Toco la puerta y escucho como unos ligeros pasos se acercan hasta que justo detrás de ella. Y luego la abre.
El alma se me cae al piso.
Kat tiene el cabello recogido descuidadamente en una coleta alta y su vestido rojo fue sustituido por un mono de licra hasta la rodilla y una camisa blanca sin ningún tipo de adorno. Pero son sus ojos los que me traspasan y cortan mi pecho con mil hendiduras.
Están rojos e hinchados, porque ha llorado desde quien sabe cuanto tiempo. Es la primera vez que la veo sin anteojos.
No se que impulso me posee, pero abro mis brazos y ella literalmente salta a ellos. Joder, creo que nunca he abrazado a nadie de esta forma.
Kat enrolla sus piernas en mis caderas y esconde su cara en el hueco entre mi cuello y el hombro. Inmediatamente se empapa, porque aun está llorando. Dejo caer mis zapatos en la canasta con la que ya estoy familiarizado y un brazo me es suficiente para sostenerla mientras cierro la puerta y le paso seguro, pero luego la aprieto a mi con los dos y nos llevo hasta su cama. Me siento, aun con ella sobre mi. Es tan jodidamente ligera.
—Está bien, Kat, está bien—digo, pero no se si lo está.
¿De donde habré aprendido a reconfortar a alguien? mi mano toma vida propia y comienza a acariciar levemente su espalda en círculos, pero ella no deja de llorar. Joder, odio cuando Kat llora.
No se que otra cosa decir, así que no digo nada. Nos quedamos ahí, abrazados uno con el otro mientras el murmullo de una tortura reprimida resuena como banda sonora del momento. ¿Qué mierdas hiciste, Figgins?
No se si pasan segundos, minutos u horas, pero luego de lo que se siente como una eternidad, Kat levanta la vista de mi hombro y me mira con esos grandes ojos caricaturescos que tiene.
—Tenías razón, es un idiota.
Pero no quería tener razón. Quería que te divirtieras.
—¿Qué fue lo que hizo, Kat?
Ella se baja de mi regazo y se va hasta la cabecera de la cama. Se acomoda entre un millón de almohadones y yo hago lo mismo, a su lado. Espero por una respuesta mientras ella toma uno de los tantos y lo aprieta en su pecho.
—Fuimos al cine y vimos una película independiente—comienza y su voz refleja todas las lágrimas que su garganta ha tenido que trasladar—. Halagó mi vestido y durante todo el tiempo solo podía pensar "Harry estaba equivocado, y me muero de ganas de contárselo mañana" —medio sonríe y me encojo aun más—. Cuando me di cuenta de la hora le pedí que volviéramos a casa, pero el dijo que quería llevarme a Macdonalds. Le dije que no varias veces, hasta que nos montamos en carro. Pero si se dirigió a Macdonalds, y aparcó detrás en el estacionamiento— se empieza a tensar y creo que estoy a punto de perder la maldita cabeza—. Le pregunté que qué hacíamos allí y él dijo que ya debería saberlo.
—Kat.
—Dijo "si me dejas sacar unas fotos, nos dividimos el dinero" —me rompo en mil pedazos con esas palabras, pero me reconstruyo con mil caballos de fuerza cuando veo lo roto en su mirada. Estoy listo para acabar con Figgins—. Y yo le dije que no, y que me...que me dejara salir. Le puso el seguro al auto, Harry, nunca había estado tan asustada—está temblando, sus delicadas manos tiemblan. Las tomo con las mías y ella toma una gran respiración, pero no consigue calmarse.
—Kat, ¿él te tocó? —me sorprendo cuando mi propia voz se quiebra.
Asiente. Me quedo sin aire.
—Hijo de puta—suelto.
—Él intento...él—sacude la cabeza—. Pero lo detuve, Harry. Le di un pellizco en el cuello, ahí donde tienen la manzana y se atragantó. Desactivé el seguro y salí corriendo de allí. Unas chicas de una fraternidad me dieron el aventón hasta aquí.
ESTÁS LEYENDO
Scary Love [HS]
Fanfiction"Tu amor me asusta, nunca nadie se ha preocupado por mi como tú lo haces" -The Neighbourhood