Capítulo 29

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Me siento en el sofá a un lado de Brayden, volviendo de la cocina con una botella de agua, la cual doy un trago y la dejo encima de la mesa de centro y apoyo mi cabeza sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón mientras que mi vista de clava en la película que estamos viendo. Noto como acaricia mi pelo lentamente causándome escalofríos, sonrío y entrelazo los dedos de mi mano con la suya la cual está encima de mi cintura.

—Me encantan estos momentos.
–susurro.

—A mí también.

Besa lo alto de mi cabeza y en este preciso momento su móvil empieza a sonar insistentemente.
Me despego de su cuerpo y Brayden alarga el brazo para coger el móvil el cual descansa sobre la mesa de centro, mira la pantalla y frunce el ceño, pero termina atendiendo la llamada.

Me coloco sobre el sofá con la vista en la película, pero escuchando a Brayden.

—Hola papá, ¿qué pasa? Ya, bueno, si ya dije que iba a estar ahí para el cumpleaños, vale, si creo que vendrá conmigo se lo tengo que preguntar. Vale, adiós.

Cuelga la llamada.
Ha sido una llamada bastante fugaz.

Miro hacia él mirando sus movimientos, mira algo en su móvil, teclea algo en él y bloquea el móvil tirándolo a un lado del sofá y después su mirada se clava en mi.

—¿Qué quería?

—Me ha llamado porque tenía que asegurarse si iba a estar en el cumpleaños de mi hermana pequeña. Quiere que esté allí y mi hermana también quiere.
–dice encogiéndose de hombros.

—¿Y vas a ir, verdad?

Él me mira confundido, alza los hombros dejándolos caer y mira hacia la película de nuevo.

—No lo sé. No me llevo precisamente bien con mi hermano y la mujer de mi padre, joder, no la trago.

Coloco mi mano sobre su hombro y su mirada vuelve hacia mi de nuevo mirándome fijamente.

—A tu hermana le va a hacer ilusión y creo que deberías llevarte bien con tu hermano y la mujer de tu padre. Dales una oportunidad.

—Ven conmigo, por favor. Es este jueves.


Suspiro y lo pienso antes de contestar. Quedan tres días aún.

Y no sé si hacerlo, pero debo y tengo que hacerlo. Por él y por mi, quiero conocer a su familia, a su padre, a sus hermanos y a su madrastra. Quiero conocer más sobre él y sé que si voy le voy hacer un gran favor. Sé que le cuesta estas cosas, también sucedió lo mismo cuando fui a conocer a su madre y su marido.

—Lo haré. Pero prométeme que vas a intentar llevarte bien con ellos, son parte de tu familia.

Noto como su rostro nervioso y tenso se va relajando, suelta un suspiro pesado y asiente con la cabeza. Él abre sus brazos y yo vuelvo a recostarme sobre su pecho y hombro, pasando mi brazo a lo largo de su abdomen.
Me envuelve la cintura con su brazo libre y deja otro beso sobre lo alto de mi cabeza.

—Gracias. Gracias por acompañarme, y por todo.

—No me des las gracias, amor.
–murmuro.

Desvío la mirada hacia la pantalla viendo la película. Pero poco a poco siento mis párpados pesar, siento como poco a poco se me van cerrando hasta que lo último que veo es todo en negro y caigo totalmente rendida.


Entre nosotros y el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora