Jake se sentó detrás del todo a corregir unas redacciones, después de ponerles la película a sus alumnos, que estaba más adelante.
-¿Que ustedes qué?- Exclamó April en un intento de susurro. Algunos alumnos la hicieron callar.
Am le estaba contando brevemente lo que había ocurrido con Jake.
-ya muero de ganas de que sean las cinco – susurró Amber.
- Y pondría la mano al fuego a que él también –Dijo April, ambas miraron disimuladamente hacia donde estaba Jake, atento a las redacciones – Oye... ¿sabes que podrías hacer?- April le susurró al oído su idea y Amber no pudo contener su risa. Algunos las miraron, incluido Jake
–Lo siento profe. – le guiñó un ojo y Jake sonrió negando con la cabeza y volviendo a las redacciones.
-Anda, hazlo...- sonrió picara.
Amber le sonrió – al fin y al cabo me gustan tus ideas- Sin que nadie lo notara se movió lentamente hacia la parte de atrás del aula, ya que estaba en una esquina, apartada con April. Porque la peli era lo que menos les interesaba.
Jake estaba leyendo una de las redacciones, cuando sintió que alguien estaba cerca. Se sobre salto. Miró debajo de la mesa.
-¿Amber?– susurró, muy bajito - ¿Qué haces?- Ella le sonrió y llevó su mano a la pierna de su profesor, empezó de a poco a acariciarlo, llegando a la parte del cierre de su pantalón. Él se sonrojó y abrió los ojos.
-Estás loca, vuelve a tu sitio, ¿Quieres que te vean?– dijo él, aun que eso le excitaba como una mala cosa. Tenerla arrodillada en frente y tocándole.
-Nadie va a enterarse- susurró mirándolo. y acercó su rostro a la erección por encima del pantalón. Jake se rindió e intentó relajarse en la silla. Amber le desabrochó el cinturón sin hacer ruido y el botón de los vaqueros y se los bajó un poco. Jake tembló ante el contacto y las rozaduras - No creo que pueda aguantar, nos van a oír - dijo él preocupado.
-Muérdete la lengua ¿quieres?- Le pasó la lengua por encima del bóxer.
-Oh mierda... - susurró, intentando concentrarse en las redacciones.– no deberías- le dijo, muy bajito.
-¿Enserio no quieres? – volvió a pasar la lengua.
-Si, si, si... - dijo apoyando la cabeza en el brazo. – pero...-
- Entonces, calla- lo acarició una última vez y negó con la cabeza, mientras le volvía a cerrar los pantalones. Jake la miró con una cara interrogativa.
-Te debía un calentón de los grandes.– le guiñó un ojo y gateó de nuevo, por debajo de la mesa, hasta su sitio.
Jake se llevó las manos a la cara, y se abrochó el cinturón, bufando. no se creía lo que acababa de pasar. La vio volviéndose a sentar para ver la maldita película. Ella se giró y le guiñó una vez más.
-Te vas a enterar- dijo moviendo solo los labios. Amber le enseñó la lengua y volvió a girarse.
Jake miró su entrepierna y pensó en lo que le costaría que se baje, rio para sí mismo y siguió corrigiendo, mientras los alumnos miraban la película.
....
El día pasó muy lento, sobre todo en la hora de comer. En fin, solo quedaban dos horas de tortura y luego... no quería pensarlo mucho. ¿En qué se estaba metiendo? ¿Acostarse con su profesor? ¿De dónde le habían salido agallas? Negó con la cabeza. Siempre había estado haciendo locuras, pero esto cruzaba el límite. Comenzó a imaginarse todo tipo de situaciones con Jake y se sonrojó. Se sacó esos pensamientos rápido de la cabeza.
Él estaba dando la última clase de la tarde. No podía pensar en lo que pasaría dentro de media hora, porque si no se arrepentiría. Recordaba el cuerpo de Amber cuando la había sentado sobre su erección, recordaba su expresión y su estremecimiento. Ella era una diosa... ¿Pero y si todo esto era demasiado para ella? Negó con la cabeza. -Ya basta Jake, ella quiere, además es mayor de edad, sabe lo que quiere-pensó.
....
April se acercó a ella y le dio dos besos -Mañana me cuentas– le guiñó el ojo y le metió algo en el bolsillo y se fue.
Amber revisó y era un preservativo. April había escrito algo con lápiz negro 'Suerte'. Sonrió. Siempre tan ella, apoyándola en todo. Lo volvió a guardar en su bolsillo y se colgó la maleta en los hombros. Estaba nerviosa ¿pero por qué? No era la primera vez que tenía relaciones sexuales. Pero si la primera en que se acostaba con un hombre de veintitrés años, y que este fuera su profesor. Respiró hondo intentando relajarse. Y sin darse cuenta, ya se encontraba delante de la puerta de la sala de los instrumentos.
Abrió la puerta, mirando el reloj. Las cinco y diez. La cerró detrás de ella.
-¿Jake? – preguntó casi en un susurro y aseguró con pestillo. - ¿Jake, estás? – pero nadie contestó.
Por un momento temió que le hubiera dado plantón. Dio unos pasos, adentrándose a la sala. Rápidamente sintió unos brazos, que la rodeaban y la respiración en su cuello. Sonrió.
-Pensé que no ibas a venir-
-Y yo pensé que me habías abandonado de nuevo - inclinó la cara, poniéndole en bandeja sus labios. Deseaba que la besara.
Le acarició una de las mejillas. Y juntó sus labios con los de ella. Las manos de Jake bajaron, por debajo del pecho, hasta las caderas. Quería recorrer cada trozo de carne de su cuerpo. La escasa luz lo hacia todo aun más excitante... y romántico.
-Has puesto velas - le dijo mientras se giraba, de frente a él y le besaba el cuello.
-Si ¿Te gustan? – sonrió acariciándole el pelo.
-Muchísimo- inspiró – de vainilla. Huelen bien-
-Olerá mejor cuando esté entrando y saliendo de ti-Susurró con voz ronca Jake.
Ella se estremeció al imaginarlo. Bajó las manos, por dentro del jersey de Jake Le acarició el pecho mientras bajaba por sus abdominales. Llegó al borde del pantalón y lo miró.
-Espera... aun no- le murmuró al oído, mientras la empujaba contra el gran piano.- Me gustas desde el primer momento en que te vi... - Empezó a lamerle el cuello, ella gimió ante el contacto de su lengua.
Jake empezó a bajarle la falda, mientras Amber se desabrochaba las sandalias. Ella levantó los brazos para facilitarle a Jake el quitarle la blusa. Solo quedaba la ropa interior, Jake se retiró para observarla.
-Eres mucho mejor que en mis sueños. – ella se sonrojó.
-¿Qué sueñas? – dijo tímida, pero más excitada que nunca.
-Ahora lo veras... - le cogió de las piernas para que se sentara en el piano – te voy a hacer vivir cada y uno de mis sueños. – mientras se quitaba el jersey, dejando ver todos su abdomen perfecto.
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I'll be your teacher [Terminada]
Fiksi RemajaLa profesora de música estaba ausente ¿por qué? Pues se le había enfermado el marido y al parecer era bastante grave, cáncer de hígado, según decía la gente. ¿Esto es algo malo? Bastante, pero lo peor no es que el marido de Pamela estuviera a punto...