−¿Estás seguro de que no quieres otro sándwich? −Kat me mira a través de esos malditos lentes gigantes−¿Una malteada? Compré los sobres que te gustan.
−¿Planeas matarlo para la navidad? −comenta Becca, y Kat frunce el ceño.
−Necesita comer, sus niveles...
−Están mejorando−la interrumpo y me levanto. Desde que estamos aquí, ya hace una semana, Kat se ha encargado de cuidar mi trasero como si me hubiesen diagnosticado cáncer. No es que me queje, aunque si me abruma un poco. La mayoría de las veces intento hacerle saber que no necesita hacerlo todo por mí, pero en un par de ocasiones se me ha ido el mal carácter por delante y la he atropellado−. Voy a subir a descansar.
−¿Quieres que te ayude a...?
−Estoy bien−digo tajante y ella se muerde el labio antes de apartar la vista de mi y asentir un par de veces−. Te espero en un rato−agrego un poco más dulce, pero ella no me ve.
La verdad es que no encuentro de humor. Toda la mañana la pasé en la facultad intentando salvar mi trasero del exilio total, y luego tuve que ir con Matt a la policía para tratar todo el asunto con mi padre.
Es un hecho, tenemos cita con el fiscal para dentro de tres días.
Se que es algo que tengo que hacer, pero eso no evita que me sienta como la mierda. Y me siento más mierda aun por sentirme así, porque maldita sea, ese hombre no merece mi compasión. Robert no debería hacer que la voz me temblara a la hora de denuciarlo, sin embargo, Matt tuvo que ser el que hablaba porque yo estaba demasiado nervioso.
Matt...ese cabrón también me tiene de malas. A pesar de que ya me habla y en efecto me está ayudando a resolver los problemas, no deja de tratar el asunto como si fuese algo que solo perjudica a su familia. Todo el tiempo tengo que estar escuchando sus comentarios ensordecedores acerca de mi padre, de sus malas mañas y de todo lo que ha traido consigo porque no tuve los cojones de denunciarlo antes.
De beber un trago por cada vez que él empieza una frase con "si hubieses denunciado a tu padre antes..." estaría de regreso al hospital con un coma etílico.
Si alguien sabe la escoria humana que es Robert, ese soy yo. No necesito un puto recordatorio de la mierda de familia que tengo, joder, ya es suficiente con mis pensamientos para sumarle la maldita voz quejosa de Matt a mis jodidas migrañas.
Por otro lado está Kat, y sus malditas manos chismosas que todo quieren hacer. Se que sus intensiones son buenas, pero me fastidia. Desearía que dejara de actuar como una enfermera y volviera a ser mi mejor amiga. Desde aquella noche donde la besé y vi como se quedaba dormida en mis brazos, no hemos interactuado demasiado. Ella se ocupa de que coma, tenga la espalda cómoda y que tome mis medicamentos a la hora, pero casi no habla conmigo. Lo odio.
Y luego están los chicos, que actúan como si estuviera de putas vacaciones. Me hacen perder la cabeza, porque en Kat y Matt me enferma la seriedad con la que se están tomando las cosas, mientras que con Niall y Louis siento que no les interesa lo suficiente como para prestar atención.
Ellos jodidamente están acabando conmigo.
Por esto me fui, pienso, pero sacudo la cabeza para despejarme un poco. Mierda, estoy tan mal en tantos aspectos, pero no puedo agarrarme a esa idea de nuevo.
Llego a la habitación que comparto con Kat y me dejo caer sobre la cama. El dolor en mis costillas ha mejorado considerablemente, aunque todavía me duelen cuando hago un movimiento brusco. Ya mi cabeza no está vendada, pero mi muñeca izquierda sigue enyesada. Me frustra no poder rascarme la mano como quiero y me provoca romper algo por la impotencia. Boto aire en un intento de calmarme, pero no funciona.
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Scary Love [HS]
Fanfiction"Tu amor me asusta, nunca nadie se ha preocupado por mi como tú lo haces" -The Neighbourhood