Smoke Girl [Adrinette]

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Fuimos al médico, obviamente viajamos a las Vegas, como papá pidió de forma "calmada", si no fuera por mamá juraba que este se abalanzaba contra mi amado para matarlo por haberse metido con su hija de dieciséis años, si gracias a mi progenitora evitamos una tragedia.

Para nuestra mala suerte el bebé llevaba algo de más de dos meses en mi vientre, por lo cual había pocas probabilidades que fuera de Adrien.

Mi mejor amiga antes de saber los resultados se puso a llorar por ello porque ella sabía que Nino prefería mil veces a su hijo que a la castaña, y no, no lo estaba pensando. Él mismo me lo dijo, el blondo estaba igual de destrozado que ella.

Y para mi mala suerte, tenía que esforzarme el doble para poder a cuidar a los gemelos. Gracias a esta experiencia nunca olvidaré que debo usar protección.

El morocho después de ir al doctor me llevó a un centro comercial no sin antes convencer a mi padre que parecía feliz porque el niño era supuestamente del chico de lentes. Llevamos a Adrien y a Alya de paso, para hablar.

Los cuatro entramos a un restaurante y pedimos algo de comida, después todos nos miramos silenciosos hasta que no lo evitamos más, como buenos ruidosos que éramos no pudimos aguantar más y empezamos a reírnos a carcajadas.

Se podía decir que parecíamos sacados del manicomio por nuestra risa.

—Enserio te juro que tu viejo necesita unas clases particulares.—rió Nino mientras con algo de fuerza golpeaba la mesa.

Aún me sorprendía porque no nos habían sacado de aquí.

—Sí, sí, doy clases los jueves, no cobro mucho.

—Marinette, no eres Shrek.—bromeó Alya.—¿Acaso no sabe quiénes somos?

El moreno asintió y luego le dedicó una mirada intensa a Adrien, no Marinette, fuera impulso fujoshi.

—Si Adrien no se da cuenta sin que se lo expliquen significa que está muy mal hecho.—todos asentimos, él nos fulminó con la mirada.

—Como no darme cuenta si le hice una broma así a Marinette.—me sacó la lengua con diversión.—Y pensar que mi bebé aún era inocente.

Hice un puchero por sus palabras y él me dedicó una sonrisa, por Dios ¿cómo pudiste crear a alguien tan adorable?

—Ahora hay que pensar que hacer.—sugirió Alya.

—Antes que nada.—dijo Adrien emocionado, tomó mi mano con dulzura.—Gracias por todo, me has hecho tan feliz.

Nino nos miró alegre.—Esos bebés tienes cuatro meses, en ese tiempo ni nos conocíamos.

La morena tomó la mano del moreno y se sonrieron.—Felicidades amiga.

—Nada más miren lo que me encuentro.—se oyó una voy maliciosa,a  nuestro lado.

Tragué en seco, lentamente giré el cuello y era quién creía, Chloé Bourgeois nos sonreía de forma altanera. Oh por el yaoi hard del mundo, ¿no podía tener una vida tranquila?