Entre nosotros y el destino

Capítulo 26

Camino hacia el baño agarrando una goma elástica para hacerme una coleta y me coloco las zapatillas de deporte, agarrando una botella de agua, el móvil y las llaves de casa saliendo de ésta.
Hace cuatro días que no voy a correr por la mañana. Son las ocho de la mañana, suelo ir un poco antes, pero hoy se me ha hecho un poco tarde.
Me urgía ir a correr, a dejar mi mente en blanco y tener un momento de tranquilidad yo sola junto a mi soledad. A veces viene bien y es necesario.

Cuando termino y llego al parque donde a veces suelo venir, camino hacia una de los bancos libres frente al lago sentándome en él y relajándome.
Miro a los patos que pasan y a los pájaros, el cielo está despejado y hay un sol bastante potente y soleado.
Cierro los ojos por unos segundos, relajándome con el sonido del agua y de los pájaros, suspirando y dejando la mente en total blanco. Necesitaba muchísimo esto.

Vuelvo a abrir los ojos, mirando por un par de segundos más el lago y me levanto del banco volviendo a trotar de camino a casa.

[...]

Le doy un mordisco a la segunda tostada mientras que leo twitter como cada mañana, cómo si fuera un periódico y hecho un vistazo a las últimas noticias y tweets de amigos y personas que sigo. Retwitteo algunas frases que me gustan y veo algunas fotos de mis amigos.

Escucho como alguien se sienta enfrente mio, agarrando la caja de cereales y echándose una buena cantidad en el. Marlon está con el ceño fruncido, el pelo revuelto y cara de pocos amigos. Sigo a lo mío terminándome el desayuno en total silencio, se que cuando está así es mejor dejarle en paz.

Se enteró ayer de que volví con Brayden y está mosqueado conmigo, apenas me dirige la palabra, pasa por mi lado o yo por el suyo en algún lugar de la casa y es como si un fantasma pasara por su lado, no me hace ni caso.

—¿Te vas a ir ahora?
–le pregunto mirando hacia él.

Su mirada viaja de su bol hacia mi, llevándose una cucharada a la boca y me mira en una mirada fija y totalmente seria.

—No, hoy no salgo de casa. ¿Y tú? ¿Te vas a ir con alguien?

—Voy con Mel de compras y luego supongo que iré con Brayden. No creo que venga a dormir.

Marlon no hace ni dice nada.
Se mantiene en total silencio mientras desayuna tranquilo, quieto y sin hacer más movimientos que llevarse la cuchara llena de cereales a la boca, como si fuera un robot.

Sé que no le gusta la idea de que haya vuelto con Brayden, de que le haya dado una oportunidad y de que después de todo lo que he pasado y de todo este año, vuelva con él nuevamente.

Pero es mi vida, es lo que quiero hacer y no soy ni la primera ni la última en volver con su ex novio.

—Me parece muy bien que hayas vuelto con él, pero si no funciona y vuelves a sufrir, no te quiero ver llorar ni quiero que busques mi ayuda. En ese agujero te vas a caer tu sola y no esperes mi ayuda.

Me quedo quieta sin decir nada, solamente le observo mientras que sus palabras calan dentro de mí y me quedo dándole vueltas.

Sé que lo que está diciendo no es consciente de cuánto daño puede hacer y que lo está diciendo porque está enfadado. Conozco a mi hermano y son de los que hablan mucho pero después no hacen nada de lo que han dicho.

Claro que quiero que lo mío con Brayden funcione y de verdad espero no equivocarme en un tiempo, no sería capaz de volver a pasar por todo lo que pasé ni por todo el dolor y sufrimiento durante este año.
No podría volver a revivir todo.