Epílogo

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(Isel)

Han pasado los años y la familia empieza a aumentar. Después de disfrutar unos años que nuestros hijos, las dos parejas decidimos tener hijos. Estoy embarazada. Voy a tener un bebé de Marc en 3 meses. Yo me puedo sentir más feliz. Necesitaba un bebé suyo creciendo en mi interior. Y su nacimiento coincide con el momento en el que a Alex y Bells les concederán la adopción de su pequeño y lo tendrán en casa.

Todas estamos muy emocionados por la llegada de los dos bebés de la familia. Sobre todo, los dos hermanos mayores que ya quieren nuevos compañeros de juegos y travesuras. Aunque Claudia empieza a ser consciente de que no va a poder jugar con los bebés cuando nazcan. Jordi se lo ha explicado muchas veces y le enseña a cuidarlos como él hizo con ella.

Jordi me cuida mucho cuando estamos solos en casa. Siempre me dice qué es el hombre de la casa cuando no está papá. Se tomó al pie la letra esas palabras de Marc e intenta cuidarnos mucho al bebé y a mí. Y sí, se bebé porque mi querido marido y yo no nos ponemos de acuerdo para elegir el nombre.

- ¿Cuándo llega papá?

- Estará en casa a la hora de comer. Ahora mismo está en el avión que lo va a traer a casa.

Jordi siempre se pone muy nervioso los días que Marc vuelve a casa. Echa de menos jugar con él y Alex. Justo cuando voy a decirle que recoja los juguetes que dejó tirados por el suelo la noche anterior, llaman al timbre.

- Sorpresa -dice Marc en cuanto abro la puerta.

- ¿Qué haces aquí tan pronto?

- Me moría por estar en casa y disfrutar de ti, Jordi y Asier.

- ¿Asier?

- En el avión tengo muchas horas muertas para pensar en nombres.

- ¿Has oído eso pequeño? Te llamas Asier.

Marc me besó tras escuchar mis palabras y llegamos al salón donde nuestro hijos mayor saltó a brazos de su padre que ya estaba deseando jugar con él a cualquier cosa.

- En un rato vienen mi hermano, Bells y Claudia.

- Perfecto. Prepararé algo para comer.

(Alex)

Estoy en la entrada de casa y me estoy pensando mucho si entrar o no. Mi hermano y yo pudimos coger el vuelo anterior para regresar a casa antes de lo previsto. Debería estar deseando entrar en casa para ver a mi mujer y mi hija, pero estoy tan nervioso por la noticia que tengo que darles, que digo fuera pensando cómo se lo voy a decir.

Miro una y otra vez los asientos traseros de mi coche donde está dormido Eric. Nada más del salir del aeropuerto, me llamó el abogado que habíamos contratado para la adopción para decirme que nos adelantaban la fecha en la que nos daban a nuestro hijo. Se lo dije a mi hermano con una sonrisa de oreja a oreja y fui a buscar a mi bebé compañado por él.

Al final, soy consciente de que no voy a encontrar las palabras perfectas para darles la noticia. Cojo la sillita dónde está dormido mi pequeño y entro en casa intentando hacer el menor ruido posible.

- Ya estamos en casa mi amor -susurro a su oído antes de que se gire y me vea con nuestro bebé.

- ¿Es...?

- Eric, esta es mami.

Mi mujer no puedo reprimir las lágrimas de alegría al ver a nuestro pequeño por fin en casa. Llevábamos meses esperando este momento y, que se haya adelantado a la fecha, ha aumentado todavía más la felicidad.

- Vamos a presentarle a Claudia a su nuevo hermanito.

Subimos de la mano hasta la habitación de nuestra hija que se gira en nuestra dirección cuando escucha la puerta abrirse. Se sorprende mucho cuando me ve en casa y cuando ve que en las manos tengo la sillita con un bebé.

- Papi, ¿Quién es?

- Es tu hermanito Eric.

Los ojos de mi hija brillaron inmediatamente. Te levanta de la mesa donde estaba dibujando y se acerca con mucho cuidado a Eric.

- Está domido papi.

- Sí cariño. Los bebés duermen mucho.

- Vale papi -dijo antes de taparse la boca con sus manitas.

(Marc)

Tras un rato jugando con mi hijo, el timbre sonó.

- Debe ser Alex. Voy yo mi amor.

Dejo a Isel y Jordi en el salón jugando y voy a abrirle la puerta a mi hermano y su familia.

- Hola princesa -saludo a Claudia al cogerla en brazos.

- Hola tito. Tengo un hermanito nuevo. Se llama Eric.

- Que bien princesa. Corre a darle la noticia a la tía y a Jordi.

Bajo a la niña de mis brazos y saludo a mi cuñada y hermano antes de coger en brazos a mi pequeño sobrino. Es precioso y sigue tan dormido como cuando lo vi hace un par de horas.

- Pronto tendrás uno hermanito -me dijo Alex dándome una palmada en el hombro.

- Tengo miedo de no estar en casa cuando vayan a hacer.

- Es un parto programado. Sabes exactamente la fecha en la que van a nacer tu bebé.

- Asier.

- ¡Joder, por fin hay nombre! Yo ya me veía llamándolo pequeño hasta los 10 años.

Yo contesto la estupidez que acaba de decir mi hermano y vamos esta el salón donde Isel ya me estira sus brazos para robarme a Eric.

- Toma nena. Todo tuyo el peque.

- Hola pequeño. Eres muy bonito.

Todos nos quedamos sin palabras cuando el pequeño se encogió en una bolita cerca del vientre de mi mujer. Era increíble ver como mi sobrino sentía a mi hijo.

- Primo y hermanito juntos.

Jordi estaba muy emocionado por ver a Eric cerca de Asier. Y no lo podemos culpar porque todos sentíamos la misma sensación. Los dos pequeños serían inseparables tal y como lo son sus hermanos mayores.

- No veo a la hora de verlos juntos cuando dé a luz.

Madre de alquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora