|20|

547 66 32
                                    

Comenten y tu crush te amara ;'3

Apoyé mi cabeza en su hombro de forma suave, soplé débilmente contra su pálida piel y sonreí. Sentí como un pequeño escalofrío recorrió su espalda.

La verdad es que extrañaba su actitud tímida.

—¿Te estás divirtiendo?.—pregunté contra su oído.

—Por favor, dime que no eres tú.—susurró titubeante.

¿Quién podía entender a este hombre? Estoy seguro que me había extrañado, y mucho. Y siendo honesta yo también aunque había estado con Nino.

—No puedo porque sí soy yo.—bromeé.—Di quién soy y quito mis manos.

Oí un pequeño suspiro por su parte.

—Mi niña mal.—musitó lo suficientemente bajo para que sólo yo lo escuchara.

Por un momento sentí como mi corazón dio un pequeño brinco y sin darme cuenta sonreí por su palabras. Adrien siempre sería ese chico de personalidad azucarada que tanto me gustaba.

Alejé mi mano de su rostro de bebé tierno, al hacerlo inmediatamente volteó a verme, sus ojos jade tan profundos hicieron que los latidos de mi corazón se aceleraran, y sin que yo me lo esperara me abrazó con fuerza.

Tan cálido, él era siempre tan cálido.

Correspondí su abrazo con cariño pero por desgracia sólo duró pocos segundos.

—Estás loco Agreste.—dije con firmeza.—No fue fácil encontrarte, estuve buscándote en todos lados.

—Sabía que si me encontraban es porque habías regresado.—masculló, fijé mi mirada en la suya y noté que sus orbes esmeraldas lucían relucientes.

Joder, Adrien, me recuerdas a el Maestro Fu que es amigo de mis padres. Puede que sea serio y compresivo pero es una perfecta reina del drama.

—Todas mis intenciones eran regresar y encontrarte pero mis padres me habían quitado los papeles de salida, no podía viajar. Hubiera vuelto antes por ti.

Él negó con la cabeza repetidas veces para acercarse a mí.

—Eso ya no importa, estás aquí y eso es todo.—exclamó feliz, intentó abrazarme otra vez pero lo aparté.

—Adrien tú me dejaste, me dijiste que era el final, te esperé como tonta todo este tiempo y no hiciste nada.—mascullé con paciencia.—¿Desapareciste sólo para traerme?

Noté como mordió un poco su mejilla derecha, al parecer si era cierto.

—No, sólo hasta que huí.

Ganas de asesinar a Adrien no eran falta, podía ser la persona más seria del mundo cuando él quisiera y al mismo tiempo podía actuar como un niño de preescolar mimado.

—No es gracioso.—me crucé de brazos.—Tu padre estaba muy preocupado.

Él alzó una ceja como si no creyera lo que le digo.

—¿Desde cuándo te importa mi padre?

Rodé los ojos por su ironía, Gabriel podía ser un insensible y sobreprotector pero al menos se preocupaba por su hijo, además tenía complejo de sugar daddy.

—¡Cállate, Adrien, odio cuando actúas indiferente me haces sentir responsable y eso no me gusta!.—exclamé molesta con las mejillas teñidas de color cereza.

—¿Estás enojada?.—preguntó de forma inocente.

Estoy furiosa, pedazo de insensible. Si te pasaba algo nunca me lo perdonaría.

Smoke Girl [Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora