Capítulo 39

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Al despertarme veo a Brayden acostado encima mío, con su cabeza hundida en la curva de mi cuello, su brazo pesado alrededor de mis caderas y una pierna por encima de la mía. Pestañeo un par de veces y miro de nuevo hacia Brayden, quien al moverme ligeramente para quitármelo de encima, gruñe y dice algo apenas audible y su brazo se aprieta contra mi cadera inmovilizándome.

Rio y me doy la vuelta quedando frente a él, mirando sus perfectas facciones las cuáles están ahora relajadas. Su brazo aún está sobre mi cadera y su rostro está muy cerca del mío.
Acaricio su corto pelo con las yemas de mis dedos mientras me dedico a observarle lentamente, cada facción.

A los minutos sus ojos se mueven bajo sus párpados y finalmente, termina abriéndolos dejándome ver esos ojos tan bonitos, los cuáles me observan con ojos de dormido. Una sonrisa se asoma por sus gruesos labios y en ese momento, se acerca hacia mi dejando un rápido beso sobre mi boca.

—Buenos días.
–susurro.

—Muy buenos días, amor.
–murmura con voz ronca.

Siento un cosquilleo pasar por mi estómago.
Siempre amaré cuando Brayden saca su lado tierno, cuando me llama por apodos o cuando me llama "amor".

Cierra los ojos de nuevo escondiendo su rostro en la curva de mi cuello, dejando besos por el y después colocándose encima mío deslizando sus besos hacia mis labios. Sus ojos se abren y observan los míos por largos segundos y finalmente, sus labios se aplastan sobre los míos de una manera lenta y dulce.
Después se deja caer encima mío sin llegar a aplastarme, hundiendo su rostro en la curva de mi cuello.

—Me encanta despertar así contigo.
–susurra y sonrío.

—A mi también. Me encantaría estar así para siempre.

Me encanta despertar con Brayden a mi lado.
Me encanta despertar con sus besos, escuchando su voz ronca de recién despertado y sentir su brazo alrededor de mi cintura mientras dormimos o estamos apunto de dormir.

Su mano busca la mía y sus dedos se entrelazan junto a los míos.

—¿Cuándo vas a quedarte aquí conmigo?
–pregunta.

—Ya estoy aquí contigo.
–rio.

Él levanta su cabeza mirándome fijamente a los ojos.
Tiene expresión neutra, tranquilo y con la mandíbula algo tensa.

—No, me refiero a quedarte aquí a vivir conmigo.

Mi corazón empieza a palpitar fuertemente contra mi pecho y siento un cosquilleo en mi estómago.

Me está pidiendo que venga a vivir con él.
Pero, ¿es lo mejor? ¿Debo hacerlo?

Hace menos de dos meses que he vuelto con él, que estamos juntos de nuevo y no sé si lo mejor sería vivir con él.

Claro que amaría despertarme a su lado cada mañana, pasar el día entero con él y vivir en un lugar que se convertiría en nuestro. Pero tengo miedo a que pase algo como la vez pasada y los planes que tenemos juntos, se vayan al traste.
Sé que no hay que pensar en lo que pasará ni en el futuro en esa manera, pero, estoy hecha un auténtico lío.

—Dime algo.
–dice agarrando con su mano mi rostro pasando su pulgar lentamente sobre mi mejilla.

—¿No crees que sea demasiado arriesgado? Ya lo intentamos y bueno.. pasó eso.

—No. Ambos nos queremos, ambos queremos estar juntos y quiero disfrutar cada momento contigo. Disfrutar de ti a cualquier momento del día –dice mientras pasa su dedo pulgar por mi labio inferior– poder compartir momentos contigo. Dime si no te apetece.

Entre nosotros y el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora