I'll be your teacher [Terminada]

Profesor y alumna.

La oscuridad ya acechaba la ciudad de Los Ángeles. Amber y Jake salieron del edificio, en frente había un coche con el motor encendido. Jack. Jake abrió la puerta y dejó pasar a Amber adentro. Luego se sentó a su lado. No quiso sentarse en el asiento de copiloto.

-¿Y bien? – dijo Jack girándose hacia a ellos. - ¿Esta es la alumna? – dijo mirando a Am de arriba abajo.

-No soy una simple alumna – dijo riendo.

-Oh, Jake, ahora sí que eres mi ídolo. – dijo mirándolo a él – te has tira...-

-No me he tirado a nadie – dijo mirando mal a su hermano – suena muy mal eso-

-Anda, anticuado. – se rio y miró de nuevo a Amber.– Bueno, nena... ¿los tríos también forman parte de tus fantasías?-

Amber abrió los ojos ante esa pregunta.

-Cállate Jack-

-A ver... solo le pregunto... si le excita acostarse con un profesor anticuado, quizás le excite hacerlo con el profe y su hermano a la vez... - le guiñó un ojo y arrancó, bruscamente. – Piénsatelo-

-Lo haré... - dijo Am mirando por la ventana del coche. Jake la codeó – ¿Qué? – dijo alzando una ceja.

-¿Lo pensaras?-

- ¿Qué pasa? Jack está bueno. – Su hermano se rio ante el comentario. – Y acostarme con dos hermanos buenísimos ya seria la bomba. – besó a Jake en la mejilla, pero él se retiró. – Ey, no te cabrees, es broma...- dijo con una sonrisa.

-Ya claro. – se cruzó de brazos y miró por la otra ventana.

-oh... que te has puesto celoso -Amber le acarició el pelo.- ¿Qué puedo hacer para que se le bajen esos humitos profesor? – sonrió y lo besó. Se desabrochó el cinturón de seguiridad y se colocó a horcajadas encima de él.

-Amber abróchate el cinturón - le dijo ya con la respiración agitada – cuando nos pare un..-.

Ella lo hizo callar y lo besó de nuevo.

-¿No te cansas?-

- No de ti.– sonrió y metió su mano en el pantalón.

-Hey, harán que tenga un accidente. – Jack los miró, y luego volteó la vista de nuevo a la carretera – Son mejor que una peli porno... pero el calentón a otro lado.-

Ella volvió a su sitio bufando mientras Jake se reía. Jack estacionó el coche en un sitio libre y bajaron del coche.

-¿Esta es la casa?-

-Ajá... - Respondió Jake desinteresado. – Entremos-

-Es muy linda la casa- sonrió y entró detrás de los hermanos. – wow, que interior... todo está limpio... y ordenado...-

-Te pensabas que por que dos hombres vivan juntos tiene que estar todo hecho una basura?-

Ella rio -puede ser...– sonrió – definitivamente tienen buen gusto para la decoración-

-Eso es gracias a Jake-.

-Sí, por qué Jack tiene el gusto en otro sitio... - los dos rieron.

Amber recorrió la casa, curiosa se metió en diferentes habitaciones. Jake la seguía.

-¿Y bien? ¿Te gusta?-

-Mucho. – se giró y miró a Jake. – esto es increíble-.

-¿El qué? No es para tanto...-

-Me refiero a todo... - Pasó sus brazos entre los de Jake – Hace solo unos días que estas sustituyendo a Pamela, eres un hombre totalmente perfecto y...-

-Hey, eso no es verdad-.

-Para mi, si. Sabes tocar la batería, el piano y la guitarra. Eres guapo... muy guapo - lo miró – y aun que no sé mucho sobre tu vida, me sabes escuchar. Cosa que no han hecho mis ex novios-.

-Amber...-

-Lo sé, ni yo misma se porque te comparo con mis ex... - se separó, riendo tontamente – si no somos nada-.

-Eso tampoco es verdad Amber– jugueteó con un mechón suyo – desde el primer momento que nos besamos, ya empezamos a ser algo. - Ella lo miró con una expresión diferente – Pero no estoy diciendo nada, solo no te hagas ilusiones. Seguimos siendo profesor y alumna-.

-¿Qué más da? – le acarició una mejilla a Jake, el volteó la vista de ella – ¿te gusto?-

-Es demasiado pronto para ese tipo de conversaciones-

-Pues para eso sirve una relación, para conocer a la otra persona. Solo quiero que me contestes... - lo miró – porque tu a mi si me gustas.

- Am no me hagas esto... no puedo contestarte-

-¿Volverá a pasar lo que hemos tenido en la sala de música?-

-Eso fue...-

-¿Qué fue, Jake? ¿Solo fue un acostón para ti? – lo miró con desprecio – que sepas que yo nunca me he acostado con nadie por que sí. Cada hombre con el que lo he hecho ha sido especial para mí-

Jake la miró sorprendido.

-¿Qué? No me mires así ¿Acaso te pensabas que era una niñata cualquiera? ¿De esas que se abren de piernas al primero que busca un calentón? – las lagrimas se asomaron.

- No...no Amber, yo nunca pensé eso de ti...- dudó.

-Mírame a la cara y repítelo-

Jake la miró fijamente. Pero nada salió de su boca.

-Juzgas antes de saber, yo nunca lo hice contigo, desde el comienzo me pareciste especial. Pero claro, las apariencias engañan. – dijo Amber con un tono triste.

Jake la abrazó pero ella se zafó de su abrazo. -Am, hey, ahora sé que no eres así-

-Pero sigues teniendo miedo... y no sé de qué... - negó con la cabeza, mientras una lágrima resbalaba por su mejilla. – Cuando la que debería tener miedo soy yo. Y mírame, estoy más segura que nunca de lo que quiero-

-¿Quieres saber lo que me da miedo? – la miró, frustrado- ¿Eh? ¿eso es lo que quieres saber? Pues tengo miedo, que me estés mintiendo en todo y termine en la cárcel por acostarme con una menos de edad...-

-Que tengo 18 lo interrumpió- casi gritando-

-Apenas te conozco, ¿Cómo quieres que crea en ti? Tengo veintitrés y soy tu profesor-

-Dale con eso...-dijo Amber exasperada.

-Puede que a ti no te parezca nada, que te de lo mismo, pero a mí no, estoy recién comenzando con mi carrera de profesor y no puedo dejar que una niña me lo arruine por un calentón. Además tengo miedo porque siempre he estado seguro de mis relaciones personales, pero esta es la primera vez que una mujer me hace sentir inseguro. Y no sé ni yo mismo lo que quiero- tomó un respiro y continuó- Lo que necesito, si lo sé, necesito a una mujer madura, que esté a mi altura. Y no una de mis alumnas que está a punto de terminar el bachillerato-.

Ella lo miró sorprendida. Cada vez se acumulaban más lágrimas en sus ojos. Cada vez más nervios se acumulaban en su corazón, cada vez que procesaba cada frase que Jake había dicho.

Al final reaccionó, se sentía utilizada, su ego cayó hasta el suelo. La había llamado niña, le acababa de decir, en pocas palabras, que ella, no estaba a su altura y la hizo sentir como una zorra. Empezó a sollozar.

-¿Y por qué lloras, ahora? – le dijo Jake exasperado, abriendo los brazos, arrepintiéndose de varias cosas que había dicho.

- Vete a la mierda, eres un imbécil– lo empujó, pero no sirvió de nada. Ella era débil al lado de él- ¿Quieres una mujer madura, que esté a tu altura? Pues ya que, si yo soy tan poca cosa para ti-.