[14]

886 97 19
                                    

https://carolgpr.tumblr.com/

Lágrimas recorrieron mis mejillas de forma precipitada, soltaba sollozos sin parar mientras observaba mis muñecas sin ningún moretón, la cabeza me daba vueltas debido a la terrible resaca que tenía en estos instantes.

Miré a mi alrededor y pude notar una persona durmiendo junto a mí, se trataba de Adrien que estaba dándome la espalda. Su cuerpo temblaba de vez en cuando, bajé la mirada y por suerte aún estaba vestida.

¿Acaso todo aquello había sido una pesadilla? ¿En qué momento mi cerebro había comenzado a hacerme una mala jugada?

Con cuidado me deslicé por el colchón hasta que mis pies tocaron el suelo, llevaba la camiseta de Agreste que para mí era demasiado grande ya que la tela me cubría hasta las rodillas. Me senté por un rato de forma confusa.

¿Qué demonios había sucedido ayer? De forma lógica él no pudo haberlo hecho con Chloé debido a que mi piel no tenía ni un sólo rasguño. Como si se tratara de un ninja caminé hacia el blondo, al parecer él seguía durmiendo.

Su boca estaba ligeramente abierta dándole un aspecto tierno y por sus hebras doradas despeinadas le daban un aire ligeramente sexy, solté una risita al darme cuenta de que sus mejillas estaban adoradas de un tono cereza.

Definitivamente no me merecía a este hombre y antes de hacer una tontería debía preguntarle que había pasado ayer pero antes él debía despertar.

Entonces recordé el cuento que siempre me leían las amas de casa, La Bella Durmiente. ¿Qué podía salir mal si lo besaba? Además yo era la activa de la relación, él sólo suplicaba.

—Ahí voy.—musité contra su boca.

No quería ser intensa así que sólo nuestros labios rozaron de forma leve, el ritmo por parte mío fue pausado hasta que pasaron unos segundos y me separé o sino no me controlaría.

Por un corto tiempo reflexioné y la tristeza inundó mi ser, ¿qué habría pasado si él en realidad lo hubiera hecho con Chloé? ¿Lo hubiera perdonado o dejado? El sueño se sentía demasiado pesado, sólo se escuchaban gemidos y sollozos que resonaban en la habitación.

Había sido tan asqueroso, cruel y enfermo.

Tal vez ese sueño me quería dar a entender algo, que si yo sigo siendo mala y repulsiva con el blondo me va a dejar por Bourgeois. Después de todo tarde o temprano se cansaría de mí.

Gotas saladas volvieron a caer, no pude evitar sollozar. Intenté recuperar la estabilidad pero no podía, no entendía porqué pero aunque fuera un sueño seguía doliendo como una estaca en el corazón.

En eso sentí unos fuertes brazos rodear mi cuerpo, quería alejarme y a la vez no. Su calor era tan reconfortante que no pude negarme a corresponder el afecto. Lloré contra su camiseta como una niña indefensa.

—¿Estás bien?.—dudó al separarse de mí, al igual que yo sus ojos estaban rojos por haber llorado.

—Sólo quiero saber algo, ¿qué paso ayer?.—frunció el ceño, imité su acción exigiendo una respuesta.

Al final suspiró de forma cansina.

—Tus amigas y tú bebieron como unas locas gracias a Alya después de armar esa escandalosa fiesta, además que si no fuera por ustedes mi madre no estuviera en el hospital.—mi anatomía se tensó al oír la última frase.—Iba a darte tu merecido pero para tu suerte tu mejor amiga me explicó todo.

Smoke Girl [Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora