Scary Love [HS]

27

Tres golpes en la puerta me hacen levantar la cabeza de la cama.

¿Qué es esto?

Frunzo el ceño viendo a la botella que tengo en la mano que cuelga del colchón ¿tan rápido habrá hecho efecto?

Sacudo la cabeza y la vuelvo a recostar de la cama, donde estoy desparramado sin fuerzas de nada.

—Harry, se que estás ahí—esa voz me pone alerta y acelera mi corazón en un segundo. No puede ser—. Abre la puerta, por favor.

¿Qué hace ella aquí? ¿cómo me encontró? ¿en verdad se trata de...? mierda, no, es una locura. Vuelvo a ver a la botella. Puto licor barato.

Sin embargo, me muevo. Me siento en la cama con la vista fija en la puerta de madera vieja. Espero uno, dos, tres segundos.

—Harry, abre la maldita puerta, demonios.

La forma en que su lengua se enreda al soltar tacos, porque no está acostumbrada a ello...No puede ser, me la estoy imaginando. ¿Será un sueño?

—Mira, me robé las llaves del auto de Louis para venir aquí, ¿puedes, por favor, abrirme?

No me muevo un centímetro, asustado de que, si lo hago, despertaré y ella se habrá ido de nuevo.

Escucho a Kat suspirar del otro lado de la puerta—. No soy buena conduciendo, Harry, y por ti ya he tenido que robar autos dos veces.

Mis manos hormiguean y ya no sostengo la botella.

—Por el amor de Dios—la escucho quejarse en voz baja y por un momento se queda callada. No, no, no te vayas, aun no—. ¿Ahora me vas a jugar la ley del hielo? Está bien, al menos déjame ponerme cómoda—algo se remueve tras la puerta. Quizás se esté sentando—. Chris me dijo que estabas aquí. Me llamó esta mañana.

Chris, había venido hace dos noches y la cosa no había terminado muy bien. Después de que se fue, me embriagué hasta perder el conocimiento.

—He pasado las peores semanas de mi vida, Harry—su voz imaginaria resuena con dolor y cansancio—, ni siquiera te imaginas.

Claro que lo hago.

—Te estuve buscando por todas partes—continúa—, después de que te fuiste, me odié por no perseguir tu coche. Los llamé a todos, pero ninguno sabía en donde te habías metido.

La rabia vuelve a mi, pero se mantiene tan quieta como yo. Tenía muchas ganas de abrir esa puerta y regañarla. Decirle que no tiene nada que hacer aquí, que debe irse y dejarme en paz, pero recuerdo que realmente no hay nada detrás de esa madera vieja.

—La noticia se parció rápido, y entonces me odié porque se que eso te molestaría. Pero yo...Harry, todos estamos muy preocupados por ti.

¿Por qué? ¿Qué he hecho yo para ser digno de sus preocupaciones? Todos tienen cosas más importantes, cosas más grandes y que de verdad valen la pena todas las preocupaciones ¿por qué, entonces, perder el tiempo conmigo? ¿Es que no se dan cuenta de que soy una causa perdida?

—Me quedé con Louis unos días—ella dice—. Tuve unos ataques de pánico cuando me di cuenta de que no ibas a regresar. El médico dijo que debía guardar reposo y no estresarme por nada, así que me tomé unos días para faltar a clases. Todos fueron muy amables conmigo, e iban a visitarme todos los días. Incluso los padres de Matt.

>>Pero tu nunca fuiste, Harry—su voz se rompe en la mitad de mi nombre y yo hago lo mismo—. Cada vez que escuchaba la puerta principal abrirse yo guardaba la esperanza de que, milagrosamente, se tratara de ti, pero nunca fue así. Louis siempre estuvo a mi lado, sin embargo, yo me sentí tan sola.