Smoke Girl [Adrinette]

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Capítulo dedicado a mi querida Cupido_Solitario. Espero que te guste este capítulo ❤ 

Lamento la demora :'3

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El silencio reinaba en la estancia, era la una de la mañana y supuestamente estaba durmiendo, al menos eso es lo que creían mis padres. Después de haberme visto alistar con apuro las maletas no se inmutaron en volver a verme. 

Decidida caminé en la oscuridad de la habitación siempre vigilante a no emitir ningún ruido que alertara a los residentes del lugar. Estaba segura que todas las puertas tenían la seguridad puesta, e incluso las ventanas.

Pero había una opción para escapar y aquella era las puertas del servicio, después de todo pensaban que no sabía de la existencia de estas o simplemente no me atrevería a recorrer ese lugar.

Me escabullí por la puerta evitando que esta emitiera algún ruido, sostuve el ligero bolso que colgaba por mis hombros, aquel objeto que me sería de gran ayuda para salir de esta cárcel. Llevaba ahí mis tarjetas y si deseaba podía comprarme un nuevo conjunto de prendas, todas las que quería.

Bajé las escaleras silenciosamente hasta llegar a la cocina, como un ninja me asomé por la puerta de salida del servicio, intenté abrirla pero estaba cerrada con llave.

¡Maldición! No podía creer lo que iba a hacer, pero el fin  justificaba los medios.

Entré al baño de la servidumbre con la respiración agitada, levanté la mirada fijándola en una ventana que daba para el jardín trasero. Quité todas las persianas y salí por ahí con mucha dificultad, después de todo el espacio era muy estrecho para escapar con facilidad.

Debía sacar mi lado Perry el Ornitorrinco así que con sumo sigilo atravesé el lugar, atenta a cualquier señal de vida que acabaría con mi brillante plan. Agotada, llegué al portón principal donde encontré al tipo que siempre vigilaba, debía burlarlo para salir.

—Hey, Danny.—murmuro su nombre haciéndole algunos señas para que el mayor se acercase a mí, coloca un dedo en su pecho haciendo significado si me refiero a él, asiento nerviosa mirando mi alrededor.

—¿Señorita? Me llamo Steven.—corrige el hombre acercándose cada vez más.

A mí me vale un carajo cómo se llame, necesito que se esfume inmediatamente para poder escapar.

—Sí, necesito ayuda.—hago un esfuerzo para no rodar los ojos, y finjo que mi voz está quebrada como si una enorme pena recorriera mi cuerpo, intento que él hombre note el miedo que recorre mi ser.—Parece que alguien se está metiendo por la parte trasera de la casa. ¡Ayúdeme!   

Al ver la fingida desesperación que inunda en mis facciones, suelta un suspiro y hace un gesto que espere aquí para luego dirigirse a la otra parte de la mansión.