Llevo unas tres semanas viviendo en casa de Alex y, ¿sabéis qué? No me ha bajado la regla. Sabía que Alex quería un niño y era bueno en la cama, pero por lo visto, también tiene puntería.
- Buenos días.
- Alex, ¿me puedes dar el número de tu hermano?
- Claro. Le va a hacer mucha ilusión que le llames.
Me dio el número de Marc y subí a mi habitación para poder hablar a solas con él. Así, le expliqué lo de mi posible embarazo y me dijo que ya venía para aquí. Nada más colgar volví a bajar y me senté al lado de Mireia.
- Algo grave debe pasar para que hayas llamado a Marc. ¿Me lo quieres contar?
- Primero quiero hablar con Marc. Solo para asegurarme de algo y saber como hacer las cosas bien.
- Vaya, creo que, al final, os necesitáis mucho el uno al otro. ¿Por qué no le dices que sí?
- Es algo complicado de explicar. Prometo hacerlo.
No nos dio tiempo a decir nada más porque, en ese preciso instante, el timbre sonó y a la casa entró un Marc con cara de ¿preocupado? Es igual, me quedé a su altura y, cogiéndolo de la mano, llegamos a mi habitación.
- Por lo que me has dicho por teléfono, ¿ya soy tío?
- Puede que sí. Todavía no es seguro y bueno, quería que me dijeses como se lo puedo decir a Alex.
- Vamos a la farmacia, compramos un par de test de embarazo, lo haces y, si salen positivos, tienes dos opciones: se lo dices a Alex o te llevo al ginecólogo para que te haga un ultrasonido.
- Vamos a por esos test y luego pienso.
Así lo hicimos. Llegamos a la farmacia y, como no, reconocieron a Marc. Ahora todos pensarían que somos pareja por el hecho de lo que hemos comprado y que el mayor de los hermanos no se separa de mí.
Pago la compra y Marc me pega a él para besarme como si fuésemos pareja. Los flashes de las cámaras me aturden un poco, pero creo que ya es oficial. Soy la novia de Marc Márquez.
Subimos al coche mientras éramos bombardeados por preguntas. No podía creer que fuera tan estúpida para meterme otra vez en esto. Ahora todo era peor. Cuando estaba con Alex me escondía de todos los medios. Con Marc, a la primera de cambio, ya soy noticia.
- No somos novios. ¿Por qué has actuado así? -dije cuando ya había arrancado.
- Porque si no, nunca hubieses aceptado ser mi pareja. Ahora somos novios y vamos a ser tíos. ¿No es genial?
- Claro -dije irónica.
- Venga. No te enfades. Es malo para el bebé.
Desistí en el intento de hacer ver a Marc la realidad. Aunque le decía que no quería ser su novia, la verdad es que me gustaba mucho y ahora me alegraba de ese "empujón" que me ha dado. Pero dejo de pensar en eso y me centro en el tema de Alex y el posible embarazo. Toco mi vientre, todavía plano, y noto como Marc sonríe, veo de reojo el hoyuelo que se le forma.
- Ya hemos llegado nena.
No me había dado cuenta de que habíamos llegado. Asentí a las palabras de Marc y bajamos del coche rumbo a la casa que, en esos momentos, se encontraba vacía.
- Vamos a tu habitación por si viene alguien.
En mi habitación tenía un baño de cinco piezas. Entré con las cajitas dejando a Marc fuera. Saqué los palitos e hice las pruebas. Las dejé en el lavabo y salí para esperar con Marc los resultados.
- ¿Cuánto hay que esperar?
- Quince minutos.
Escuchamos la puerta de la calle abrirse y a Alex hablando con Bells. Miro a Marc intentando decirle con la mirada que no quiero bajar ni que sepan que estamos aquí hasta que se pase el tiempo de espera. Marc me abrazó y me tumbó en la cama con él a esperar.
- Espero que ya haya un sobrino aquí ya. No quiero que pases tiempo con Alex en la cama.
- Pues vas a tener que pasar tiempo tú conmigo.
- Encantado.
Después de seguir nuestra conversación de susurros, acabaron los minutos de espera y fui a ver los test.
"Positivos"
Volví a salir y allí me esperaba mi chico con cara de querer saber si tenéis que ir arrancando el coche.
- Vamos a por ese ultrasonido nene.
- Vamos a conocer a mi sobrino.
Tiré los test en la habitación para que Alex no los encontrase. Cerré la puerta y bajé de la mano de Marc. Hoy no era un día de suerte. Alex y Bells estaban en el salón.
- ¿Estabais aquí?
- Sí. ¿Algún problema hermanito? Quiero tiempo con mi novia.
- ¿Novia?
- Alex, tenemos que irnos -me disculpé, quería irme.
Salimos de la casa y fuimos al hospital donde estuvimos esperando en una sala hasta que se dignaron a atendernos.
Al entrar, le comentamos al doctor mi retraso y los test y estuvo de acuerdo con Marc en que lo mejor era una prueba de ultrasonido, aunque no sabía como Marc conocía tanto de estas cosas.
Me tumbé en la camilla y metió un tubo con una cámara en el extremo por mi sexo. Fue algo bastante incómodo, pero pude ver en la pantalla una pequeña mancha que era mi bebé.
- Enhorabuena señora. Está embarazada.
- ¿Has escuchado eso nena? Vas a ser mamá.
- Sí. Qué emoción -ya estaba llorando.
- ¿Quieren copias de la ecografía?
- Queremos... -me puse a pensar- cuatro copias, por favor.
- Ahora se las traigo. Pueden esperar en la consulta.
Me vestí y nos sentamos en la consulta. Pusimos nuestras manos enlazadas en mi vientre y nos besamos. Sentía muchas cosas con Marc que Alex nunca me dio. Creo que he acertado al quedarme con Marc.
- Siento haberos hecho esperar tanto. La tecnología hoy no quiere ayudarme.
- No se preocupe. Los nervios de mi chica son porque ya quiere tener al peque con nosotros.
¡Joder con Marc! Menuda capacidad para reaccionar. Nos despedimos del doctor y salimos del centro médico.
- Quiero que nos hagamos fotos cada día. Quiero ver como poco a poco nuestro bebé crece dentro de ti.
- ¿Eso no sería cosa de Alex? Es el padre.
- Bueno, pues una foto cada uno.
- Volvamos a casa. Hay que dar la noticia al padre.
Otra vez en el camino de regreso a casa, esta vez, con la seguridad de que voy a ser madre. Marc conduce con mucho cuidado, me pone nerviosa, quiero llegar a casa.
- Que no va a pasar nada. Puedes darle un poco más de gas.
- ¿Llamando al piloto que llevo dentro?
- Puede -me hice la inocente.
Conseguí que mi nene fuese más rápido. Al llegar a casa reunimos a Alex y Bells en el salón, pero tuvimos que pegar un grito para que nos dejasen hablar.
- ¿Queréis relajaros? No vamos a decir nada sobre la relación. Sé que molesta Alex, pero te aguantas.
- Bueno, después de la pelea de hermanos, ¿puedo hablar? -todos enmudecieron-. Tomad -les di un sobre con la ecografía-. Es la ecografía del bebé. Estoy embarazada.
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Madre de alquiler
Fiksi PenggemarLa vida de Isel da un vuelco cuando vuelve a ver a su ex. Alex Márquez. Él le pedirá algo que no podrá rechazar: ser la madre de su hijo.