Capítulo 44

5.1K 218 23
                                    


Suspiro.
Intento tener control sobre mi respiración.
Cierro los ojos mientras que mi pierna se mueve inquieta sobre la tapa del vater, esperando obtener alguna respuesta y temiendo por ésta misma.
El test está bocabajo sobre mis piernas.
Estoy nerviosa, temblando y mi corazón está bombardeando demasiado rápido.

No sé qué va a salir, pero no me siento preparada para mirar el test. Me tiembla todo el cuerpo.
Se supone que debo esperar unos minutos hasta que algo pase en este cacharro de plástico, pero no sé si puedo esperar tanto tiempo a que algo suceda.

Brayden se ha ido con Lander a algún sitio que desconozco y según él, va a llegar tarde.
Así que, he aprovechado y he ido a la farmacia más cercana y he comprado un test de embarazo y he aprovechado para hacérmelo ahora que él no está y puedo estar tranquila y no tan nerviosa de que me pille haciendo esto. No es nada malo, pero quiero que si se entere, sea de una manera bonita y no viendo a su novia escondida en el baño haciéndose una prueba de embarazo a escondidas.

Han pasado más de cinco minutos.
El cacharro ya debe de tener un resultado, pero no quiero darle la vuelta, no estoy preparada para lo que pueda salir.

Suspiro, cierro los ojos por largos segundos y al abrirlos, tomo fuerzas y agarro el test con mi mano dejándolo ahí sin mirarlo aún.

Es ahora o nunca.
Tomo valor y miro la pequeña pantallita donde se supone que deben de salir si estás embarazada o no. Suspiro y mi mirada viaja hacia la pantallita y aparecen dos líneas, indicando que estoy embarazada.

Siento que mi respiración se entrecorta, mi corazón bombardea muchísimo más rápido que antes y un nudo ata mi garganta y mi estómago.

No puede ser verdad.
No puedo estar embarazada, no en éste momento cuando todo nos iba tan bien y a mi me iba todo bien. Estos aparatos suelen fallar, a veces.
Quizá no sea real que si esté embarazada.

Niego con la cabeza repetidas veces y una pequeña lágrima rebelde cae por mi mejilla. No sé si es de ilusión o de miedo. Aunque, hay mucho más miedo que ilusión.
Siempre he querido ser madre y siempre me han encantado los niños pequeños y los bebés, pero tenía planeado o pensado, que pasara esto cuando fuese más mayor, con una vida estable y resuelta y no con veinte años.

La voz de Brayden de repente suena cerca del baño y mis alarmas se disparan. De un segundo a otro golpes suenan en la puerta del baño y la voz de él vuelve a sonar. ¿Por qué ha llegado tan rápido? Se supone que iba a tardar más tiempo, según el me ha dicho antes de marcharse.

—¿Amor, estás aquí?
–pregunta detrás de la puerta.

Me aparto algunas lágrimas que han caído por mi mejilla, me aclaro la garganta y hablo; —Sí.

No sé dónde guardar el test ni en qué lugar sería lo más adecuado para que no lo encuentre. Quiero ir al doctor y ver si estoy embarazada, tal vez el test esté equivocado y quiero comprobar si es verdad que lo estoy o no.

—¿Cuánto te falta para salir? Necesito entrar con urgencia.

—Ya salgo, un momentito.
–respondo y termino por guardarme el test en el bolsillo trasero de mi pantalón.

Me miro en el espejo y veo mis ojos un poco rojos y la punta de mi nariz también. ¿Qué hago ahorra?

Pestañeo varias veces y me doy aire con las manos, aunque no sé si funciona demasiado. Termino por lavarme el rostro con agua templada y siento cómo las lágrimas ya no amenazan con salir. Al menos no por ahora.

Entre nosotros y el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora