Smoke Girl [Adrinette]

[2]

Dedicado con mucho cariño a lisseth200202 uwur.

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La preocupación aflora en su moreno rostro, tiene ambas manos a cada lado de su cabeza intentando tener la calma antes que se agarre de los mechones castaños mientras suelta un grito de frustración contenida, sus ojos me miran suplicante pero esta vez  me inmutaré, ella necesita un poco de alcohol para bajarle los nervios.

—Deja que la destrocen.—contesto sin una pizca de sentimiento, es fácil encogerse de hombros pero difícil enfrentar el problema, y yo soy ese tipo de personas que toman un pequeño recreo hasta estar listas para la acción.

Sin embargo, dejaré esto a manos de mi molesto niñero.

Ambos me miran horrorizados con las facciones desencajadas al ver mi poco interés.—¡No! ¿Tú eres Alya cierto?.—exclama preocupado el Agreste dirigiéndose a mi amiga, intentando mostrar interés para que ella lo salve.

—Sí, ¿tú quién eres?.—cuestiona pensativa, yo solo me pregunto en donde carajos estaban en el momento en que se vieron, empiezo a preguntarme si sufren problemas de memoria o ceguera.

—Soy Adrien, el guardia de tu amiga. Ayúdame a detener esto, por favor.—le ruega con la mirada, yo solo quiero intervenir y decir corrección mi sexy e insoportable guardia a domicilio.

—¿Qué hago?.—me dice, pidiendo que le dé una solución.

Adrien chasquea la lengua hastiado, estoy segura que quiere maldecir como un camionero de barrio y darse dolorosos golpes en la cabeza hasta morir desangrado, se nota en su mirada o eso creo, es como yo lo interpreto.

—¿Tienes que pedirle permiso? ¡Madre mía!  Será mejor que yo lo haga.—suelta un suspiro y se marcha de nuestro campo de vista, me encojo de hombros sin ningún remordimiento. Debió haberlo pensado antes.

En el momento en que desaparece entre la multitud comienzo a interrogar a Alya con una sonrisa de suficiencia en el rostro.

—¿Qué te parece, Cesaire? ¿A qué el canguro a sueldo no estás para comérselo?.—su expresión es neutra y sé que al oírme quiere regañarme por pensar aquello, pero es la verdad. Incluso se nota mi poca consideración por la mansión de la familia Dupain Cheng.

—Se ve muy molesto.—exclama haciendo un gesto dramático, reí al ver su rostro en una mueca rara.—Espero que no te castigue a lo tipo 50 sombras de Grey.

—Ya quisiera.—mascullo entre dientes, la tomo del brazo para dirigirnos a una barra donde un chico de cabello azabache se encuentra sirviendo diferentes tipos de bebidas alcoholizadas.—Más molesta debo estar yo después de lo que ha pasado esta noche, y en vez de deprimirme lo estoy festejando, ahora vamos por unos tragos.