[12]

999 98 41
                                    

Pasaron los días, semanas e incluso meses que llevaba la misma agradable rutina de dormir al lado de Adrien observando la belleza nocturna del cielo de Londres como si fuéramos una pareja de enamorados. 

Cada momento arruinando la vida de Chloé, e incluso huíamos del internado para a veces dar un paseo siendo las estrellas de testigo o a veces ir de compras al centro. Sentía que estaba tan a gusto con Agreste y llegó el momento de querer estar con él para siempre, en los instantes que él no estaba conmigo lo añoraba demasiado, pensaba en los minutos de su ausencia y me sentía vacía.

Él era muy tierno y cariñoso conmigo, nunca nadie me había tratado de esa forma, siendo franca me hacía sentir especial.

Hasta que llegaron los tres meses y yo me encontraba a punto de caer en brazos de Morfeo, pero cuando él tomó mi mano con delicadeza mi cansancio desapareció.

—Tengo que hablar contigo sobre algo.—murmuró entre dientes, al ver su preocupada mirada esmeralda y al no notar su típico brillo entre en pánico.

Algo andaba mal, ojalá no fuera de lo que pensaba que ocurriría.

—Dime.—esbocé una pequeña sonrisa amable, rodeé con mis brazos su espalda y hundí mi nariz en su cabellera rubia.

Olía bien.    

—Mi madre está enferma.—musitó, con cuidado me separé un poco de él para observar su rostro. Los orbes verdes de Adrien estaban cristalizados a punto de estallar en lágrimas, aferré más mi cuerpo hacia él.—Tiene cáncer terminal, sólo le quedan unos meses de vida.

En ese instante el blondo ya no pudo más, su poca fuerza de soportar el dolor llegó a su fin y estalló en llanto. Al oírlo tan frágil como un pequeño niño sentí que algo se desgarró en mi interior.

—¡Qué! ¿Hablas enserio?.—pregunté alterada, creo que metiste la pata Dupain Cheng así no se apoya a tu no novio.

—Nunca jugaría con algo así,  Marinette.—sollozó hecho pedazos.—¿Qué voy a hacer cuando ella se vaya?

Solté un largo suspiro, lo abracé con todas mis fuerzas brindándole todo mi calor.

—Adrien, no sé que decirte.—musité contra su oído de forma triste.—No soy buena en dar aliento pero juro que estaré contigo cuando me necesites.

Él asintió en forma dudosa.

—Emilie me ha pedido una cosa.—hizo un breve silencio, parecía tenso hasta se podría decir incómodo.—Quiere que me case con Chloé.

Por un instante mi corazón dejó de latir e incluso sentí que por un momento la sangre detuvo su proceso por mis venas y arterias.

—Me pidió que le propusiera matrimonio este fin de semana en la cena con los donantes del internado.—crucé los brazos en busca de más información.—Es mi madre y es su último deseo...no tengo otra más que cumplirle.

Arruinarás tu vida.

—Entonces ¿tú y yo?.—pregunté entre tartamudeos.

Tú y yo últimos capítulos.

—Esta noche, es la última vez que estaremos juntos.—dijo firme pero apenado, estallé en cólera.—Lo siento.

Sabía que esto ocurriría así, era obvio. Pero estaba tan ilusionada con él que no me di cuenta que en esos instantes estaba rompiendo mis propias reglas tan sólo para ser "feliz" con él. Tenían razón algunas personas "el amor es una ilusión"

—¿Me estás botando? Bien, nunca nadie lo había hecho pero siempre existe las primeras veces ¿no?.—oí mi propia voz e incluso podía decir que no mostraba ningún sentimiento, Adrien negó con la cabeza.—¿Sabes qué? ¡Cásate con quién quieras, haz lo que quieras con tu vida pero a mí no te me vuelves a acercar!

Smoke Girl [Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora