Scary Love [HS]

2

La encuentro en el piso de arriba, recostada de una pared en el pasillo. Tiene la mirada perdida y una de las tiras de su vestido baja por su hombro.

Me tenso−¿Kathy?

Gira rápido la cabeza hacia mi y me mira. Sus pupilas están dilatadas, lo que puede significar dos cosas: o está muy borracha o muy excitada.

Espero que sea la primera.

−¡Hey! Eres el chico del pasillo−bueno, definitivamente está borracha. Se echa a reír−¡Y sigues estando en un pasillo!

−¿Estás bien? −me acerco.

−Oh,si, de maravilla−se despega de la pared para verme de frente. Mala idea. Pierde el equilibrio y la tomo de los hombros rápido antes de que caiga. Suelta una risotada−. Perdón.

−¿Seguiste bebiendo después del juego?

−¿Qué juego?

−El de be...

−¡Ah, si! Ese juego, el de beerpong−dice obvia.

−¿Lo hiciste?

−¿Qué cosa?

−Beber después del juego.

−¿Qué juego?

Suspiro. Veo el pasillo una puerta abierta al fondo y no dudo en arrastrarla hasta allí cuando veo a Mike salir del baño.

Kathy se echa a reír cuando entramos y se lanza en la cama mientras yo cierro la puerta, no queriendo que Michael la vea. ¿Estaba ella esperando por él? No quiero saberlo, no me importa.

Si no te importara no la estarías escondiendo.

Maldigo mi subconsciente y dejo el debate personal para otro momento. ¿Y por qué la chica conejo no deja de reírse?

Me volteo para encontrarla enrollada entre las cobijas blancas de la cama.

Levanto una ceja−Me enredé.

−Ya me di cuenta, ¿necesitas ayuda?

Se sienta aun con las cobijas su alrededor−estoy bien. ¿Me puedo quitar los zapatos?

No espera a que responda cuando patea uno lejos de su pie. Voy a decir algo cuando Michael la llama desde el pasillo. Veo que Kathy quiere responder por lo que me apresuro y le tapo la boca.

Dios, esto se ve tan mal, pero juro que por primera vez mis intenciones son buenas.

−Kathy, deja de jugar−grita un notablemente borracho Michael.

Kathy me mira aun con mi mano en su boca. Cuando siento sus dientes clavarse en mi palma la retiro rápidamente y se que quiere reírse mucho antes de que lo haga. −¿Kathy, estás ahí?

La vuelvo a jalar cuando la perilla de la puerta empieza a moverse y pienso rápido. La habitación tenía que ser de alguien importante aquí porque tenía un closet empotrado.

Nos metemos en el pequeño espacio y cierro las puertas.

Vaya, si que es pequeño.

La cantidad absurda de ropa tampoco ayuda mucho.

Kathy alza la vista para verme con sus grandes ojos, que ahora sé, son grises. Su pecho y el mío están presionados entre si y me vuelvo extra consciente de lo bien proporcionados que están.

Para ser tan delgada, tiene redondas tetas.

Michael entra a la habitación y noto como la busca−.Vamos, nena, solo quiero unos besos.