas?

- Escríbelo con tu dedo en mi espalda la próxima vez que hagamos el amor.

- ¡Deja de pensar en sexo Márquez!

- Vuelve a decirlo –bufé y, disculpándome con mis anfitriones, me dispuse a ir a mi dormitorio.

Cogí el ordenador de encima de la mesa y me puse a mirar las típicas cosas de embarazada. No tenía nada mejor que hacer o eso es lo que yo creía.

- Isel, quiero que hablemos de todo el “problema” de mi hermano –cuando vio que estaba con el ordenador, dejó el tema-. ¿Qué haces?

- ¿Eh? Nada –me arrebató el ordenador y se sentó a mi lado en la cama.

- ¿Cunas y carritos? Un poco pronto, ¿no crees?

- Lo sé, pero no tengo nada que hacer.

- Pues, para esto –señaló la pantalla del ordenador- necesitamos esto –señaló mi vientre.

Ya no dijimos nada más. Los besos empezaron a aparecer y la ropa a sobrar. Vamos a ver si llegas pronto bebé.

Madre de alquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora