Capítulo 25

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Alle

Brayden me agarra de la mano entrelazando nuestros dedos, deja un beso en mi sien y caminamos hacia la fiesta en un pub de un amigo de él. Es una fiesta privada y todas las personas que hay, son amigos y conocidos también de Brayden y del dueño del local.

Brayden abre la puerta del pub para que pase yo primero, haciéndose hacia un lado y después entra detrás de mi. Sus manos se colocan en mis caderas y su pecho choca contra mi espalda mientras que caminamos entre algunas personas que están en la entrada del pub y caminamos hacia un lugar menos despejado.

—¡Hey, Brayden!
–grita una voz fuerte y masculina detrás de nosotros.

Ambos nos giramos hacia atrás y aparece un chico rapado al cero, con varios piercings sobre su rostro y vestido de blanco menos las zapatillas que destacan y son de un color verde neón. Es de musculatura fuerte y bastante alto, más que Brayden.

Llega hacia nosotros chocándole los puños a Brayden y dándose un rápido abrazo con una palmada en la espalda. Su mirada de ojos oscuros se clava en mi, sonríe mientras me mira de arriba a abajo y mira a Brayden con la misma sonrisita.

—¿Tú chica?
–pregunta volviéndome a mirar.

—Sí. Ella es Alle y él es Danny, el dueño del pub.

Él sonríe y se acerca hacia mí para estrechar las manos y luego me da un rápido abrazo. Le sonrío de vuelta y Brayden vuelve a tomarme de la mano de nuevo.

—Encantado.
–dice mirándome de nuevo.

—Igualmente, Danny.

Él sonríe y mira hacia Brayden, quien tiene una sonrisa bastante forzada y le es inevitable no fruncir el ceño.

Algo está pasando por su mente y sé que no le ha gustado en la manera que Danny me está mirando y las miradas que me da de arriba a bajo, ni del saludo. Pero está controlándose y agradezco que no haya hecho nada malo, ni haya montando ningún espectáculo.

Puedo decir que Brayden ha cambiado, al menos un cincuenta por ciento. Ya no es tan precoz como antes en hacer ciertas cosas, sabe controlarse cuando algo no le gusta, sabe escuchar, sabe qué hacer y qué decir y en qué momento hacerlo. No es tan impulsivo como era antes.

—Bueno tío, nos vamos. Luego nos vemos.
–dice Brayden golpeando su hombro en dos palmadas y ambos nos vamos hacia otro sitio.

Brayden se mantiene en silencio hasta que llegamos a una de las mesas con sillones cómodos y plateados donde hay bastantes chicos y chicas juntos.
Unos bailando mientras beben, otros sentados hablando y otros hablando entre ellos riendo a carcajadas.

Puedo visualizar a Lander, Cody, Derek, Louis y Rob entre varios de los chicos que están hablando entre ellos. No veo el pelo morado de Mel, pensaba que estaría por aquí, ella suele apuntarse a cualquier fiesta que haya.

En cuanto los chicos nos ven, en seguida vienen para saludarnos. A Brayden con un choque de puños y a mí con un saludo con la mano y una pequeña sonrisa.

—Hey Alle, ¿cómo te va?
–pregunta Lander colocándose a mi lado y dedicándome una rápida sonrisa.

—Bien, estaba buscando a Mel pero veo que no ha venido.
–murmuro mirando por mi alrededor y luego a él.

Entre nosotros y el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora