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Mierda y más mierda, todo esto era mi culpa. Ya había causado demasiado daño por lo cual él me detestaba, ambos no queríamos vernos pero por razones diferentes.

Adrien no deseaba verme porque por mi culpa su madre estaba muerta.

Yo estaba avergonzada debido a mis actos.

Había sido tan impulsiva que no pensé en nada, sólo en mí. Estaba segura que enfrentaría las consecuencias pero ahora me siento como una hipócrita en el velorio de Emilie Agreste. Anteriormente al planear todo aquello mi único propósito era dañar a la pareja de rubios.

No pensé en los afectados, y la grieta que pude haber causado en su interior. Debido a mí ahora Adrien estaba sufriendo, aquel último acto desgarró todo. No sólo su corazón sino también su alma, todas esas palabras hirientes y actos desalmados que causaban un torrente de lágrimas salir por sus ojos habían sido causados por mí.

Era la peor persona que pudo haber existido en este planeta. Marinette Dupain Cheng, tu personalidad es un asco, tú eres una egoísta e hipócrita.

Un desastre viviente que no se merece a nadie, especialmente a él.

Estaba frente a su ataúd observando como algunas internas lloraban, un revoltijo de emociones invadió mi estómago. Giré mi cabeza y fijé mi mirada en el brazo de Chloé que estaba sobre el hombro del de mirada verdosa.

Sus hebras doradas estaban hechas un desastre, y notaba sus ojos levemente hinchados debido el llanto, una pequeña lágrima cayó de manera silenciosa y con los segundos aumentaron más.

Iba a decirle algo pero no tenía el derecho y aunque lo hiciera Bourgeois realizaría otros de sus berrinches, no quería una escena en semejante situación. Me senté detrás de ellos sin emitir un sonido.

—Lo siento mucho, Adrien.—musitó la morena con pena, hace unos minutos había intentado hablar  con el Agreste.

Chloé sólo soltó una larga carcajada llena de amargura, le dedicó una mirada gélida llena de ironía.

—¿Por qué deberías hacerlo? Tú y tu amiga la mataron

Alya apretó los puños enfadada, parecía nostálgica y furiosa. Pero el blondo intervino antes de empeorar las cosas.

—¡Esa es una acusación muy grave!.—la regañó.—Por favor evita molestarla, aléjate de ella.—la rubia arqueó una ceja.—Y antes que hagas un drama ella sólo es mi amiga, en realidad la única además de que es la más cuerda en este lugar.

Abrí la boca para emitir unas palabras pero la ojizarca me mandó a callar, había estado tan pendiente de mí que para evitar más problemas que lo único que pensó Bourgeois fue ordenarme en cerrar la boca.       

—¡Cierra la boca!.—sus ojos mostraban furia, espero pero al ver que no emitía un sonido ella sonrió.—Vaya al parecer no hablas, ¿por qué no defiendes a tu amiga? ¿acaso sospechas que es una rival más? Según opino ella tiene más oportunidades que tú y yo debido a cómo la trata.

La morena dijo que ellos no tenían nada pero Adrien estaba harto, caminó hacia donde se encontraba el cuerpo de su difunta madre y con cuidado lo seguí.

Smoke Girl [Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora