Capítulo 14

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Miro por unos instantes a mi derecha donde está Brayden, quien retira la mirada del atardecer y me mira fijamente a los ojos. Retiro la mirada de nuevo hacia mis pies, moviéndolos.

—Es el atardecer más bonito que he visto.
–murmura y le miro.

Tiene su mano en su boca sosteniendo el cigarro, con voz ronca y apartándose el cigarrillo al darle una calada y clavando la mirada después en mi.

—Todos los atardeceres son bonitos.
–murmuro.

—No, este es bonito porque lo estoy viendo contigo. Y eso, lo hace más especial.

Sonrío mientras que siento mis mejillas teñirse de rojo. Retiro la mirada de él y la devuelvo al atardecer que hay frente a nosotros.

—Siempre serás especial para mi, Alle.
–susurra.

—¿Por qué me dices ahora todo esto?
–preguntó mirándole de reojo.

—Por que así lo siento.
–dice sincero, mirándome serio.

—Brayden, no quiero llegar a lo mismo del otro día..

Él niega con la cabeza.

Apaga el cigarro y lo deja apagado en el borde de la piscina para después tirarlo a la basura, y me mira.

—Tranquila. Solo quiero que seas feliz, ¿vale? Aunque no sea conmigo...

Le miro fijamente y esbozo una pequeña sonrisa.
Él me sonríe de vuelta y retira la mirada, tragando en seco.

—¿Nos metemos?
–pregunta mirando al agua y sonriendo de manera maliciosa.

—¿Qué? ¡No! Llevo puesta la ropa, además ya va haciendo fresco y...

Dejo de hablar cuando siento el agua invadirme y siento cómo me hundo en lo profundo con Brayden. Me agarro a él pegándome como una lapa a su cuerpo y al salir a la superficie, le golpeo el pecho.

Esto me hace volver a hace un año atrás.
Esto me trae demasiados recuerdos...

—¡Eres un idiota!
–grito mientras le sigo golpeando, él ríe.

—No había opción en la pregunta.
–dice encogiéndose de hombros y suelta unas carcajadas.

Frunzo el ceño.

Soy consciente de que estoy con mi brazo izquierdo sobre su cuello, con mis piernas enroscadas a sus caderas y nuestros rostros a pocos centímetros.
Inmediatamente me aparto de él, pero algo no pasa, y es que, no me he alejado ni un solo centímetro. Sigo pegada a él con nuestras miradas clavadas en la del otro.

Su mirada baja hacia mis labios mientras que sonríe. Hago lo mismo pero subo mi mirada hacia sus ojos e intento mantener la mirada, ahora sí, intento despegarme de él pero él solo me agarra más fuerte de la cintura. Acerca su rostro al mío y sin ser consciente cierro los ojos. Siento sus labios rozarse con los míos levemente y siento un cosquilleo recorrer mi estómago y mi columna.

—Brayden...
–susurro.

—Shhh...

Entre nosotros y el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora